Secciones

(viene de la página anterior)

E-mail Compartir

"Finalmente tienes todo el reflujo revolucionario, que lleva a que todo el mundo recuerde el 14 de julio en la Revolución Francesa, pero todos se olvidan del golpe de estado de Napoleón del 18 de brumario. En ese sentido, el ansia de orden y progreso se vuelve una demanda muy difícil de contener, porque son percepciones emocionales y ahí el miedo y el odio son algunas de las sensaciones más potentes que están movilizando a núcleos relevantes en ambas candidaturas", resume Wilson.

Respecto del mismo fenómeno de incertidumbre, el analista político de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Felipe Vergara, si bien comprende la importancia que tendrán los antagonismos entre candidatos, suma como elemento de incertidumbre la configuración del Congreso. "Todo eso genera un clima enrarecido y a eso se le suman los últimos escándalos, como los hechos noticiosos de los últimos días, desde el debate mismo, con el poco acertado resultado para Kast, hasta los problemas que ha tenido Boric en estos días dentro de su propio conglomerado. Todo eso hace que el ambiente esté muy enrarecido", subraya.

Eso sí, el académico augura una importante concurrencia a las urnas, apuntando a que se ha creado conciencia de la importancia de los comicios, lo cual ha sido resaltado por los mismos aspirantes a La Moneda. "Si eso se logra potenciar es probable que la participación sea mayor, porque la gente en general está muy inquieta, muy insegura y sabe que a diferencia de otras primeras vueltas, esta es estratégica; me explico, había otras primeras vueltas en que uno sabía quiénes iban a pasar a segunda vuelta, había mucha claridad, entonces uno iba a votar para marcar una preferencia de afinidad, voto rechazo, etc. En esta oportunidad, la gente va a ir a votar porque le importa que por quien vote sea realmente quien pase a segunda vuelta", indica el experto en marketing político.

La más importante en 30 años

La poca certeza que existe respecto de los resultados es algo que tienen más que claro en algunas tiendas políticas, donde hacen énfasis en la relevancia que tienen estos comicios para el futuro del país.

"Es la elección más importante de los últimos 30 años, está en juego la gobernabilidad del país y también la seriedad con que se administra el Estado. Sin lugar a dudas, acá estamos frente a una ola de populismo, que hay que hacerle frente con un programa de gobierno que sea serio, realizable y que haga frente a una tentación creciente de incrementar el gasto público, particularmente en años que van a ser complejos desde el punto de vista económico", plantea el senador y presidente nacional de Renovación Nacional, Francisco Chahuán.

En la misma línea, el legislador regional hace énfasis en "dejar atrás la polarización creciente" en una elección que avizora como "muy apretada" y donde espera además que exista gran participación. "Proyectamos que va a ser una elección en la que van a concurrir a las urnas más de 7 millones de chilenos, que va a ser histórica, nosotros creemos que va a oscilar la participación en un 59% y adicionalmente, los adultos mayores que se habían quedado en casa en las últimas elecciones, esta vez van a concurrir a las urnas", remarca Chahuán.

En una línea similar, aunque desde una vereda contraria, el diputado por el Distrito 6, Daniel Verdessi (DC), comenta las altas expectativas que tienen para este proceso, recordando lo sucedido para la elecciones de convencionales donde "hubo una derrota para el partido y, en el fondo, para el núcleo de Nuevo Pacto Social, con excepción del PS que logró sacar constituyentes, en esta elección el apoyo a la centroizquierda para obtener una representación, esperamos que por lo menos llegue al 40%. Entonces, sí, es importante la elección, porque si se produce una debacle, una pérdida de los cupos en manos del Partido Comunista y el Frente Amplio, pueden cambiar todo".

Sobre este último punto, el exjefe de bancada de la DC asume como una responsabilidad "tener un buen resultado como NPS, y poder darle gobernabilidad a Chile, porque la derecha va a tener una caída y pensamos que van a bajar el centro, la centroizquierda, y van a aumentar los extremos, el Partido Republicano va a sacar votos, va a disminuir RN. Entonces, efectivamente, no es un tema menor el que se juega, corre peligro el resultado que le dé más tranquilidad a Chile".

