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instructor en las mismas escuelas. Fue natural, luego, buscar armar la suya propia.

El surfista impulsó colaborativamente el proyecto de la Beach House, pensada desde el principio como una escuela y cafetería. Sin embargo, una marejada destruyó el local, además de la sociedad con la que surgió la iniciativa. A partir de ese punto inició un nuevo proyecto, y los últimos nueve meses siguientes los invirtió en eso.

Para locatarios como Felipe el verano es crítico. "Hay ocho fines de semana en toda la temporada", contabiliza. "En ellos tienes que hacerte las lucas para el año, y lo que ganas un par de días es relativo a lo que otros emprendimientos hacen en uno o dos meses". El efecto se acentúa sensiblemente si la fecha cae en el cambio de año.

Patricio Zimmermann es uno de los cuatro concesionarios que gestionan Aguas Blancas. Desde hace 30 años, una fracción de la costa -mantenimiento, seguridad, kioscos "e incluso la arena", asegura- está bajo su jurisdicción. Tanto los sectores de Felipe Chellew como de Denise Morales entran en su estructura administrativa.

Zimmermann evoca el comienzo de su negocio como una época donde el caudal de ingresos nacía de los puestos de alimentos. Con el aumento demográfico, la multiplicación de restaurantes y supermercados en el sector, "ya no es lo mismo". "Aparte de que están instalando un Jumbo ahora", agrega, en alusión a un proyecto en desarrollo en la entrada de Maitencillo.

La aparición de la fragata implicó para Zimmermann "una merma enorme, porque asusta a la gente, corriéndola de la playa". El administrador toca el punto de la población flotante que visita el balneario. "La gente que viene de Santiago, que baja de Marbella, se enoja. No pueden estar aquí, los salvavidas los echan, y fue un solo día que aparecieron".

Zimmermann, Chellew y Morales coinciden en que, las autoridades carecen de un protocolo que tenga en consideración a los sectores afectados. "La prensa hace su show, mete miedo del apocalipsis de las medusas, se mete en la cabeza de todos, y nadie baja a la playa", acusa Felipe. "Pero cuando terminan y ya no llegan (las fragatas), ¿a quién le avisan?".

El rescatista Carcovich, sin ir más lejos, quien se había encargado de monitorear la situación con la capitanía, no supo que la restricción sobre Aguas Blancas se había levantado -lo que fue anunciado por la seremi de Salud el martes 4- hasta que le preguntamos cómo iba la reapertura.

"Las fragatas llegan todos los años, y siempre están un par de días y se van. ¿Por qué cierran la playa ahora? Además, ¿por qué cierran ésta, y la de El Abanico, que está al lado, sigue abierta?", se pregunta Felipe Chellew. "Encuentro que no se usan los criterios adecuados. Siembran el miedo y no educan. En Chile tenemos 4.000 kilómetros de costa, y la gente vive de espaldas a ella".

BANDERAS aMARILLAS

La teniente Paula Barrientos -de la Capitanía de Puerto de Quintero- en conversación con CNN Chile el 29 de diciembre, explicaba que la duración del decreto estaba sujeta a la aparición del hidrozoo en las costas clausuradas.

El documento establece que deben pasar 24 horas desde el avistamiento del último espécimen varado para levantar la restricción.

Sin embargo, Barrientos no descartó que es "muy probable que sigan apareciendo ejemplares en otras playas".

Otras dos bahías de la comuna de Puchuncaví quedaron adscritas al decreto ministerial de Aguas Blancas: Quirilluca y La Luna. En año nuevo, la seremi puso la bandera amarilla, por las mismas razones, en las localidades costeras de Chépica -A y B- en El Tabo, y en la Playa del Deporte, en Viña del Mar. Dos días después, Cachagua, en Zapallar sufría la misma suerte.

