Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Servicios
  • Espectáculos

(viene de la página anterior)

E-mail Compartir

será recordado "como un Presidente que, no obstante logró llegar al poder por segunda vez, dilapidó rápidamente ese triunfo histórico y a la postre dejó a su coalición y al país en una situación muy delicada, inimaginable pocos años atrás".

Alvarado es categórico: "Es un verdadero fracaso político dejar instalados un sucesor del Frente Amplio en La Moneda y una Convención Constitucional de talante refundacional. Ni el más pesimista de los pronósticos proyectaba algo así. De hecho, el piñerismo nos prometió tiempos mejores, un proyecto político de al menos ocho años, etc. Es tragicómico recordar esas cosas hoy".

El sociólogo, académico, escritor y columnista Ernesto Ottone, quien fue jefe de asesores del Presidente Lagos, recuerda que al momento de asumir su segundo mandato, existía cierta crispación en la sociedad producto de que las reformas realizadas por la Presidenta Bachelet no tuvieron el apoyo esperado. "Piñera prometió un gobierno que entre otras cosas repondría el crecimiento, pero le vinieron las siete plagas de Egipto. Le tocaron el estallido social y la pandemia, dos situaciones muy fuertes para un gobierno, y para lo cual él no estaba preparado. Pasó primero por un periodo de estupefacción y nunca logró estabilizar y levantar cabeza"-.

Carlos Huneeus (DC), abogado y doctor en ciencia política, exdirector del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea y profesor de la Universidad de Chile, cree que "pasará a la historia como un muy mal presidente" porque "desconoció la naturaleza del conflicto en La Araucanía, reduciéndolo a una cuestión de orden público, agravando su intensidad; tuvo un pésimo desempeño ante el estallido social ignorando las demandas ciudadanas por las bajas pensiones, los altos costos de la educación y la salud y por los abusos de empresas privadas, sin tener autoridad sobre Carabineros para controlar la violencia de grupos minoritarios en el marco legal".

Argumenta que en ese conflicto "se puso de manifiesto la tensión que hubo entre sus enormes y poderosos intereses económicos -su fortuna es en torno a 0,94% del PIB- y los intereses nacionales, priorizando los primeros, y entregó la Constitución para descomprimir el conflicto social, sin adherir a los principios y objetivos del proceso constituyente, del cual guardó distancia".

Entre las vacunas y la delincuencia

Hay consenso desde Chahuán hasta Camila Miranda en identificar la compra y el proceso de colocación de vacunas contra el covid 19 como el punto más alto de la administración Piñera, que -observa Ernesto Ottone- "puso a Chile en una situación de mayor protección que la de muchos otros países, después de un primer período, por así decirlo, de ensayo y error, como en todo el mundo".

El presidente de RN menciona como el punto más bajo la forma de abordar el conflicto en la Macrozona Sur, "que se logró revertir al término del mandato, a pesar de las múltiples ocasiones en que solicitamos el estado de excepción constitucional para restablecer el estado de derecho, los derechos y libertades de las personas".

También apunta al aumento de la delincuencia y la violencia en los hechos delictuales, aunque aquí atribuye responsabilidad a "una oposición obstruccionista que no permitió finalmente despachar en tiempo y forma los proyectos que estaban contemplados en el Parlamento para entregar herramientas a las policías y poder enfrentar este problema y el narcotráfico".

En la otra vereda, Natalia Piergentili dice que si bien la compra y el proceso de vacunación fueron eficientes, "en el ámbito social de la pandemia no fue lo mismo. Un gobierno sin legitimidad".

Claudio Alvarado plantea que si bien en la estrategia sanitaria el Presidente saliente tiene un mérito indudable, "los puntos bajos son múltiples y muy importantes, desde la dispersión inicial de prioridades que entonces no eran tales, nombrar un gabinete 'sin complejos' y olvidar la promesa de una clase media protegida, la que terminó siendo poco más que una página web, hasta el vasto elenco de desaciertos previos y posteriores al 18 de octubre de 2019".

Todo esto, agrega, "puede ser leído como un resumen de la trayectoria de Piñera: gran capacidad para 'gerentear' desastres naturales y nula habilidad para lidiar con conflictos políticos. En este último plano, los elásticos se estiraron hasta romperse y los resultados están a la vista, mal que le pese a la centroderecha y al país".

