La guerra y los cambios que trae en el orden internacional
La unipolaridad instalada en el mundo tras el término de la Guerra Fría tendría sus días contados, con otros actores que desafían a los grandes poderes. En la fase de transición hacia un nuevo sistema es donde se producen inestabilidad, fricciones y conflictos.
Mientras Ucrania reivindicaba el miércoles un ataque contra el crucero Moska, buque insignia de la Armada rusa en el Mar Negro, y la fuerza invasora sostenía que la situación del buque era producto de un incendio, Estados Unidos sumaba ayuda militar por 800 millones de dólares a los 2.400 millones ya entregados a Kiev, y el Papa Francisco se percataba de la nula acogida de su llamado de Domingo de Ramos a una "tregua pascual" para la paz, una reunión de alto nivel efectuada en Estocolmo concentraba la atención de analistas y observadores.
Las jefas de los gobiernos socialdemócratas de Suecia y Finlandia, Magdalena Andersson y Sanna Marin, se habían reunido para discutir sobre un posible ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y de acuerdo al reporte de la agencia EFE coincidieron en señalar que la guerra entre Rusia y Ucrania cambia la política de seguridad europea y exige un nuevo análisis, incluida la relación con la alianza militar.
Y en tanto Marin proyectó que "nuestro proceso va a ser bastante rápido, hablamos de semanas, no de meses", Andersson evitó mencionar plazos concretos, pero su partido ya anunció la apertura de un debate interno sobre la situación de seguridad en Europa y su postura frente a la OTAN, hasta ahora contraria a un ingreso.
La reacción rusa fue rápida. El vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, dijo que si eso se concreta "habrá que reforzar a la agrupación de fuerzas de tierra, la defensa antiaérea, desplegar importantes fuerzas navales en las aguas del golfo de Finlandia. Y ya no se podrá hablar de un Báltico sin armas nucleares".
Cuestión que el Parlamento finlandés no soslaya: presentó un informe en que prevé tensiones en su frontera con Rusia como consecuencia de un futuro ingreso a la alianza atlántica, pero también considera que mantener el statu quo en el contexto del conflicto bélico en Ucrania conlleva riesgos.
Hacia un orden alternativo
Los movimientos estratégicos de ambos países nórdicos son reveladores de algunos cambios que la invasión rusa a Ucrania -que partió el 24 de febrero y que ha provocado la huida de más de 4,5 millones de personas- está generando en el sistema internacional.
El jefe de Investigación del centro de estudios en seguridad y defensa AthenaLab, John Griffiths, recuerda que el orden internacional ha pasado en determinados periodos desde la multipolaridad de actores, como antes de la Primera Guerra Mundial; a la bipolaridad de la Guerra Fría luego de la Segunda Guerra Mundial, y a la unipolaridad tras el término de ese periodo con la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la ex Unión Soviética.
Y subraya que aun cuando existen opiniones diversas sobre qué tipo de orden es el más adecuado, pacífico y estable, "sí hay consenso es que cuando se está cambiando de uno a otro aumentan las posibilidades de conflictividad". Y en ese contexto opina que el mundo transita desde la unipolaridad post término de la Guerra Fría, con Estados Unidos como el protagonista incontrarrestable, "hacia, probablemente, una multipolaridad en las próximas décadas".
Félix Aguirre, doctor en Ciencias Políticas y Sociología, y académico de la Universidad de Valparaíso (ver columna), observa que, "a largo plazo, China parece compartir con Rusia la intención de utilizar el conflicto de Ucrania para erosionar el liderazgo de Estados Unidos y sembrar la división en las relaciones transatlánticas", lo que es funcional "tanto para aliviar las consecuencias de las sanciones económicas que occidente ha impuesto a Rusia como para reforzar las prioridades geopolíticas a largo plazo de Beijing".
Agrega: "Si, como parece, esta guerra aspira a redefinir no solo
además de las miles de víctimas fatales y heridos, y de la destrucción de ciudades e infraestructura, naciones unidas confirmó que más de 4,5 millones de ucranianos han huido del país.
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercurio valpo.cl