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Afinar el trabajo prelegislativo

Ante este primer gran traspié de la administración Boric, el vicedecano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo (UDD), Rodrigo Arellano, advierte que más allá de los problemas para alinear a su propia coalición, el Ejecutivo tendrá una dura tarea en el Congreso en términos generales, enfatizando que debe comprender que "hoy en día tiene un Parlamento hiperfragmentado, donde hay muchas fuerzas políticas con las cuales lograr acuerdo", donde apunta que debe existir un trabajo mucho más minucioso por parte del ministro Giorgio Jackson.

En la misma línea, el abogado subraya que el titular de la Segpres "no puede, de alguna forma, tratar de imponer un proyecto de ley de la noche a la mañana, el cual requiere un quorum necesario y esperar que el Congreso actúe de acuerdo a lo que requiere el gobierno. El trabajo legislativo requiere grandes acuerdos, necesita un trabajo previo y eso, hasta el minuto, en los proyectos más emblemáticos, al parecer no lo ha comprendido. El ministro Jackson debe entender que el proceso prelegislativo es muy importante".

Una postura similar es la que tiene el académico Universidad de Talca e investigador asociado del Núcleo Milenio para el Estudio de la Política, Opinión Pública y Medios en Chile (MEPOP), Mauricio Morales. El analista repara en que el gobierno "no tiene una sólida coalición legislativa", por lo cual deberá "batallar" el doble para obtener los quórum necesarios para aprobar sus iniciativas más emblemáticas y en la misma línea, plantea que "no es suficiente el apoyo de Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático, sino que también extender vínculos hacia la DC y el PDG. De lo contrario, y dado el déficit de negociación, podría alimentar la construcción de un bloque opositor permanente a su agenda programática".

"Para corregir esto se necesita de dos acciones irrenunciables. Primero, un arduo trabajo prelegislativo, que supone construir las mayorías necesarias previo a la discusión formal de cada proyecto. Segundo, y si lo anterior falla o resulta incompleto, proceder al clásico "pirquineo" de votos con todo lo que eso implica en términos de presiones y chantajes de algunos diputados o senadores", complementa el doctor en Ciencia Política.

Sin correlación entre votación y gobierno

En línea con lo que plantean los otros expertos, el director ejecutivo del Instituto Res Pública, José Francisco Lagos, considera que en este primer mes quedó en evidencia una gran paradoja para Boric. "La amplia votación que tuvo en segunda vuelta no tiene una correlación con los apoyos en el Congreso", asevera el abogado, quien explica que esto se da, en primer término, porque 3 de 5 personas que lo escogieron en el balotaje no lo había hecho en primera vuelta; y por otro lado, indica que la alianza PC-FA "se mostró insuficiente para formar una alternativa de gobierno y se vieron en la obligación de sumar a otras fuerzas políticas sin formar una nueva coalición".

A causa de esto, Lagos advierte que cada facción termina privilegiando "sus intereses por sobre los del gobierno y construir una mayoría parlamentaria se hace muy difícil". "Uno de los grandes problemas del gobierno en materia legislativa es que están condicionados por sus propias opiniones y decisiones de cuando eran oposición. Esto provoca que para los parlamentarios sea muy costoso alinearse con este cambio de posición y por eso probablemente seguiremos viendo el fenómeno de los 'descolgados'", agrega.

Marcela Porto, secretaria de estudios de la carrera de Periodismo de la Universidad Autónoma, alude a la "ardua tarea" que tiene el gobierno en términos de "articulación y búsqueda de consensos en un contexto complejo para la realización de estas prácticas". Este es un punto sumamente importante para tener en cuenta, ya que de acuerdo a la comunicadora "esa incapacidad para alinearse y avanzar con objetivos comunes, integrando el disenso y siendo capaces de construir alternativas", es lo que ha propiciado la crisis por la que atraviesan los partidos políticos.