Para Carlos Huneeus, además de su desempeño en el estallido, los desaciertos fueron "la política de educación, buscando revertir las reformas aprobadas por el Congreso en el gobierno anterior y su estilo confrontacional con la comunidad escolar", como también "el problema de la inmigración, sin controlarlo y encauzarlo, para lo cual requería un acuerdo con los municipios y la cooperación internacional, especialmente con Perú y Bolivia, que no buscó".

Ernesto Ottone piensa que es injusto afirmar que no hubo ayudas sociales durante la pandemia, ya que en los registros de la CEPAL Chile es el país que aparece con mayores niveles de aquellas en ese periodo en toda América Latina, y en cuanto a la crítica a la tardanza en la llegada de ese apoyo señala que no se podía prever tampoco cuánto iba a ser lo necesario.

"También encuentro que, desde el punto de vista de la crisis social que se generó, es muy injusto acusarlo de una suerte de autoritarismo. Yo creo que se mantuvo dentro de los rangos de afrontarla con instrumentos democráticos, en lo que respecta al orden público". Dicho esto, añade, "fue un Presidente impopular, no logró despertar un entusiasmo ni un respeto muy grandes en la población, que fue muy crítica. No fue un Mandatario querido, y algunos gestos y formas suyas ayudaron a eso".

La presidenta de Nodo XXI remarca entre los puntos bajos "su abordaje del estallido social y las vulneraciones a los derechos humanos, la crisis de la política migratoria y del Wallmapu, en todas ellas naturalizando la acción militar. Otro punto crítico es en relación a la crisis climática, tanto por las incapacidades en la COP25, no firmar el acuerdo de Escazú y desde luego, por la determinación empresarial del gobierno en emblemáticos proyectos que atentan contra la biodiversidad y los ecosistemas, así como la vida de comunidades circundantes".

Hugo Herrera enfoca los desaciertos desde la perspectiva del déficit estratégico. Dice que el punto bajo "es su incapacidad severa de entender lo que ocurre en la arena política. El gobierno quedó dos veces completamente paralizado: en 2011, cuando las manifestaciones de los estudiantes y sus familias, y en 2019", cuando irrumpieron el malestar y las demandas por un cambio de rumbo.

Sostiene que en ambos casos el problema no fue de falta de inteligencia, sino que "su aparato conceptual, sus herramientas teóricas son muy estrechos: entiende a la política desde la gestión, la economía y la policía. Así, le resultó imposible, en ambas ocasiones y aún hoy, comprender lo que estaba y está ocurriendo en el nivel preciso del acontecimiento".

En 2011 y 2019, agrega el académico, "se trataba de procesos de pérdida de legitimidad continua del orden político, las élites y los discursos. Lo que se hubiera requerido, más que hablar de economía o sacar policías o militares a la calle, es haber impulsado salidas políticas con foco en esa pérdida de legitimidad y en cómo recuperarla: llevando adelante reformas institucionales, actualizando discursos y renovando élites".

De acuerdo al análisis del filósofo, "la incompetencia de Piñera fue tal en 2019, que tuvo que rescatarlo el Parlamento, es decir, un órgano diseñado para discutir y criticar, pero no para impulsar el proceso político. Fue el Parlamento, en verdad: Desbordes y los moderados de RN más la centroizquierda, los que parieron el acuerdo del 15 de noviembre y le dieron salida institucional a una crisis que de otro modo amenazaba degenerar en algo muy dañino".

Fue un Presidente impopular, no logró despertar un entusiasmo ni un respeto muy grandes en la población".

Va a ser recordado como un Presidente que tuvo que administrar y enfrentar tres crisis de envergadura".

Sigue en página 10

En las manifestaciones de 2011 y en 2019, y aún hoy, le fue imposible comprender lo que estaba ocurriendo".

"

hay consenso en que el punto más alto del mandato que termina es la vacunación que le otorgó protección a la población.

el desempeño del presidente ante la crisis social y política de 2019 y la respuesta a las demandas es una crítica recurrente.

"

"