Efe

Nancy Valle, la madre de un chileno instalado en Francia que fue asesinado junto a su pareja en el atentado a la sala de espectáculos Bataclan el 13 de noviembre de 2015, declaró ante el Tribunal de lo Criminal de París para pedir justicia.

"No hay justificación alguna para asesinar a personas inocentes y sin defensa que solo disfrutaban de un concierto musical, de una conversación, de un café, de una cerveza", subrayó con un tono sereno pero firme ante los jueces la madre de la víctima, que tiene la intención de permanecer en Francia los nueve meses que dure el proceso.

Un solo sobreviviente

El juicio comenzó en septiembre y es contra 20 terroristas involucrados en el atentado, que incluyó seis restoranes, el Estadio de Francia y la mentada sala Bataclan. De los acusados, solamente sobrevive uno de los seis comandos que ejecutaron la acción y le corresponderá declarar en enero próximo en el Palacio de Justicia de París.

Los demandantes suman al menos 1.800 y, tras declarar los agentes antiterroristas y los familiares de las víctimas, en diciembre será el turno de los parientes de los terroristas.

Nancy Valle contó ayer que con la muerte a los 33 años de su hijo Luis Felipe Zschoche "una parte" de ella le fue "arrebatada" y que quiso estar presente durante todo el proceso "para obtener respuestas" a muchas preguntas que se hace sobre los ataques yihadistas de esa noche en París, en las que fueron asesinadas 130 personas en total, 90 en Bataclan.

También "para que se haga justicia por estas muertes tan injustas" para las que no ve ningún sentido, ya que le cuesta entender los argumentos dados por el principal acusado de los que se sientan en el banquillo, Salah Abdeslam, de que el objetivo de los atentados era "atacar a Francia y no a personas particulares".

Valle explicó que su hijo "pasó una infancia y adolescencia muy feliz", que desde muy pronto mostró su afición por la música y que en 2008, con 24 años, decidió vivir a París con Cécile, una francesa que se convirtió en su pareja.

Luis rápidamente aprendió francés, convalidó sus titulaciones de comercio internacional, empezó a trabajar en una empresa de importación y formó un grupo musical, Captain Americano, en el que tocaba la guitarra y era el vocalista.

Angustiante noche

La madre dijo que la noche de la masacre del Bataclan la familia empezó a recibir desde Chile informaciones de los ataques yihadistas en París y que la inquietud por Luis Felipe aumentó al saber que uno de ellos era en un concierto de Eagles of Death Metal, "una de las bandas favoritas" de su hijo.

Después de unas horas de angustia e incertidumbre, al día siguiente, las autoridades consulares chilenas en Francia les comunicaron que Zschoche había muerto. La confirmación de que los terroristas habían matado también a Cécile tardó dos días más.

La madre, que vive en Viña del Mar y está ahora en París acompañada de su hija, se quejó de que en los casi seis años que han pasado desde los atentados la justicia francesa no se había comunicado con ellos. Fue gracias a una asociación, a la familia de su nuera y a dos periodistas que pudieron organizarse para acudir al juicio.

"Hemos decidido con mi hija venir a Francia sin ninguna certeza, sin haber recibido ninguna convocatoria", aseguró.

Antes de Valle declararon al juez los padres y el hermano de Cécile, que dijeron estar todavía destrozados seis años después e hicieron hincapié en lo unidos que estaban los dos miembros de la pareja, que fueron enterrados juntos en la ciudad de Gap, de donde ella era originaria.

La madre de Cécile, además de recordar la complicidad que tenía con su hija, que falleció con 32 años, indicó que cuando les presentó a Luis, que había llegado de Chile, lo adoptaron "inmediatamente".

"Y será siempre un segundo hijo", agregó el padre, visiblemente emocionado.

China enfrenta de manera estricta los rebrotes de covid-19 que se registran en el país y el comité organizador de la Maratón de Pekín anunció que pospondrá el evento hasta una fecha todavía por determinar para prevenir la propagación del virus.

La carrera en la capital estaba prevista para el 31 de octubre e iba a contar con la participación de 30.000 personas.

Sin embargo, el último rebrote detectado a mediados de octubre a raíz del viaje de un grupo de jubilados a zonas turísticas de las provincias de Gansu, Mongolia Interior y Shaanxi hizo levantar las alarmas en Pekín, donde hay más de 20 casos confirmados.

El subdirector del Centro de Control de Enfermedades, Wu Liangyou, aseguró el domingo que este último rebrote es de la variante delta, del cual señaló su "fuerte capacidad de transmisión".

Wu explicó pese a que todavía "se desconoce el origen del rebrote", sí se ha podido "identificar la cadena de contagio" en más de 106 casos positivos, los cuales estarían relacionados con una serie de viajes en grupo.

Las autoridades han respondido a estos rebrotes, que ya dejan un total de 190 casos activos en la parte continental de China, con su manual habitual: test masivos de ácido nucleico y restricción de movimientos a y desde las ciudades afectadas.

Este es el rebrote más grave desde el surgido en julio en el aeropuerto de la ciudad de Nankín que, pese a dejar 15 provincias afectadas, pudo ser controlado sin registrar ninguna muerte.

De hecho, la Comisión Nacional de Salud de China no informa de una muerte por covid-19 en el país desde el 26 de enero pasado y Pekín ha convertido la gestión de la pandemia uno de sus grandes orgullos ciñéndose a la política de tolerancia cero contra covid-19, pese a que otros países como Nueva Zelanda la han abandonado. China suma 96.797 contagios y 4.636 fallecidos.