Manejo de basuras y el cuidado ambiental
La cantidad de desperdicios va en aumento y hay deficiencias en la recolección y también en la disposición final. El sistema no considera una separación de materiales en su origen, lo que facilitaría el reciclaje y la carga final sobre los vertederos.
El tema de la basura golpea por todos lados en nuestras ciudades. Por un lado está el complicado caso de El Molle, el principal vertedero de la Región, insuficiente y cuya operación es blanco de críticas. Y ahora en sesión del Concejo Municipal de Viña del Mar aparecen críticas al servicio concesionado que presta a la comuna la empresa Cosemar, que atiende la limpieza de calles y el retiro de residuos de miles de viviendas en diversos sectores de la comuna. Surgen quejas por el servicio mismo y las condiciones de la concesión que se mantiene desde hace unos 20 años. Para los efectos de pago al operador la ciudad está dividida en tres sectores, cada uno de los cuales tiene montos diferentes. Se aprobó modificar esta modalidad con el objeto de bajar esos montos.
Está bien que la Municipalidad se ocupe de afinar los aspectos financieros del servicio, pero interesan también cambios estructurales de acuerdo al cuidado ambiental y sanitario y a la mayor generación domiciliaria de residuos.
El aumento de esos materiales y su condición, más allá de residuos hogareños tradicionales, es reflejo del desarrollo del país y de un mayor consumo.
Así, es habitual ver en las calles, junto a los contenedores, muebles, restos de construcción, televisores y hasta colchones. Es cierto que hay modestos recolectores que algo aprovechan de esos materiales, pero en lo general los mayores volúmenes exigen aumentar los medios de recogida y transporte.
El sistema básicamente consiste en recoger los desperdicios mediante camiones que levantan los contenedores y los vacían en un sistema de compactación para luego ser transportado ese material al vertedero. Pero el sistema no considera una separación de materiales en su origen, lo que facilitaría el reciclaje y la carga final sobre los vertederos. Hay también un problema sanitario, pues los vecinos van llenando durante el día los contenedores con desperdicios, los que permanecen por horas al sol hasta el paso de los camiones recolectores. Los edificios de departamentos generan gran cantidad de material que su personal deposita a primera hora de la mañana y queda ahí hasta la madrugada. Sobre la materia no existe reglamentación alguna ni tampoco, hay que decirlo, responsabilidad de los usuarios. En comunas de Santiago hay normas sobre la materia. Finalmente, no se debe olvidar que el servicio de aseo es pagado por un sector de los usuarios de acuerdo al avalúo de las propiedades y se cancela junto a las Contribuciones de Bienes Raíces. En este escenario es oportuno que la Municipalidad se ocupe del tema que va mucho más allá de una concesión y de la calidad del operador. La basura, los residuos para decirlo de forma elegante, exige un visión integrada, moderna, con nuevas tecnologías y, finalmente, de acuerdo al tan proclamado cuidado del medio ambiente.