El Parkinson y la importancia del apoyo psicológico al paciente
ESPECIALISTA SEÑALA QUE PSICOTERAPIA PUEDE AYUDAR NO SOLO A LA PERSONA A SOBRELLEVAR SU CONDICIÓN, SINO TAMBIÉN A QUIEN ESTÁ A CARGO DE SU CUIDADO.
Con un 19,9%, Chile es el país latinoamericano que registra el mayor aumento en la prevalencia del Parkinson, patología neurodegenerativa común y la segunda más frecuente después de los 65 años. En ella el principal órgano afectado es el cerebro, ya que ocurre una muerte selectiva de neuronas que están implicadas en el control motor, a lo que Se agregan cambios significativos en la conducta de forma indirecta.
El Parkinson afecta a quien lo padece y a su entorno. Nicolás de la Sotta, psicólogo de Clínica Los Leones, indica que "la terapia de apoyo es importante en este caso y en cualquier otro de una enfermedad crónica, puesto que el tratamiento de estas enfermedades tiende a ser agotador, provocando aislamiento y depresión, además de un impacto económico en las familias. Por lo mismo, es relevante asistir a un psicólogo y comenzar una terapia la cual ayude al paciente a sobrellevar esta condición".
A nivel global, la prevalencia de la enfermedad se ha duplicado en los últimos 26 años, pasando de 2,5 millones de personas a 6,1 millones en la actualidad. Y aunque no es una patología exclusivamente de adultos mayores, el 30% de los diagnosticados tiene menos de 65 años. El Parkinson no solo tiene tratamientos farmacéuticos para reducir los temblores y rigidez en el cuerpo, sino que, al mismo tiempo, debe ir acompañado de apoyo psicológico.
"Desde el punto de vista neurológico, un psicólogo puede identificar las áreas más afectadas en el paciente y ejercitarlas de modo que no se deterioren con tanta rapidez. Al mismo tiempo, puede detectar aquellas funciones que no han sido muy dañadas y potenciarlas para ayudar a compensar aquellas que sí fueron más afectados", agrega el especialista.
La terapia es fundamental para que el paciente y sus cuidadores puedan manejar diversas herramientas para el adecuado manejo emocional que conlleva el cuidado de un paciente crónico. "Al igual que en todas las enfermedades degenerativas, la familia y el cuidador principal, siempre verán afectada la rutina diaria como era antes del diagnóstico", dice De la Sotta, quien añade que "esto afecta en mayor medida al cuidador principal, puesto que esta persona tendrá que acomodar su vida con una circunstancia constante familiar, incurrirá en gastos económicos y energéticos, lo cual puede causar estrés, fatiga o trastornos del sueño. Además, al ser una enfermedad degenerativa esta irá empeorando en el tiempo, siendo el afectado más propenso al cuidado intensivo y a dedicarle mucho más tiempo y atención".