Asimismo, el médico sostiene que sería una mala noticia que no exista un importante flujo de personas en los locales de votación, argumentando que "es bien claro que en la última elección tuvo sus resultados porque fueron muy pocos los adultos a votar, de 55 años en adelante algunos dicen que fue el 18%, en cambio los jóvenes entre 18 y 30, tuvieron un alcance del 56%; por lo tanto, está claro que los movilizados son los que fueron a votar y eso es lo que tenemos que lograr, que ahora se movilicen los adultos".

Diálogo en el nuevo congreso

"Quien gane las elecciones no va a tener mayoría en el Congreso", advertía la semana pasada el senador José Miguel Insulza en entrevista con este diario, planteando como principal desafío para el próximo gobierno "mirar hacia el Parlamento y buscar ampliar sus coaliciones". Si bien esto se vuelve una tarea más compleja ante la prácticamente nula predictibilidad que hay sobre los resultados de hoy, no deja de ser una tarea importante, tomando en cuenta los varios desafíos en términos de proyectos sociales en el contexto de afectación económica por la pandemia.

Al respecto, el politólogo y director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central (UCEN), Marco Moreno, vislumbra que para el nuevo periodo legislativo "inevitablemente vamos a tener un Congreso fragmentado, el poder no va a estar concentrado ni en las dos o tres grandes coaliciones, ni en los partidos más grandes. Vamos a tener una fragmentación expresada ahí, lo que va a complicar la generación de consensos y acuerdos. Si bien es cierto que en congresos donde tenemos otros actores que están representados ganamos en representación, no lo hacemos en expresión de diversidad. Eso tiene un costo y es que cuesta más conseguir acuerdos y consensos".

Atendiendo a esto último, el doctor en Ciencia Política estima que el próximo gobernante deberá hacer frente a un Parlamento similar al actual e incluso a la Convención, "en el sentido de que va a ser difícil conseguir acuerdos. Por lo mismo, se va a requerir de mucha articulación, capacidad política y por eso, el presidente o presidenta que sea electo deberá tener esa capacidad, porque si no, y mientras no haya un cambio en las reglas del juego, vamos a tener una situación parecida a la que experimentó en estos cuatro años el Presidente Sebastián Piñera, con un Congreso altamente fragmentado, donde la capacidad de llegar a acuerdos se volvió difícil".

En una línea similar y considerando que "el Presidente en este país no se manda solo", Felipe Vergara indica que los cambios que se propongan en materias complejas, como seguridad o sistema previsional, necesariamente pasarán por el Congreso. "En ese sentido no va a haber mayorías en ninguna de las cámaras para ningún sector, porque antes había dos sectores en Chile y había a veces la posibilidad de que hubiese una mayoría, aunque relativa, pero hoy día hay cuatro, porque tenemos desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha y van a estar representadas en el Parlamento, lo que va a obligar a hacer mayores pactos, acuerdos", afirma.

De todas formas, el académico no dramatiza en demasía con este asunto, ya que una de las ventajas de esto es que "como el Presidente no se manda solo, por mucho que quiera hacer cosas radicales, transgresoras, bajar los impuestos como plantea Kast, o expropiar los fondos de pensiones como plantea Boric, va a requerir de una mayoría importante. Esas mayorías no están como para que las cosas fluyan tan fácilmente como se plantea en el programa".

Fragmentación de los bloques

Fernando Wilson mantiene en su análisis la idea de un Congreso atomizado con la "tentación de continuar prácticas populistas" como el caso de los retiros de los fondos de pensiones. En ese sentido, señala que por lógica "debería haber niveles de asociación y cooperación medianamente coherentes, sobre todo en la derecha desde la perspectiva del miedo, y desde la perspectiva del eventual bloque de izquierda que tuviera un cierto grado de representación, en términos de poder desarrollar o impulsar sus agendas transformadoras".

