"Es muy importante dar también una señal para quienes financiaron las ollas"
El sacerdote Marcelo Catril, de la parroquia Asunción de María, de Achupallas, Viña del Mar, es uno de los que más ha colaborado con las ollas comunes que surgieron en la ciudad con la crisis económica derivada de la pandemia, como la de los campamentos Manuel Bustos y Monte Sinaí; la de avenida Eduardo Frei, en Miraflores; la de Villa Independencia; la de Santa Julia; y la del puente Cancha, entre otras, por lo que es voz autorizada para referirse a la polémica protagonizada por la alcaldesa viñamarina, Macarena Ripamonti, quien deslizó en la prensa que algunas ollas comunes habrían sido financiadas por el narcotráfico.
Las declaraciones de la jefa comunal, indicó Catril, le parecieron "poco afortunadas y muy poco felices, porque ver un titular de esa magnitud, por supuesto que preocupa y asusta mucho; uno que ya está trabajando desde hace bastante tiempo, ya un par de años como parroquia en distintas comunidades, por supuesto que nos ha tocado".
A su juicio, "el problema de la alcaldesa en sus dichos es un problema argumentativo de una premisa que ella lanzó en esa entrevista. Veo una falta de precisión, se dice que el lenguaje crea realidades y el problema de la alcaldesa fue juntar dos realidades, dos cosas, juntó el mundo del narcotráfico con las ollas comunes, y esa unión crea una nueva realidad, crea que las ollas comunes fueron financiadas por narcos, lo que verdaderamente no es así, las ollas son financiadas por muchas personas de todas partes".
- ¿Qué le pareció el video que hizo después junto a un grupo de dirigentas?
- El viernes nosotros pudimos facilitar nuestra parroquia para convocar a distintas mujeres encargadas de ollas comunas de Viña del Mar, porque a nosotros siempre nos ha interesado poder ser un puente, entonces ella vino con sus asesoras, se juntaron con las dirigentas, y veo que la alcaldesa tiene una buena intención de fondo por ayudar a la comuna y a las ollas comunes. La disculpa y el trabajo que se hizo el viernes con las dirigentas me parece excelente y hay que extenderlo en el tiempo, no puede ser solamente una solución comunicacional, sino que hay que hablar de mesas de trabajo con las ollas comunes, porque está volviendo a llegar más gente a las ollas, dada la crisis económica que estamos viviendo.
- ¿Cree que las palabras de la alcaldesa finalmente puedan generar desconfianza entre los benefactores de las ollas comunes?
- Yo creo que es muy importante dar también una señal para todas aquellas personas que financiamos las ollas comunes, aquí hay otra arista, que son las personas que conseguimos los recursos, y personas, sobre todo particulares del mundo empresarial, ONG's, agrupaciones que consiguieron recursos de distintos lados y los llevaron a las ollas. Y eso es muy delicado, porque esto lo podemos traspasar a distintos ámbitos de la sociedad, y si vamos viendo, muchos privados, mucha sociedad civil está ayudando a clubes deportivos, a colegios, a los migrantes, entonces podemos llegar a generalizar que si el Estado no llega a esos lados, van a ayudar los narcos. Ese no es un argumento, yo creo que donde no llega el Estado, en la sociedad civil hay muchas personas de buen corazón, muchas empresas de buen corazón, muchos privados que quieren ayudar con la ley de donaciones, etcétera. Nosotros como comunidad parroquial pudimos juntar $160 millones en distintos tipos de especies, dinero, para ayudar a las personas, en dos años regalamos a 240 familias cada mes cajas de mercadería, pudimos colaborar con 15 ollas comunes, a migrantes también hemos ayudado con enseres, levantando casas, es decir, muchas realidades que no toda la gente conoce. Entonces cuando las personas quieran ayudar a una olla común o van a hablar con una dirigenta, ya se siembra, con este nuevo lenguaje, un manto de desconfianza. Yo creo que lo que hizo la alcaldesa el viernes en mi parroquia, donde se congregaron con el padre Cristián y las dirigentas fue un paso muy importante, fue explicar, y me parece excelente que la alcaldesa diera la cara, eso está muy bien.
