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"Se puede aprender a ser más feliz y compartirlo con otros"

Terapeuta, académica, columnista y autora de "El Libro de la Generosidad: Inspiraciones para crear un mundo más amable", detalla rasgos comunes en quienes alcanzan ese estado.
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En tiempos duros como estos, cuando la guerra y sucesivas crisis despliegan su carga de temor e incertidumbre en torno a miles de personas, se podría pensar que aspirar a la felicidad es casi frívolo.

Pero esa mirada cambia al constatar que la declaración de Independencia de Estados Unidos incluye dentro de los derechos inalienables de las personas la búsqueda de la felicidad. Y que la ONU declaró el 20 de este mes como el Día Internacional de la Felicidad, para llamar a todos los países a generar acciones y reflexión sobre cómo cultivarla.

"Todos buscamos la felicidad", declara la psicóloga clínica especialista en Felicidad y Mindfulness, Mónica López Hernando, cofundadora y directora del Instituto del Bienestar (@institutodelbienestar), que desde 2013 celebra esa fecha -y varias otras- y que desde entonces ha realizado cerca de 500 actividades gratuitas y abiertas para que todas las personas puedan ir aprendiendo a cultivar su felicidad.

La experta tiene un largo camino recorrido en esta área. Tras titularse de psicóloga en la Universidad de Santiago cursó el postítulo Terapia Sistémica de Familias y Parejas. Luego se diplomó en Psicología Positiva, se formó como supervisora clínica y se especializó en Mindfulness y Terapia Focalizada en Compasión. Se diplomó en Protección Internacional de Derechos de la Mujer y es magíster en Psicología Positiva Aplicada en la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), donde es docente de distintos diplomados, cursos y MBA.

Panelista y columnista en varios medios, autora de El Libro de la Generosidad: Inspiraciones para crear un mundo más amable -cuyas ganancias donó a los proyectos sociales de la Fundación Instituto del Bienestar-, y de otras siete publicaciones en conjunto con colegas y especialistas, Mónica López (www.psicologamonicalopez.com) detalla la historia del Instituto del Bienestar que definió su misión como convocar a la comunidad nacional a establecer la felicidad individual y colectiva como eje estratégico del desarrollo.

Organización líder en felicidad en sudamérica

En 2011 se empezó a gestar en Chile el Primer Seminario "Compartiendo Felicidades", que lleva 10 versiones a nivel internacional, así como los Primeros Encuentros Internacionales de Felicidad y Relaciones Saludables, que completó seis versiones, a los que cada año han asistido cerca de 4.000 personas, con invitados como el ministro de Felicidad de Bután, y el monje y escritor Matthieu Ricard, reconocido como "el hombre más feliz del mundo" por estudios científicos que midieron las emociones positivas en su cerebro.

Pero como equipo organizador "nos dimos cuenta de que esto no podía ser solo un evento al año, que la felicidad era una necesidad humana fundamental y nos comprometimos a trabajar juntos para realizar distintas iniciativas que pudiesen ayudar a las personas a ser más felices en lo individual y con impacto hacia el bien común".

Así, nace en Chile el Instituto del Bienestar, que hoy tiene reconocimiento a nivel mundial, con sedes en distintos países de Latinoamérica y que se dedica a realizar charlas, talleres, capacitaciones, evaluaciones científicas de felicidad con proyectos de propuestas para el bienestar, cursos, diplomados y Magíster de Psicología Positiva y Bienestar junto a la UAI.

Estado de satisfacción general

¿Cómo definir ese estado, la felicidad? Mónica López Hernando observa que muchas veces se asocia a una emoción positiva, y como tal, ésta puede ser temporal. "Por eso, tendemos a hablar de bienestar, que refleja un estado de satisfacción general con la vida, donde predominan las emociones más agradables. Muchas veces se usan como sinónimos felicidad y bienestar, a mí en lo personal me representa mucho la definición de Matthieu Ricard: 'un estado de equilibrio entre sentirse bien, funcionar bien y hacer el bien..."

Pero cuando hay necesidades tan apremiantes como techo, salud, empleo, alimentación y otros, la felicidad parecería un estado suntuario. ¿Se puede ser feliz así? "Dentro de las razones de mayor infelicidad en Chile están la desigualdad, la desconfianza y el individualismo. Si no tengo lo básico para poder subsistir es más difícil alcanzar un nivel de satisfacción con la vida que te permita sentirte en felicidad. Una vez que las necesidades básicas están satisfechas, tener más o menos dinero impacta entre un 10 a 20% en nuestros niveles de felicidad", subraya la experta.

Y aclara que muchas veces el tener más dinero genera más responsabilidades, más estrés y menos tiempo libre para disfrutarlo. "El Premio Nobel Daniel Kahneman ha demostrado en sus estudios que a medida que las personas ganan más, también gastan más, y que finalmente lo que más hace felices a las personas no son 'cosas', sino conexiones, el amor, la amistad, sentir propósito y que aportas a algo más grande que ti mismo, estar en la naturaleza, entre otras".

RASGOS COMUNES EN GENTE FELIZ

Su vasta experiencia le permite identificar algunos rasgos comunes entre las personas felices. Como que dan y reciben mucho amor en su vida; tienen relaciones fuertes de pareja, amistades y/o familia, sienten pertenencia en distintos grupos y establecen relaciones saludables, lo que se traduce en mejores conexiones de colaboración y amabilidad con todos sus entornos.

También -agrega- son personas flexibles, con gran capacidad para adaptarse a los cambios vitales, abiertas a oportunidades y a lo que la vida les enseñe, tienen más curiosidad y buscan activamente cultivar sus intereses o iniciar nuevos. Tienen menos temor a equivocarse y menos rasgos perfeccionistas, porque saben que no pueden controlarlo todo.

Otros rasgos son que cultivan su gratitud y su salud; están más conectadas con lo que tienen que con aquello que les falta, también se cuidan más a sí mismas pues quieren vivir más. Cultivan un optimismo realista y mejores estrategias para lograr sus propósitos. No creen que "todo les saldrá bien", pues eso es poco probable, aunque sí tienen una actitud de confianza hacia el futuro. Y son más generosas y amables; se sienten afortunadas por sus vidas, agradecidas por lo que tienen y por lo que son, por lo que no sufren envidias y tienden a trabajar mejor en equipo y a colaborar mucho más.

¿Se puede tomar la decisión de ser feliz (y que resulte)? "Por supuesto, es posible aprender a ser más feliz, la psicología positiva y la ciencia de la felicidad ha entregado mucha evidencia sobre cómo ir cultivando nuestra felicidad y bienestar, además de compartirlo con otros mejorando el bienestar colectivo", resume Mónica López. Y pregunta a los lectores: "¿Qué pasos te atreves a dar para cultivar una vida más feliz?". 2

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercuriovalpo.cl