Eso sí, el profesor de la UAI puntualiza que existe un importante quiebre en la izquierda, lo cual a su juicio se vio reflejado en el debate. Recuerda que "cuando Boric dice que tenemos que detenernos en negociar y todo lo demás, el propio Enríquez-Ominami le contesta 'yo no estoy aquí para salvarte'. Es decir, quema las naves de poder cooperar o desarrollar ningún tipo de actividad, antes incluso siquiera de sentarse fríamente detrás de una taza de café a conversar. En un ambiente así, mucho me temo, que el próximo gobierno, lo más probable es que vaya a tener que ser de administración, que no tenga una agenda legislativa particularmente audaz, atendiendo el nivel de fragmentación de la oposición".

Por su parte, junto con fijarse como objetivo el seguir siendo "el partido más importante de Chile a nivel parlamentario", el senador Francisco Chahuán remarca que "establecer espacios de diálogo va a ser determinante, porque lo que va a ocurrir seguramente es que Chile Podemos + va a pasar a ser la primera fuerza política del país, seguida por el Frente Amplio con el Partido Comunista, y la ex Nueva Mayoría va a ver seriamente disminuida su representación parlamentaria. Esas son las proyecciones que tenemos, pero la voz final es la voz de los ciudadanos".

El diputado Daniel Verdessi, en tanto, aspira a que su partido alcance al menos 10 escaños, asevera que "lo claro es que está todo conversando con los adversarios, incluso en el comando de Gabriel Boric varios de sus asesores económicos han hablado con la Sofofa, con los bancos. Hay un interés por tratar de apoderarse de una postura más moderada como ocurrió en el Perú, recuerde que Castillo era comunista y ahora aprobó el TPP. Otra cosa es con guitarra, el gobierno tiene que moderar sus posiciones para darle gobernabilidad al país". 2

¿periodo más corto? las dudas por los eventuales cambios en la constitución

E-mail Compartir

La opción de un periodo presidencial y legislativo más corto, en línea con la eventual aprobación de la nueva Constitución, tampoco deja indiferentes a analistas y parlamentarios. "Ahí tenemos que adaptarnos a la realidad, algunos no están de acuerdo y yo creo que se postula por cuatro años, sujetos a lo que diga la Convención, porque si nos acorta los plazos habrá que repostular de nuevo, parecería un desgaste bastante importante en todo caso. Aunque lo más probable es que eso no ocurra, que al final se llegue a acuerdo", indica Verdessi. Una postura mucho más dura es la que tiene el senador Chahuán, quien se cuadra con las advertencias que han surgido principalmente desde el Ejecutivo. En se sentido, pone el acento en que la Convención "no tiene facultades para aquello y si decidiera acortar los períodos, estaría violando expresamente el mandato de la ley y de la Constitución, porque lo que establece la Constitución es que no pueden afectar el mandato de autoridades electas por el pueblo, y recordar que la Convención Constitucional es un poder constituyente derivado, y no originario". "Yo lo veo bastante factible, pero exclusivamente en el caso del Senado, que dura ocho años", manifiesta Felipe Vergara. Al respecto, el académico observa que "entre la instalación, adaptación, aprobación, etc., podrían pasar estos cuatro años sin mayores contratiempos; o sea ya habrá pasado uno cuando se apruebe hipotéticamente esta Constitución, después viene la etapa de implementación. Creo que para el resto del período parlamentario de cuatro años se mantendría, el de ocho obviamente debiera modificarse, en el supuesto de que ellos propongan una modificación a la estructura parlamentaria".

Por último, Marco Moreno expone que "hay incentivos para que la Convención pueda resolver según el desarrollo de los acontecimientos políticos. Evidentemente, si la elección presidencial la ganara José Antonio Kast o Gabriel Boric, los escenarios de diseño del próximo texto constitucional van a ser influidos por ese resultado. Pensarlo o no, resulta casi ingenuo, porque hay una creciente presidencialización de la Convención y también un proceso inverso". 2