Expositores del rubro gourmet, vestuario, calzado, decoración, tejidos, accesorios, complementos, vinos, decoración sustentable y artículos hogar, entre otros, donde destaca la manufactura y calidad de los productos, se dan cita cada sábado y domingo en Patio Curauma, un espacio para emprendedores que se ubica en Avenida Borde Laguna número 10.

Según explica Carolina Zapata, directora de DP&AZ Producciones, empresa organizadora de Patio Curauma, "este es un evento que busca ofrecer una excelente vitrina al emprendimiento de la Región de Valparaíso y sus alrededores. Destaca por su atención, innovación, calidad de los expositores y la orientación de elevar el nivel de los productos, trabajos y servicios que ofrecemos en conjunto. Tenemos una participación que va desde 50 a 90 expositores, dependiendo de las fechas".

Sobre los inicios del proyecto, la organizadora cuenta que "partimos como una plataforma publicitaria de emprendedores que funcionaba de manera gratuita, denominada Diseño, Paladar y Azar, porque mostrábamos artículos de diseño, productos gourmet y hacíamos concursos. Estuvimos con ese proyecto desde marzo a diciembre de 2020, momento en el cual los emprendedores que participaban de manera virtual me pidieron hacer un showroom. Estábamos en fase 3, pero no había vacunas, así que nadie nos arrendó un lugar, así que decidí hacerlo en el patio de mi casa, donde junté a 32 emprendedores e hicimos el primer Patio Curauma. Fueron tres en casas en un principio y de ahí dimos el salto a espacios grandes hasta llegar a Borde Laguna, donde estamos desde el 26 febrero de 2021". c&p

El período de mayor probabilidad de ocurrencia de incendios forestales en la Región de Valparaíso va de diciembre a marzo y es por ello que la Reserva Nacional Lago Peñuelas, entorno protegido que depende de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), cuenta con un plan de contingencia para prevenir y enfrentar los siniestros, que han presentado un incremento significativo en la intencionalidad.

Óscar Salazar, administrador de la reserva, indicó que "cada año vamos actualizando un plan de contingencia, el cual contempla las condiciones mínimas para que nosotros podamos ojalá, en una primera instancia, prevenir incendios forestales a través de una labor educativa a nuestros visitantes y charlas del Programa de Educación Ambiental de Conaf que se dictan en los colegios, donde se aborda el tema de los siniestros y cómo prevenirlos".

El administrador de la unidad agrega que "después vienen todas las medidas internas de la reserva, que son el patrullaje y la vigilancia, para lo cual hoy tenemos habilitado un dron operado por funcionarios que están capacitados y acreditados como pilotos RTA. Luego viene lo que es la preparación propiamente tal para el combate de incendios forestales, con capacitación a los guardaparques para poder hacer combate inicial de incendios. Los guardaparques cuentan con el equipamiento necesario y tenemos un vehículo con un estanque con 500 litros de agua para la primera intervención y herramientas manuales también".

Además, se contempla un plan de evacuación para visitantes en caso de que haya personas en la reserva durante un incendio forestal que afecte las zonas de uso público.

Óscar Salazar indicó que "esto es el plan propiamente tal, pero también hay medidas de coordinación con el personal de OS5 de Carabineros, donde hacemos patrullaje aleatorios con ellos en diferentes sectores o patrullaje en conjunto diurnos y nocturnos, así como patrullajes perimetrales dentro de la reserva".

A lo anterior se añade la construcción de caminos y cortafuegos, así como el aumento de personal para la atención de público, lo cual permite que los guardaparques se dediquen en un 100% a las labores de protección o combate inicial de incendios en el caso de que se requiera.

ÁREAS CRÍTICAS

Respecto a las áreas más complejas dentro de la reserva nacional en el caso de ocurrir un siniestro, el administrador de la unidad detalló que "hay dos áreas que son altamente vulnerables para nosotros. Se trata del camino antiguo Valparaíso-Santiago, que va entre Melosilla y Peñuelas, y la Ruta 68, por el alto tráfico de personas que circulan por allí. Son zonas críticas para nosotros, porque circula gran cantidad de personas y vehículos, sobre lo cual no tenemos control, ya que basta que una persona tire una colilla de cigarro o derechamente tenga la intención de provocar un incendio, ante lo cual nosotros no podemos hacer nada".

"Después los grandes incendios del periodo 2019-2020 -detalló Salazar-, la Reserva Nacional Lago Peñuelas tiene una superficie muy importante de bosque nativo, que hoy es prioridad para nosotros mantenerlo y que ojalá se convierta en un bosque nativo naturalizado. Si bien las especies nativas que hay en el parque tienen mayor resistencia y mejor resiliencia a la hora de reaccionar tras un siniestro, lamentablemente el estrés hídrico que afecta a la región no nos permite decir lo mismo. Hoy un incendio forestal se comporta de la misma forma en arbolado nativo o en especies introducidas como el pino o el eucaliptus, porque tienen bajo porcentaje de humedad. Los incendios son muy rápidos, sumado a que hay mucha vegetación muerta, como pasto y ramas árboles que se han ido secando, que es material disponible para los incendios forestales". c&p