Exautoridades alertan sobre ineficacia de la restricción vehicular
CAOS VIAL. Exintendente Aldoney la calificó de "efectista" y exseremi de Transportes advierte que faltarían microbuses.
Los altos niveles de saturación vial que han quedado en evidencia con el retorno de los escolares a las clases presenciales y la vuelta cada vez más masiva al trabajo presencial han llevado a autoridades, como el gobernador regional, a proponer restricción vehicular para el Gran Valparaíso, medida que, a juicio del exintendente Gabriel Aldoney, sería "efectista", pero no solucionaría el problema, mientras que el exseremi de Transportes, Mauricio Candia, advirtió que la cantidad de buses ha aumentado muy poco en relación al año 2006, cuando se creó el nuevo sistema de locomoción pública, de modo que si hoy no da abasto, el problema se agravaría si se le suman más pasajeros.
Aldoney recordó que la comisión de movilidad que conformó durante su gestión, integrada por autoridades de distintos colores políticos, especialistas universitarios, municipios, empresarios, entre otros, llegó a la conclusión de "crear un eje que parte en Peñablanca, Villa Alemana, y soterrar el metrotrén e introducirlo a las zonas céntricas de Quilpué, Villa Alemana y Valparaíso", entre otras medidas en esa línea.
Añadió que "junto con eso se proponía transformar la avenida España en un eje de conectividad troncal, que parte en Valparaíso y llega hasta Villa Alemana, con la idea de transformar eso en un corredor de buses, y en el caso de Valparaíso y Viña, agregar ciclovías y en paralelo una autopista subterránea que llegara hasta Reñaca, para sacarle vehículos particulares a la avenida España".
No soluciona el problema
Por otra parte, advirtió que "las ideas que han surgido en Valparaíso, que son más viejas que el hilo negro, que es hacer restricción vehicular, no soluciona el problema, esa son las típicas soluciones que aparecen como efectistas en el corto plazo, pero que van generando una cantidad de problemas posteriores que hacen más difícil la solución".
En tal sentido, advirtió que la restricción sería ineficaz, porque "la gente de mayores recursos tiene más de un auto, y a los de menos recursos no se les puede obligar a prescindir de su automóvil si el transporte público no da abasto, entonces se requiere una solución mucho más integral, y eso fue lo que hizo la comisión".
Aldoney criticó que, pese a que "este plan fue discutido y aprobado por el Consejo Regional, el Gobierno anterior no le dio boleto y no hizo nada al respecto".
Consultado sobre si había algún plan alternativo a ese, considerando la elevada inversión que se requiere y el largo plazo para que esté operativo, señaló que "la idea básica era que la Región de Valparaíso compitiera por los recursos públicos con la red de Metro que se hace en Santiago, desarrollando un proyecto que íbamos a poner encima de la mesa para que el Gobierno, cualquiera que éste sea, tomara una decisión de si sigue ampliando la red de Metro en Santiago o se decidiera de una vez por todas a empezar a preocuparse de las regiones".
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Por su parte, el exseremi de Transportes Mauricio Candia, quien bajo su gestión el año 2006 generó el nuevo sistema de locomoción colectiva que rige hoy en el Gran Valparaíso, planteó que "con los niveles de saturación vial tan altos como están en la actualidad, el sistema de transporte público tiende al desfinanciamiento, porque en el fondo, el bus tampoco puede circular, lo que da cuenta de la necesidad de disponer de infraestructura destinada a la operación del transporte público".
Por otra parte, hizo notar que "al no existir planificación de las ciudades, obviamente que impacta al plan operacional que se pudiese generar desde el Ministerio de Transportes. Me explico: desde la construcción de un gran hospital, hasta la construcción de edificios, todo supone una nueva carga vehicular, y también necesidades de movilidad, que si no están informadas o coordinadas con la autoridad de Transporte, naturalmente que se hace muy difícil prever momentos de alta demanda como los que existen en la actualidad".
Sobre ese punto, puso como ejemplo "la cantidad de torres que se han construido en San Roque, en Placeres. Las empresas de transporte trabajan con una frecuencia y oferta de buses asociada a estudios y análisis de demanda estimada de pasajeros, y eso en un par de años cambia dramáticamente. En el fondo, ha sido más rápida la llegada de nuevos sectores urbanos que no dialogan con los planes de gestión de tránsito que debiesen soportar esa nueva carga vehicular y de habitantes, lo que también pasa entre Curauma y Valparaíso".
Asimismo, reconoció que el sistema de transporte, que fue pensado para regir entre 2006 y 2012 -pese a lo cual aún no se ha licitado uno nuevo-, ya "se vio superado", dado que la cantidad de buses es prácticamente la misma que había el año 2006, "y por lo tanto, se debería pensar en actualizar las flotas o abrir una mayor cantidad de flotas para que pueda cumplir de mejor forma al pasajero y que éste se atreva a dejar su vehículo particular en la casa, que apueste a volver al transporte público urbano".