No hay destino sustentable si no hay seguridad de por medio fue la acertada afirmación del presidente de la Cámara de Turismo y Comercio de Reñaca, Santiago Pérez, ante la baja del número de visitantes al tradicional sector veraniego y residencial de Viña del Mar.
El tema de la inseguridad, que golpea fuerte en el centro de la comuna, también afecta a Reñaca. El dirigente hace un llamado a la alcaldesa Macarena Ripamonti a emprender un trabajo mancomunado entre la parte pública y la parte privada, con una mirada joven -destaca que la nueva jefa comunal es joven-, pero "también llevada por gente que lleva más tiempo en el turismo y pueda aportar miradas, formatos para hacer".
Pide el presidente de la Cámara, tras reuniones realizadas con la alcaldesa, resultados a corto plazo. "No grandes resultados, pero sí pequeños resultados que vayan conformando un trabajo futuro", sostiene. El dirigente habla con la experiencia de un rubro importante que viene siendo golpeado desde hace largo tiempo, tanto por la pandemia, como por la inseguridad, y en octubre de 2019, por la violencia desatada con saqueos e incendios de locales comerciales.
Se ha trabajado por ponerse de pie y se ha concretado importante inversión pública en vialidad facilitando movilidad y acceso. Hay avances pero es indispensable sumar a la oferta de hotelería y gastronomía un marco de seguridad, tanto para los visitantes y residentes como para locales y vehículos. En lo contingente, se debe agregar además al acuciante aspecto sanitario, frente que no da tregua.
Y es ahí donde aparece la responsabilidad del sector público, de las policías y de la Municipalidad con su red de seguridad que debe ser reforzada en sectores que, paradojalmente, se convierten en blanco de la delincuencia ante la afluencia estacional de visitantes.
Y este punto refiere a la comuna de Viña del Mar en general, que es un tradicional destino turístico nacional e internacional que no escapa a la ola delictual con presencia de droga y, lo que es peor, homicidios y ataques con armas de fuego. Parte del problema, que también afecta a Reñaca, es el comercio ambulante. Es cierto que la Municipalidad en seguridad no puede ejercer un rol represivo, pero sí puede tener presencia preventiva e informativa, sin reservas, en estrecha colaboración con las policías y con las organizaciones del comercio y las juntas de vecinos. Es posible también, como se ha hecho en algunas comunas, que pueda entregar asistencia jurídica a las víctimas.
El tema de la seguridad dadas las condiciones actuales, adquiere desde el punto de vista del turismo y de la calidad de vida en general, tanta importancia como la infraestructura, pues ese aspecto es base fundamental para el desarrollo de cualquier actividad y para la vida diaria de toda la población.