"Las seremis deben cumplir un rol central y no dedicarse a informar las políticas que surgen en el ministerio"
Además de sus prioridades relacionadas a las 40 horas laborales, el incremento del salario mínimo, la formalización del empleo y la superación de la brecha de género en el mundo laboral, en el horizonte del subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo, aparece la idea de reposicionar a las regiones y sus particularidades, siempre subordinadas a políticas públicas de carácter nacional.
Como especialista en mercado laboral, procesos de trabajo y sindicalismo, el también doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Chile defiende que las reformas planteadas por el Gobierno interpretan el malestar de la ciudadanía. Aun así, advirtió que los cambios "necesitan de legitimidad social"; y para que eso ocurra es necesario convocar a diálogos en los que confluyan todos, trabajadores, empresarios y Gobierno.
- Esta semana se reunió con Juan Sutil, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). ¿Lo vio dispuesto a conversar sobre las reformas?
- La verdad es que nos encontramos con un ánimo bien dialogante. Obvio que tendremos diferencias en algunos puntos, pero hasta ahora la CPC y todas sus ramas tuvieron buena disposición para participar en esta convocatoria tripartita al diálogo. No es Gobierno-CPC o Gobierno-CUT, sino una mesa que los reúna a todos y si lo hacemos así, es porque pueden contribuir a consolidar acuerdos que le den una legitimidad social importante a las reformas.
- ¿Estarán dispuestos en la CPC a respaldar el proyecto de las 40 horas laborales?
- Como las reformas que planteamos expresan los anhelos de la ciudadanía, creemos que las distintas actorías contribuirán a que se lleven adelante. En el caso de las 40 horas, distintas empresas ya han anunciado que ajustarán sus jornadas laborales a 39 horas, por lo que hay un buen ánimo para que esto se concrete. A fin de cuentas, la propuesta quiere que las personas tengan una hora más del día, para poder dedicársela a la familia o al descanso.
- ¿Habrá márgenes y políticas especiales para que las pymes puedan adaptarse?
- Siempre es necesario pensar este tipo de políticas con gradualidad, con la idea de que el mercado ajuste estos cambios en el tiempo. Esta reforma deberá implementarse a lo largo de cuatro años y considerando otro tipo de políticas, que les permitan a las pymes ir apropiándose de las transformaciones, sin generar grandes impactos.
Ocupación informal
- En términos de empleo, ¿en qué situación se encuentra nuestra región?
- En el caso de la Región de Valparaíso, la recuperación del empleo se ha dado, principalmente, en el sector del turismo, el comercio y la construcción. Eso, gatillado por los asalariados formales y los informales. De ahí que uno de los puntos que nos interesa abordar es la ocupación informal, que en el caso de la región alcanza niveles excesivos, cercanos al 30% en el último trimestre móvil, por lo que es fundamental tener una perspectiva local sobre este problema.
- Precisamente, la ministra Jeannette Jara planteó que el aumento del empleo formal sería una prioridad.
- Es que la informalidad, en Chile, tiene características estructurales, dadas por una gran cantidad de personas que se autoemplean o trabajan por cuenta propia. Para ellas hay que establecer políticas que no pasan por una jornada laboral regular, que es donde apunta el proyecto de las 40 horas. En ese sentido, nos preocupa mucho la inserción de las mujeres, cuya informalidad supera en varios puntos a la de los hombres, además de que hay muchas que están fuera del mercado.
- ¿Por medio de qué políticas se sale de eso?
- Nuestro objetivo es apuntar fuertemente a entregarles herramientas de calificación laboral, capacitándolas para ocupaciones que les permitan acceder a puestos de trabajo con remuneraciones y seguridad social ajustada, o bien, desarrollando emprendimientos formalizados. Ese tipo de políticas contribuyen a enfrentar algunas de las condiciones estructurales del problema.
- A la hora de desarrollar esas políticas, ¿se considerarán las particularidades de cada región?
- Somos conscientes de que las distintas realidades implican, por un lado, ajustar los instrumentos de política pública a la realidad regional y, por otro, incorporar a las actorías que, en esas regiones, participan del proceso de toma de decisiones. Ese fue uno de los mandatos que nos dejó el Presidente. Las políticas públicas no pueden construirse solo desde Santiago, sino que deben tener una expresión en las distintas regiones. Esa es una de las condiciones de los diálogos tripartitos que estamos proponiendo. Tanto a la CUT como a la CPC les pedimos utilizar toda su capacidad, para que sus organizaciones lleven adelante diálogos regionales.
Agenda abierta
- ¿Qué factores específicos habría que tomar en cuenta para nuestra región?
- Nuestra agenda es bastante abierta, considerando las especificidades de una región como Valparaíso, tanto en sus tasas de desempleo -que históricamente han sido altas, aunque cada vez se está acercando más a la media nacional- como también de sus especificidades sindicales, asociadas al rol preponderante que juegan los puertos. Eso nos obliga a tener mayores consideraciones particulares.
- ¿Qué rol deberá cumplir la Seremi del Trabajo, pensando en interpretar las políticas públicas a la realidad local?
- El papel de la Seremi del Trabajo será central, pensando en que el diálogo que se establezca como política ministerial debe considerar la particularidad territorial. Es crucial que la seremi tenga un rol central y no se dedique solo a informar de las políticas públicas que surgen desde el ministerio.
"Obvio que tendremos diferencias en algunos puntos, pero hasta ahora la CPC y todas sus ramas tuvieron buena disposición para participar en esta convocatoria al diálogo".