Tradiciones y cambios marcarán el traspaso del mando de Piñera a Boric
POLÍTICA. Sólo 500 personas podrán estar en el Salón de Honor este viernes y deberán cumplir estrictas medidas sanitarias.
Este viernes se vivirá uno de los eventos republicanos más significativos que se realizan en Chile. Al mediodía, en el Salón de Honor del Congreso Nacional en Valparaíso, se dará inicio a la ceremonia en que la hasta ahora Presidente de la República Sebastián Piñera le entregará la Piocha de O'Higgins -símbolo del poder ejecutivo - a Gabriel Boric, para luego abandonar el lugar como parte del simbolismo de dejar el mando como ha pasado en las siete ediciones anteriores desde el regreso a la Democracia.
Pero la jornada comenzará temprano en las dependencias del Poder Legislativo, pues ese mismo día arribarán hasta el recinto los parlamentarios del Senado y la Cámara que ejercerán sus funciones por ocho y cuatro años, respectivamente. Entre los antiguos y nuevos compañeros de ambas salas se debe decidir quién presidirá la mesa. Un hecho que será fundamental, sobre todo en relación al Senado, puesto que el elegido será el encargado de presidir la ceremonia de cambio de mando.
En 2018 esta misión cayó en manos del que este 11 de marzo asumirá como ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes. Para este año, el que suena como sucesor de la DC Ximena Rincón es Manuel José Ossandón (RN), quien sería el encargo de ponerle la banda presidencial a Boric, la cual fue mandada a hacer al Sindicato Revolucionario Textil (Siretex).
Invitados confirmados
Cuando asumió el actual Mandatario hace cuatro años, entre quienes asistieron a la ceremonia en el Congreso hubo pares de otros países, e invitados como Cecilia Bolocco y Mario Kreutzberger. Sin embargo, la situación sanitaria que todavía atraviesa el país obligó no sólo a reducir la duración del traspaso -aunque en 2018 ya duró sólo 14 minutos-, sino también limitar los invitados que asistirán pasando de 1.380 en 2018 a 500, entre los que se contabilizan los senadores, diputados y ministros salientes y entrantes, aunque sin pareja.
Entre los invitados internacionales que ya confirmaron su presencia se encuentra el Rey Felipe II de España, quien vino por primera vez en representación de su país en 2010 cuando todavía era Príncipe, y en una ocasión que seguramente no olvidará: en medio de la ceremonia se dejó sentir una fuerte réplica del terremoto del 27 de febrero que obligó a evacuar el Congreso ante la posibilidad de un tsunami. Esta vez, el Monarca viajará acompañado por tres miembros del Gobierno: la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el de Relaciones Exteriores José Manuel Albares.
Otros que ya han confirmado su participación son los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou; el de Bolivia, Luis Arce; y el Congreso Peruano autorizó ya el viaje de Luis Castillo, aunque todavía no ha confirmado su viaje. Por su parte, Brasil enviará al vicepresidente Hamilton Mourao, luego de que el mandatario Jair Bolsonaro anunciara que no acudirá debido a sus "diferencias ideológicas" con Boric.
La mayoría de estas invitaciones corresponden al gobierno saliente, mientras que el Presidente Electo tenía 26 para su libre disposición. Entre ellos se encuentran el ex Presidente de Brasil Lula da Silva y el parlamentario español Íñigo Errejó, que ya declinaron su asistencia. Los que sí asistirán son el exvicepresidente de Bolivia Álvaro Garciía Linera, la parlamentaria peruana Sigrid Bazán y la activista brasileña Anielle Franco. Sergio Ramírez, opositor al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua aún no confirma su asistencia.
Medidas sanitarias
El objetivo es no dejar ningún detalle al azar, y sobre todo que prevalezca el tema sanitario. Por ello María Paz Grandón, jefa la división de Políticas Públicas Saludables y Promoción (Dipol) y representante sanitaria del gobierno saliente para esta ceremonia, ya visitó el Congreso y explicó detalles de lo que será el tema del Pase de Movilidad, que será obligatorio tanto para chilenos como extranjeros para la asistencia a la ceremonia.
Respecto a los invitados que vienen de fuera, explicó que se ha coordinado a través de Cancillería para enviar con tiempo las indicaciones sanitarias sobre todo para convalidar vacunas y la toma del PCR previo al embarque, y así evitar la cuarentena de siete días. Asimismo, se informó que a las afueras del Congreso, la Seremi de Salud de Valparaíso instalará un móvil de testeo de antígeno por si alguien presentara síntomas de covid-19.
Otro tema preponderante será el de seguridad. Dentro de las preocupaciones de Carabineros están los traslados de las autoridades entre Santiago y Valparaíso, así como la seguridad en los seis hoteles que se usarán en la capital para la recepción de invitados, y el perímetro del Congreso que tendrá un anillo de seguridad como sucede todos los años.
Según informó "La Tercera" son 4.500 funcionarios para cubrir todas las necesidades. Esta semana, en los días previos, se harán nuevas revisiones; mientras que la jornada anterior se dispondrá de la usual alfombra roja por donde entrarán los invitados.
"