Las Salinas, definiciones para salir del limbo
El reciente informe, en opinión del presidente de la Cámara Regional de Comercio, muestra oportunidades que no se pueden desaprovechar. El estudio universitario se suma a uno anterior referido a la descontaminación del terreno formulado por académicos de las universidades Católica de Valparaíso, Santa María y de Playa Ancha.
La controversia y la tentación negacionista ante el informe sobre el positivo impacto económico del proyecto Las Salinas no pueden extrañar, pues está en juego una iniciativa de alta importancia urbana.
El Observatorio de Ciudades de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) concluyó que el proyecto inmobiliario, al décimo año de funcionamiento, agregará US$ 2.300 millones anuales al PIB regional, con 126 mil puestos de trabajo y un aporte del 3% del presupuesto comunal.
La iniciativa para las 15,9 hectáreas que por décadas ocuparon las petroleras, contempla el uso inmobiliario del 40% del predio, 350 mil metros cuadrados construidos, donde se ubicarían viviendas y servicios en un entorno de espacios públicos vinculados con la trama urbana de la ciudad. En lo habitacional se contemplan primeras viviendas, de las cuales del 15% al 20 % serán de integración social.
Para José Pakomio, presidente de la Cámara Regional de Comercio, el proyecto Las Salinas es una oportunidad que no se puede desaprovechar. En tanto, Javier Álvarez, vocero de la Asociación Gastronómica y Cultural del Barrio Poniente, sostuvo que la iniciativa "nos ayudaría a posicionar mejor a Viña del Mar dentro de las mejores ciudades a nivel latinoamericano. Creemos que es una buena oportunidad".
Desde la municipalidad, el concejal RN Carlos Williams afirmó que, de acuerdo a lo señalado por el estudio, el proyecto "reportará grandes beneficios económicos para la ciudad y para la región". Su colega DC René Lues destacó también los resultados del trabajo y la importancia del predio para el desarrollo de la ciudad. Crítico fue el concejal comunista Pablo González, al calificar el estudio de economicista, "con una mirada más bien individualista y materialista de cómo debe ser la ciudad".
Gabriel Muñoz, abogado de la Corporación Pro Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar, descalificó el informe, afirmando que la PUC "tiene salas con el nombre de Copec, por lo tanto, este estudio, que ha sido pagado por la empresa Las Salinas, destaca por la falta de criterios académicos, científicos y, sobre todo, objetivos". La misma posición condenatoria expresó Gonzalo Pavez, vocero del grupo que postula un parque para el área. No se puede olvidar que este informe universitario se suma a uno anterior referido a la descontaminación del terreno formulado por académicos de las universidades Católica de Valparaíso, Santa María y de Playa Ancha. Estos pronunciamientos pueden ser objetados, pero dejando de lado descalificaciones sobre presiones económicas a los académicos y sus organizaciones.
Lo que importa a la ciudad y la región es llegar a una definición sobre el destino de esos valiosos espacios, que no pueden seguir en el limbo expuestos a una toma. Bien utilizados deben dar una alta rentabilidad social, tomando en cuenta factores económicos y urbanísticos.