"Soy un tipo mayor y conservador que
Reestrenó su profesión ingenieril a la cabeza del Instituto de Fomento Pesquero. Se casó -tercer matrimonio- con la actriz y concejala de Quintero, Tamara Tello. Carpintereó para hacer su casa, sacó un MBA y debutó en la literatura con una novela de aventuras.
En la punta del cerro, en el sector de Mantagua, con luz de generador y agua de estanque, en una casa que él mismo carpintereó, es donde vive el director ejecutivo del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) y tres veces concejal UDI de Viña del Mar, Luis Parot Donoso (67).
Desde que en 2018 asumió el cargo que lo mantiene fascinado entre estudios de pesquerías, renovación y construcción de barcos, las necesidades de la sede central y de los nueve centros regionales del organismo, para este ingeniero pesquero de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso comenzaron los que describe como "cuatro años maravillosos".
Padre de seis hijos de entre 41 y 15 años, en ese periodo se casó -este es su tercer matrimonio- con la actriz Tamara Tello, 29 años menor que él, concejal de Quintero y activista medioambiental, quien actuó en la popular serie "Pacto de Sangre" de Canal 13 y con quien comparte aquella casa entre perros y gatos, gallinas y pollos.
Durante la pandemia, además, obtuvo un MBA en su alma mater y debutó en la literatura con la novela El capitán del Rey, que narra las dichas y desdichas de Manuel Donoso, guerrero de elite del ejército español enviado a Chile sus 32 años a preparar la defensa de las posesiones hispanas de esta parte del mundo ante una eventual invasión portuguesa. Un compromiso familiar que le sirve de pretexto para recrear sus cabalgatas juveniles por sectores cordilleranos de esta zona, como el Paso La Honda, cuyas rutas conoce como la palma de su mano.
El apruebo y la convención
El exedil UDI se declara "hibernando de la política" desde 2005, y recuerda que tras sus tres periodos en el concejo elaboró junto a un grupo de correligionarios y amigos un documento que advertía acerca de la deuda de equidad que registraba el modelo de desarrollo y sus más que probables consecuencias.
Cuenta que los autores de esta mirada crítica intentaron exponerla en un consejo general del gremialismo, pero "nos dijeron que éramos pesimistas y nos mandaron al diablo", lo que marcó su distanciamiento que se extiende hasta el día de hoy.
A la hora de abordar la contingencia, refiere que "voté Apruebo, pero nunca pensé que en vez de tener una discusión racional, que mantuviera la esencia del país, de la chilenidad, terminaríamos hablando de 17 territorios distintos, prácticamente minando el Senado, con parlamentos locales…esto va a terminar en un enredo que no entiende nadie".
"No creo que ese sea el camino, no a ese nivel hoy día, tal vez en el futuro, a través de pasos intermedios pudiéramos llegar a una situación como esa, el federalismo; pero hoy día me parece que sería muy negativo", sostiene.
Se reconoce como "un tipo bastante mayor y conservador", distante de la plurinacionalidad y convencido de que "la igualdad es para todos, un hombre un voto, nada de escaños reservados. ¿Por qué alguien frente a un mismo delito va a tener un trato distinto? Yo creo en una persona, un voto; una justicia para todos, una nación, un territorio, una bandera".
Aquí habla de política, pero sobre todo de la labor del IFOP, que lo condujo al reestreno de su profesión y que apunta a generar, desarrollar y transferir conocimiento útil, que permita a nuestro país y a la industria nacional posicionarse, competitiva y sustentablemente, en el sector de la acuicultura y la pesca.