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POR EUGENIA GARRIDO

IDEAS & DEBATES El nacimiento del surrealismo en Paris, de Marcel Duchamp a Salvador Dalí

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Sue Roe, con bastante realismo, nos aporta coloridas, imágenes que reviven con una magia especial a los numerosos artistas que dieron vida a dos movimientos artísticos de vanguardia: el Dadaísmo y el Surrealismo, cuya ocurrencia se dio en la primera mitad del siglo XX.

Nos entrega la autora aspectos de la vida de ese sector, el barrio de Montparnasse, en Paris. Los artistas que se reunían siguiendo a Picasso en torno al Moulin Rouge, se trasladan allí, donde reina una verdadera explosión de alegría, que invita a la participación , al intercambio de ideas, a la amistad. Los lugares predilectos son el Café de Dome y el Café de la Rotonde y el Bal Boulier, en esos espacios se dieron las conversaciones que cambiarían la faz del arte moderno. Esa bohemia parisien ha abandonado a Montmartre; ahora se canta, se baila, se ama, se crea en Montparnasse y será desde allí donde estos dos movimientos de gran relevancia en el siglo XX, surgirán como una nueva expresión artística de Francia.

Es entonces cuando Modigliani adquiere relevancia, y se torna en gran figura de la bohemia. Se suma a ellos el poeta, crítico de arte y dramaturgo Jean Cocteau, quien introduce a Picasso en su círculo de amistades, entre los que se encuentra la chilena Eugenia Errázuriz, de gran fortuna, todo un personaje en los círculos culturales de París, coleccionista y mecenas, quien es admiradora de Picasso y lo presenta a la alta sociedad francesa.

En 1916, en Suiza, en el cabaret Voltaire se reúnen bajo la invitación del escritor y poeta Hugo Ball, un grupo de artistas entre los que se destaca como líder Tristan Tzara (Dadá), lo siguen Jean Arp, Chirico, Marcel Duchamp, Man Ray, Picabia, y junto a Picasso, Modigliani y Apollinaire, quienes desde Montparnasse se juegan por ser parte de esta verdadera revolución artística. Los dadaístas citan a este encuentro con el fin de crear un movimiento artístico, que se manifieste contra la guerra y el orden establecido por la sociedad, que se conocerá con el nombre de dadaísmo y que reacciona contra el arte convencional, los valores humanistas y el racionalismo capitalista, que habría llevado según sus expresiones, al mundo a la Primera Guerra Mundial. Para ellos cualquier objeto de la vida diaria puede ser arte.

Si bien quienes dieron vida a este grupo no permanecieron unidos, por mucho tiempo, será desde las cenizas del Dadaísmo que surgirá el Surrealismo, corriente artística a la que la mayoría de ellos se integrará. Se reconoce a André Breton como su impulsor e ideólogo, quien luego de leer la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud se convierte en su ferviente seguidor. Freud pensaba que las emociones y memorias del pasado, reprimidas en el subconsciente, se hacen conscientes durante los sueños.

Y esta concepción de una realidad más allá de la realidad, es uno de los pilares fundacionales de este movimiento. Breton buscó el reconocimiento de Freud al movimiento, le envía su libro recién editado The Magnetics Fields ( Los Campos Magnéticos) y viaja a entrevistarlo, lleno de expectativas de ser recibido por el gran psicoanalista como su par en el tema de psiquiatría. Breton era médico y a la sazón, servía en el ejército como psicoanalista. En la reunión, Freud le manifestó que él lo veía como un poeta y no como un científico. Además fue muy parco en palabras, a pesar de los esfuerzos de su interlocutor de llevarlo a temas de mayor interés. La visión de Freud era que la psiquiatría no contemplaba formas de expresión artística, pero sí el arte servía como método de terapia. Este encuentro fue una gran desilusión para Breton, quien se desquitó escribiendo un artículo titulado "Entrevista con el Dr. Freud", donde lo describe como un hombre poco elegante y que además tiene muy poco que decir, solo expresa generalidades… Llegado el año 1924, André Breton con el aporte del escritor y poeta Philippe Soupault, publica el "Manifiesto Surrealista", definido como "automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral". Ha nacido y se consolida por este medio este trascendente movimiento de expresión artística: el Surrealismo. Quienes lo componen son principalmente, quienes habían participado con Dadá, a ellos se le sumarán otros nombres, quedando esta revolucionaria expresión artística integrada por Bretón, Magritte, Ernst, Miró, Picasso, Man Ray, Apollinaire, Dalí y Duchamp. Es de interés señalar que muchos de ellos, por sus condiciones artísticas, su sensibilidad e inquietud creativa, experimentaron en diversas expresiones de las artes.

De algunos aspectos de las vidas y obras de estos singulares y creativos artistas haremos referencia, próximamente, en la segunda parte de este artículo.

Título: "En Montparnasse".

Autor: Sue Roe Editorial: Random House.