El 4 de mayo del 2020 la autoridad sanitaria registró más de 200 fragatas en Ancud. El 23 del mismo mes, alrededor de 500 fueron halladas en el borde costero de Quemchi. Ambas localidades en Chiloé. Entre los días 9 y 11 de marzo del 2017, la Capitanía de Puerto de Lebu registró un número no precisado de Physalia physalis en las arenas de Quidico -Tirúa-, en Millaneco y Larga en Lebu. Antes, en 2015, cerraron Papudo, Las Conchitas, Los Enamorados y El Durazno, en Quintero.

Los registros más antiguos se remontan a 1938, en las islas de Juan Fernández y Rapa Nui. En ese entonces no se usaban banderas amarillas para indicar precaución.

¿qUÉ HACER EN CASO DE PICADURA?

Es 4 de enero, el día en el que la gobernación levantó el cierre costero. Pilar Andrade está de visita en Aguas Blancas tomando el sol. No estaba informada de la fragata. Ante la exposición del tema, su cara muta en una expresión de sorpresa y temor no bien escucha los efectos que los mil cnidoblastos microscópicos disparados al instante por un minúsculo tentáculo pueden tener en las personas.

"Debería estar mejor señalizado", menciona, volteándose a ver el mar donde chapotean sus hijos, a metros de la bandera amarilla que aún flameaba en el balneario.

Al escuchar el comentario, Denise se sonríe. "Tengo el tremendo cartel sobre el covid y me mandan igual a los niños sin mascarilla a comprar. La gente no entiende". Pero advierte que quienes bajan a bañarse con la bandera amarilla y no siguen los protocolos del virus, son justamente quienes vienen de paso.

El decano de la facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Valparaíso, doctor Ricardo Bravo -ver entrevista aparte-, explica que ante el contacto con una fragata portuguesa "lo primero es evitar rascarse o frotar la piel en que se produjo el daño por el roce con los tentáculos del hidrozoo". Además, advierte que "nunca se debe usar agua dulce para lavar la zona (ni vinagre u orina), pero sí se puede lavar la piel con agua salada".

El académico expone que el agua dulce "genera un cambio osmótico, haciendo que se disparen más células con veneno". La sugerencia del experto es aliviar la sensación de quemadura característica de la physalis con "compresas frías por varios minutos (unos 10), usando una bolsa de plástico llena de hielo, muy protegida dentro de otra bolsa plástica, para que el agua dulce no entre en contacto con la piel dañada".

"El frío favorece la desnaturalización de la toxina y evita que pase a la sangre", donde los efectos sobre la fisionomía afectada pueden aumentar, agrega. Las medidas deben ser tomadas de inmediato, sin que medie más de una hora desde el contacto entre el ejemplar y la persona. Si, tras los primeros auxilios, el afectado sigue con temblores, náuseas o dificultades respiratorias, se debe llevar con urgencia a un centro médico.

No obstante, el científico aclara que "las picaduras son roces casuales de los tentáculos con la piel. No existe por parte del animal una conducta agresiva para 'picar'".

Respecto al potencial peligro de enterrar cien fragatas portuguesas altamente venenosas en un mismo compartimiento, el doctor Bravo recuerda a su colega Roberto Koch, que, en los albores de la microbiología, descubrió que enterrar a los animales tóxicos era la solución definitiva al problema social que representan en nuestras playas. 2

eN LA PLAYA DEL DEPORTE, vIÑA DEL mAR, EL impacto se amortiguó por la constante actividad que en ella se desarrolla.

"Cerrar las playas es una forma De abordar el problema"

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"La llamada fragata portuguesa, o falsa medusa, cuyo nombre científico es Physalia physalis, tiene registro en las costas de Chile desde largo tiempo. Las primeras investigaciones publicadas en revistas científicas datan de 1935 y 1958, con ejemplares recolectados frente a las Islas juan Fernández e Isla de Pascua", señala el decano de la Facultad de Ciencias del Mar y de Recursos Naturales de la Universidad de Valparaíso, Ricardo Bravo.

