Documentación y testimonios cuestionan a Facebook ante el ataque al Capitolio de EE. UU.
FILTRACIÓN. Una indagación reveló que se apresuró en levantar medidas de precaución y no puso atención a las señales de alerta sobre noticias falsas que alimentaron la polarización.
Nuevas filtraciones por parte de varios exempleados de Facebook al diario The Washington Post describen cómo la empresa cayó en la desidia tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos y desactivó medidas de precaución antes del grave ataque al Capitolio ocurrido del 6 de enero.
El artículo se basó en entrevistas del Post con varios exempleados anónimos y con documentación interna de Facebook entregada al Gobierno estadounidense por parte de la única delatora que ha revelado su identidad, Frances Haugen, quien testificó ante el Congreso de EE.UU.
Según el Post, los documentos sugieren que Facebook se movió demasiado rápido tras los comicios para levantar las medidas que habían ayudado a suprimir cierta información errónea relacionada con las elecciones.
Tras las enérgicas medidas que tomó a raíz de las presidenciales para evitar la difusión de contenido falso y de odio, los empleados creían que se había logrado limitar los problemas.
Según el artículo, muchos de los trabajadores que habían formado parte del equipo de prevención contra noticias falsas y contenidos de odio, se tomaron excedencias o cambiaron de cargo tras las elecciones.
Acto seguido, Facebook revirtió muchas de esas medidas. Mientras, el equipo de Integridad Cívica de la compañía fue disuelto por la administración que se cansó de sus críticas a la compañía, según dijeron ex empleados.
De acuerdo a la publicación, el 6 de enero, cuando se produjo el ataque al Capitolio, los empleados de Facebook expresaron "rabia y lamentación" porque la compañía no dio mayor importancia a los "signos de alerta".
Ese día, las denuncias en Facebook por noticias falsas se dispararon a 40.000 por hora, y en Instagram (de la compañía), la cuenta más denunciada por incitar a la violencia fue la de Trump.
Pese a que entonces la empresa sí reaccionó con medidas como la suspensión de la cuenta de Trump, los documentos, según el Post, respaldan que la compañía durante años identificó formas de disminuir la propagación de polarización política, conspiración e incitaciones a la violencia.
Sin embargo, en muchos casos los ejecutivos se negaron a implementar esos pasos estableciendo un trato especial a políticos con opiniones que despertaran interés periodístico, sin censurar información falsa, pese a identificarla.