Correo
Reflexión
Quisiera responder la carta enviada por cinco personas y publicada en su Diario el día jueves 10 de marzo.
Agradezco el tono de la carta, aunque difiero del contenido:
1.- Un sacerdote no pierde su condición de ciudadano, ya que participa con todos sus derechos civiles, contribuyendo en sus discusiones, pagando sus impuestos y participando en las votaciones.
2.- Nunca he usado "la prédica" para participar en la contingencia política, eso sería un abuso de poder.
3.- Los "amarillos" me convencen porque no son de ideologías conocidas y menos de partidos políticos. Es un grupo de hombres y mujeres libres que hasta hoy superan los 30 mil inscritos y siguen subiendo. Su único norte y propósito es el bien y el futuro de Chile.
4.- De darse el caso de un rechazo a la nueva Carta Magna, cuestión que no está decidida aún, es parte del juego democrático y, de hecho, viene escrito el voto de rechazo en la papeleta.
5.- Ustedes comprenderán que si el texto propusiera la vuelta de la esclavitud, el aborto a todo evento, la pérdida de los padres de elegir la educación para sus hijos, la libertad de culto y muchos etc., claramente votaría por el rechazo. La postura de los "amarillos" está en la etapa de colaborar por el éxito de este trabajo constitucional.
6.- Me parece infantil y regresivo en la historia de la Iglesia, denunciar a la autoridad eclesiástica a una persona natural que además es sacerdote, alguien que expresa sus opiniones como cualquier chileno.
7.- Esto, les guste o no, más cuando luchamos por la libertad. Así como en Ucrania civiles y religiosos dan hasta la vida por la defensa de las suyas, me imagino que nosotros podremos hacer lo mismo en Chile por la defensa de las libertades conquistadas en estos más de 200 años de historia. ¿O no podemos?
P. Enrique Opaso Valdivieso
La realidad
Me sorprende lo tardío de la columna con la que un grupo de lectores intenta silenciar al padre Opaso (10 de marzo), puesto que el artículo que critican, "Los amarillistas nos declaramos oficialmente en estado de reflexión", fue publicado en la "Tribuna del Lector" el 17 de febrero. Curiosamente, este blindaje a la Convención coincide con su creciente desprestigio.
He vuelto a leer el citado artículo y concluyo que describe exactamente la realidad. En efecto, todos estábamos esperanzados con "la paz acordada transversalmente por el mundo político". Lamentablemente, fue un anhelo frustrado "para muchos chilenos que buscamos el centro, la gradualidad, los acuerdos, lo racional". Los convencionales empezaron a darse "gustitos personales y locuras intolerables". Por tanto, decía el hoy cuestionado sacerdote, si no hay una jornada de reflexión para enmendar lo obrado, habrá que empezar a preparar el rechazo: "Todos queremos una nueva Constitución, pero no este imbunche que puede envenenar lo que entendemos por país".
Si aquello era válido a mediados de febrero, el agua que ha corrido bajo el puente y el maximalismo identitario de muchos convencionales hacen pensar que talvez el padre Opaso se quedó corto.
Miguel Á. Vergara Villalobos
Valores fundamentales
El 10 de marzo se publicó una carta de cinco laicos de la Iglesia Católica, que criticaron al padre Enrique Opaso por declarar que "los amarillistas nos declaramos oficialmente en estado de reflexión".
La Iglesia -y los sacerdotes en ella- ha hecho, hace y hará política y ni siquiera el silencio es neutral, porque significa aprobar o desaprobar algo. La Iglesia, es cierto, no está llamada a ser experta en política, sino en evangelización. Esa es su misión y tarea. Anunciar eficazmente la buena nueva a todos los hombres, es decir, la intervención de Dios en la historia de los hombres, un Dios que nos salva gratuitamente en Jesucristo, ligándose irrevocablemente a nuestro destino.
Hay decisiones y acciones en el terreno político que lesionan valores fundamentales del hombre y que desvirtúan el verdadero sentido de la existencia cristiana, tanto a nivel personal como comunitario. Callar frente a un orden (desorden), ciertamente injusto, sería traicionar el Evangelio y, por lo tanto, fallar en la misma vocación. La Iglesia debe denunciar proféticamente y rechazar en virtud a su amor a Jesucristo todo sistema y partido que no respete el derecho de los débiles, que no admita la libertad -incluida la religiosa- como derecho inalienable de la persona, que cierre el paso hacia una efectiva participación de todos, que no garantice el desarrollo integral del hombre, promoviendo, en particular, los valores de justicia, libertad, solidaridad, reconciliación, responsabilidad y apertura a lo espiritual.
Bien por el padre Opaso, felicitaciones, y cuenta con un gran apoyo y reconocimiento como pastor y evangelizador de miles de feligreses.
Fernando Palma Trujillo
Cambio de mando
Hasta el último minuto, nadie sabía quién iba a entregar la banda presidencial al nuevo Mandatario. ¿Cómo, me pregunto, desean guiar un país ciudadanos que improvisan asuntos importantes? Cientos de abrazos. Todos con sus hermosas corbatas, excepto el mandamás, que gobernará el país sin ella.
Y Chile, como siempre, avivando a los ministros entrantes que manejarán el futuro. Y una dama de blanco, con un abanico inmenso en su cabeza, se mostró muy ufana, paseándose por el prado de Cerro Castillo.
Juró el nuevo mandamás. Todo Chile le desea mucho éxito en estos cuatro años al rey, sin corona ni corbata, el número 34, que gobernará al país.
Renato Norero V.
Wanderers
Qué triste comienzo en el torneo 2022 de Primera B ha tenido nuestro Santiago Wanderers de Valparaíso. De no ser por los agónicos empates en los últimos segundos de partido, llevaríamos cero puntos en tres fechas. Fue algo milagroso. He llegado a pensar que esos agónicos goles, en realidad no los hizo ni Thomas Amilivia ante el "Chago" Morning ni Ezequiel Rescaldani ante San Luis de Quillota. Juraría que sus autores fueron Guillermo "Yemo" Díaz y Óscar "Cachín" Blanco. O bien Armando Tobar y don Arturo Acuña. O bien otros jugadores wanderinos que ya no están con nosotros y que en su desesperación, como todos los caturros del mundo, desde el cielo ayudaron a que esos balones ingresaran en los segundos finales, para salvar la honra y honor de nuestro alicaído club.
Francisco Truyol Canessa