El doctor en Ciencias Biológicas con mención en Ciencias Marinas explica que la presencia de esta especie en nuestras costas ha estado asociada a fenómenos oceanográficos que implican un aumento de temperatura del mar, como fue el caso de fines de 2016 y comienzos de 2017, cuando se registró el Fenómeno El Niño, con un inédito aumento de aguas cálidas que propició un incremento de la especie y varamiento de muchos ejemplares en las playas.

-Así como dejó de verse en las playas de la zona que fueron cerradas a fin de año y reabiertas el martes 4, ¿podría volver en los próximos días o semanas a los mismos lugares?

- No es factible descartar la presencia de fragata portuguesa en las semanas siguientes, con varazones en las mismas playas o en otras. Dependerá de la abundancia de esta especie este año, y del comportamiento de vientos y de corrientes marinas superficiales que las trasladen hacia las costas.

-¿Qué significa que vivan en colonias? ¿Cómo es su vida fuera de las costas? ¿Por qué varan en Chile?

- En realidad, no es que vivan en colonias, cada ejemplar es en sí mismo una colonia, que se compone de varios organismos que cumplen funciones distintas. Esta especie se distribuye generalmente en mar abierto, donde se reproduce y se alimenta de pequeños crustáceos, de juveniles, de peces, porque es depredadora. Varan en las costas de Chile, principalmente porque son trasladadas desde zonas oceánicas de mar abierto por vientos, los que empujan esa estructura similar a un flotador inflado con gas (neumatóforo), que sobresale en la superficie del mar. Pero también son llevadas por las corrientes marinas superficiales, que las arrastran debido a sus largos tentáculos que se hunden en la columna de agua.

- Hay informes de 2004 que hablan de una "tradición" de esta especie de varar en nuestras costas. ¿Cerrar las playas es la única solución?

- Teniendo en cuenta que la distribución de la fragata portuguesa en las costas de Chile abarca más de 3.000 km, desde Arica hasta el sur de Chiloé, esta especie es una amenaza potencial para la salud humana, considerando las múltiples playas recreacionales que se encuentran en esta enorme área. Cerrar las playas es una forma de abordar el problema, pero también lo es el que personal especializado retire los ejemplares varados en la arena, y eventualmente los que flotan cerca de la costa. Luego, monitorear la costa, hasta que ya no haya más indicios de estos ejemplares. También importa el que haya carteles explicativos en las playas para enseñar a los bañistas qué hacer. Por ejemplo, si al nadar se observan estos organismos, dar cuenta a la Autoridad Marítima. Las picaduras son roces casuales de los tentáculos con la piel. No existe por parte del animal una conducta agresiva para "picar".

- ¿De qué factores depende la gravedad de la reacción frente a una picadura y quiénes deben tener máximas precauciones?

-La gravedad de la "picadura" va a depender de la mayor o menor susceptibilidad de la persona afectada a las toxinas presentes en los tentáculos del hidrozoo. Basta solo un roce de la piel de una persona con ellos para que se disparen miles de microscópicas estructuras tipo "arpones" denominados nematocistos, algunos de los cuales tienen variadas toxinas, con efectos hemolíticos, neurotóxicos y hemotóxicos. Los efectos pueden ser múltiples, desde un intenso dolor en la zona afectada, similar a una quemadura, náuseas, vómitos, necrosis de la piel afectada, hasta síntomas más sistémicos, como dificultades para respirar, paro cardiorrespiratorio, y en casos extremos, la muerte. Los más susceptibles a estas toxinas son las personas con reacciones alérgicas graves, y también los niños, debido a que la picadura en ellos puede involucrar mayor superficie corporal, en relación al menor peso del niño. Por otro lado, los adultos mayores son más susceptibles que personas más jóvenes debido a que presentan mayor fragilidad fisiológica. 2