Videos y mensajes dan cuenta de secuestro de Juan González
JUDICIAL. En la población Joaquín Edwards Bello lo amenazaron con un fusil. Audios entre integrantes de una banda criminal revelan inéditos antecedentes.
Atres semanas de la desaparición de Juan González Farfán (39 años), el 13 de enero, ayer en la formalización de Daniel Silva Huerta (21) y un adolescente identificado como "F" (16), se dieron a conocer antecedentes clave que confirman que la víctima fue secuestrada desde su colectivo y llevado a una casa en la población Joaquín Edwards Bello, en Playa Ancha, Valparaíso.
En el lugar, de acuerdo a diferentes análisis - básicamente de secuencia de videos y pericias a los celulares que fueron encontrados en el auto del trabajador, vehículo detectado por Carabineros en Nueva Aurora un día después de la desaparición-, se habría establecido que a González Farfán le robaron, lo intimidaron con un fusil y luego lo ocultaron, no teniendo aún certeza de su paradero.
Cinco sujeto al menos, de acuerdo al relato de la audiencia, participaron del hecho: los dos imputados; uno denominado "El Cojo", otro conocido como "Poke" y una mujer que sería testigo clave de la Fiscalía. Los cinco, según se mencionó por las partes involucradas en la formalización, habrían tenido algún grado de participación en el hecho.
Sin embargo, hasta ahora la policía sólo ha detenido a dos involucrados. Respecto a ellos el juez Rodolfo Moreno decretó la prisión preventiva para Silva e internación provisoria para el imputado "F". Se dio un plazo de investigación de 120 días.
Esto porque el juez estimó que "las cámaras, el celular que fue encontrado en el auto de la víctima, los restos de sangre en el auto de la víctima, la testigo presencial (...), las conversaciones, la voz que inicialmente ha sido reconocida, lo mismo que la huella digital del menor de edad, dan cuenta de elementos suficientes a está altura de la investigación".
Silva mantenía órdenes de detención por una causa de tráfico de drogas y el menor de edad tiene una causa pendiente por robo con intimidación en La Ligua, también a un conductor de locomoción colectiva. Éste último no cumplió la cautelar de arresto domiciliario total.
Banda criminal y crimen
La Fiscalía estableció en audiencia que el actuar de los sujetos se hizo bajo una organización criminal. La fiscal jefe de Viña del Mar, Vivian Quiñonez, detalló que Silva Huerta, "apodado 'Dani', el imputado menor de edad y otro, alias 'El Cojo'", privaron a la víctima de su libertad "exhibiéndole un arma de fuego, tipo fusil, con el fin de intimidarlo y obtener respecto de éste sus claves bancarias".
La persecutora, explicó que "fue agredido físicamente por los imputados y le sustraen con ánimo de lucro, y contra su voluntad, especies de su propiedad, entre ellas; dinero en efectivo, tarjetas bancarias, una cadena de plata, sus anillos y el automóvil". Luego tratan de ocultar el delito.
Posteriormente, agregó, "introducen a la víctima en el portamaleta del automóvil y la trasladan a un lugar, aún no establecido a la fecha". El día 14 enero Carabineros recupera el auto en Nueva Aurora, mismo día que la familia de Juan interpuso una denuncia por presunta desgracia.
Con ello se inició la investigación. En el colectivo encontraron los dos celulares y manchas pardo-rojizas que verificaron que era sangre de la víctima, analizan los celulares -uno del imputado Silva- y ahí detectan diversos mensajes como: "Voy en el coleto, no tengo internet para llamar y el viejo del coleto va de sapo"; "ya sabí po' hermano mío que hay que cuidar la empresa"; y el 14 de enero dicen "había que ocultar al finao".
El 17 de enero fiscalizan el domicilio, encuentran el fusil y el lugar estaba totalmente limpio, pero detectaron manchas pardo-rojizas que están en análisis. Se referenció el celular de la víctima que había estado en ese domicilio. Hay videos que están en análisis, al igual que audios, y la testigo clave informó que hubo una pelea y el 14 en la tarde el imputado Silva habría dicho que "había que ocultar al finado, estaban desesperados".
Las defensas de los imputados, en tanto, sostuvieron que no se podía acreditar el secuestro porque no había cuerpo y no estaba la persona que diera cuenta de agresiones o lesiones. La defensora del menor, Romina Borgeat, argumentó que por declaraciones de testigos "él (la víctima) podría estar involucrado en algún tipo de problema, toda vez que indica que desde el año 2018 en adelante, él se habría ido del domicilio a vivir con un amigo y que había comenzado a traer dinero que no se conocía el origen" y refutó las pruebas de la Fiscalía. Los argumentos no fueron acogidos.
Mientras, el subjefe de la Brigada de Homicidios de la PDI, Walt Dapremont, recalcó que continúan realizando diligencias para dar con el paradero de la víctima y dijo que "se logró establecer que ambos sujetos forman parte de una banda criminal que opera en la Región de Valparaíso, que se encuentra ligada al tráfico de drogas".
"Fue agredido físicamente por los imputados y le sustraen con ánimo de lucro, y contra su voluntad, especies de su propiedad".
Vivian Quiñonez, Fiscal jefe de Viña del Mar