- ¿Cómo se comportó la administración anterior con las ollas comunes?
- No siempre se suscitaron estos espacios, en la administración anterior el municipio nos ayudó con algo, tubos de gas, etcétera, pero tanto el municipio de ahora, como el de ayer, tienen que saber que siempre los dirigentes van a estar atentos a lo que dicen, no solamente a la política o al voto del momento. Hay realidades que no podemos dejar en Viña del Mar a la deriva solamente porque no llega el Estado. Tenemos que hacernos cargo de esta tremenda mochila que tiene el municipio de Viña del Mar, en una oportunidad se lo dijimos a la alcaldesa Virginia Reginato, cuando tuvimos una polémica por temas de campamentos, se hacía la alfombra roja, que para mí era una bofetada a los pobres de Viña, donde tenemos más de 15 mil personas en campamentos a la espalda, y tenemos que hacernos cargo de esa mochila. Viña del Mar se divide en tres partes: el Viña bonito que está en el plan, en el centro; el Viña de la altura media de los cerros, donde están los adultos mayores; y el Viña joven, que es ya donde están los campamentos, familias que están empezando, con niños pequeños. Ahora, ahí hay situaciones que tienen que tomar en cuenta ya las policías, seguridad del municipio, porque la realidad que se está viendo es el tráfico de drogas, los fuegos artificiales, lo que se traduce en un permanente toque de queda en los cerros a partir de las 10 de la noche, porque ya no hay buses y salen los fuegos artificiales de los narcos y esa es una realidad que no se puede negar y hay que actuar. Entonces yo creo que el ánimo de la alcaldía es uno, pero en esa entrevista fue poco feliz, porque se creó una nueva realidad con el lenguaje.
- Para enmendar ese error, ¿es suficiente con la reunión que tuvo la alcaldesa en su parroquia con las dirigentas?
- Creo que tenemos que mirarnos las caras, decirnos las cosas, pero por sobre todas las cosas, hacer mesas de trabajo en conjunto con los dirigentes y las dirigentas que saben cómo es Viña del Mar, y hay que preguntarles a ellos, tenemos que asesorarnos por ellos. Y creo que todavía falta una palabra a todos los que financiaron nuestras ollas comunes.
- La alcaldesa acusa abandono del Estado. ¿Ustedes han recibido ayuda de parte de esta administración municipal?
- Hasta el momento no hemos recibido ayuda de ningún tipo, excepto el apoyo y una visión para poder colaborar, nos ha llegado en la participación, tuvimos loterías donde la Municipalidad se hizo presente con premios, pero creo que ahora con una mesa de trabajo es muy importante que el municipio pueda apoyar mucho más, porque ya no son 15 ollas las que tenemos, son cuatro ollas, pero una de ellas es emblemática, la de la señora Gladys en puente Cancha; viene el invierno, con gente en situación de calle, entonces creo que el municipio tiene que tomar ahí muchos más resguardos, con albergues, con apoyo a la señora Gladys, que es la única que le da comida a la gente de calle, que son los más despreciados de nuestro Viña del Mar al final.
- ¿Cree que, de tener antecedentes que la hayan llevado a hacer esa vinculación, la alcaldesa debería llevarlos a la justicia?
- Claro, uno tiene que hacerse cargo de las imprecisiones, y esto es para todos los chilenos, porque si sabemos de algún delito, si sabemos de algo flagrante, si sabemos de algún tipo de abuso, tenemos que denunciarlo. Entonces, si se sabe de alguna olla que está siendo financiada por narcos y hay una colusión ahí, el municipio debe denunciar, como toda entidad, debe denunciar un delito flagrante, o a lo menos hacer una investigación sumaria con los cánones que pide la justicia, para no generalizar.
"El problema de la alcaldesa fue juntar dos realidades, dos cosas, juntó el mundo del narcotráfico con las ollas comunes, y esa unión crea una nueva realidad".
"La disculpa y el trabajo que se hizo con las dirigentas me parece excelente y hay que extenderlo en el tiempo, no puede ser solo una solución comunicacional".
"Mucha sociedad civil está ayudando en diversas instancias, entonces podemos llegar a generalizar que si el Estado no llega a esos lados, van a ayudar los narcos".