La reunión de los ministros de Exteriores de Ucrania y Rusia, el encuentro de más alto nivel desde que comenzó la invasión hace dos semanas, terminó sin avances para acordar treguas y corredores humanitarios, ante la negativa de Moscú.
Tras apenas dos horas, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, y su par de Rusia, Serguéi Lavrov, terminaron la reunión que mantuvieron en la ciudad turca de Antalya sin más acuerdo que el de mantener abierto el diálogo.
Kuleba, que aseguró haber acudido para negociar especialmente un pasillo para evacuar la ciudad de Mariúpol, asediada por las tropas rusas, achacó el fracaso a que su interlocutor no tenía autoridad para asumir compromisos.
"Hablamos de un alto el fuego de 24 horas para resolver los asuntos humanitarios más urgentes. No hemos hecho progresos porque, al parecer, en Rusia hay otras personas que deciden eso", dijo el diplomático.
Pero Lavrov negó que en ese hospital hubiera pacientes y acusó "a los medios occidentales" de estar presentando únicamente "el punto de vista ucraniano".
"Absolutamente no se ha llevado a cabo ninguna misión de atacar objetivos en tierra por parte de la aviación rusa en la zona de Mariúpol", dijo por su parte el portavoz de Defensa ruso, Igor Konashenkov. "Es una verdadera provocación orquestada por las autoridades de Kiev", afirmó.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró a su homólogo estadounidense, Joe Biden, que continuará con sus esfuerzos para conseguir una solución política a la guerra en Ucrania, mediando entre Moscú y Kiev.
Según la presidencia turca, en su conversación con la Casa Blanca, Erdogan subrayó la importancia de que Turquía mantenga una posición que le permita hablar con las dos partes del conflicto para facilitar una salida negociada.
El ministro de Exteriores turco, Mevlüt Cavusoglu, señaló que "en este encuentro se ha hablado también de una cita a nivel de líderes. Kuleba dijo que Zelenski está dispuesto a ello y Lavrov dijo que Putin no está en contra".
6.000 soldados rusos y 4.000 ucranianos han muerto desde el inicio del conflicto, según Estados Unidos.