Por esto mismo, la doctora en Ciencias Sociales enfatiza que "las personas que integran el gobierno y que están en el congreso son parte de una sociedad que a mi juicio debe ejercitarse aún más, en todo ámbito de la vida social y política en superar conductas autoritarias y de deslegitimación del adversario político", ya que "si esos ejercicios de fondo no se realizan, ni el gobierno actual, ni cualquiera que asuma en el futuro tendrá posibilidades de prosperar".

Convivir con el fuego amigo

Estas dificultades para organizar a su propia coalición, sumadas a los "errores no forzados" del gabinete, han golpeado fuertemente la imagen del Mandatario, que cada vez recibe más cuestionamientos, incluso de quienes en teoría debiesen ser sus aliados. Uno de ellos es el excandidato presidencial y alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC), quien recientemente aseguró que el programa de Boric "no tiene viabilidad política".

A partir de todo esto, Rodrigo Arellano estima como innegable el debilitamiento de la imagen de Boric, apuntando a su pronunciada baja en las últimas encuestas. Lo anterior, de acuerdo con el académico, se explica en la escasa duración que tuvo la "luna de miel" entre el magallánico y la ciudadanía, que se expresa en que hoy en día su desaprobación incluso supera a su apoyo, de acuerdo a algunas mediciones.

En la misma línea, sostiene que el exdiputado, junto con tener que sobrellevar este escaso respaldo, "deberá enfrentarse con lo que denominamos fuego amigo. Esos ataques son los que más debilitan la imagen presidencial, porque cuestionan uno de los elementos esenciales de la política, que es el liderazgo y al tener descolgados en su propio bloque, esto se pone en jaque y en juego".

Como si esto no fuera suficiente, Arellano asegura que también existen firmes cuestionamientos al diseño político del círculo de hierro del exparlamentario. "Resulta impresionante que la jefa de gabinete, la encargada del vínculo político, haya estado totalmente ausente de la discusión en los dos retiros. Por lo tanto, tanto la ministra Siches -que estuvo ausente- como el rol del ministro Jackson -quien es el encargado de dialogar con el Congreso-, se encuentran muy debilitados", puntualiza.

Jugando con uno menos

Una opinión similar es la que tiene José Francisco Lagos, quien señala que el gran riesgo del fuego amigo es que "da pie a la legitima pregunta de cómo serán capaces de gobernar el país si son incapaces de gobernar a quienes piensan como ellos". "Este fenómeno se produce por lo que comentamos sobre los cambios de posición, pero también del rápido aumento de la desaprobación ciudadana, por tanto, para alguien oficialista es menos costoso desmarcarse de las posturas del gobierno", agrega el titular de IRP.

Siguiendo la línea de esta mirada crítica sobre el gabinete, Mauricio Morales plantea que "el gobierno está jugando con uno menos desde el minuto tres del primer tiempo. Así es imposible gobernar. En específico, me refiero a la ausencia de la ministra del Interior, que sigue en una especie de corralito comunicacional sin entrar a las grandes discusiones que enfrenta el Gobierno. Por eso mismo, cada crítica que viene desde la oposición o del propio oficialismo llega más directamente al Presidente y son misiles difíciles de esquivar. El Presidente está muy desprotegido".

Menos drástica es la visión de Marcela Porto. La periodista dice que hay que ver al Presidente en su contexto, es decir, tomando en cuenta la fragmentación del Congreso, las tensiones sociales, la deslegitimación de las fuerzas políticas y la experiencia "no tradicional" de varios de sus ministros. "No digo con esto que per se la actual forma de gobernar sea la mejor, solo sostengo que estamos en un momento de cambio importante para la manera de concebir y hacer política en el país, que nos está exigiendo competencias ciudadanas que hagan posible sostener y fortalecer nuestra democracia, por lo tanto creo que el oficialismo debe estar a la altura de esa exigencia", remarca. 2

Cada crítica que viene desde la oposición o del propio oficialismo llega más directamente al Presidente y son misiles difíciles de esquivar".

(El gobierno) tiene una ardua tarea en articulación y búsqueda de consensos en un contexto complejo para la realización de estas prácticas".

El trabajo legislativo requiere grandes acuerdos, necesita un trabajo previo y eso, hasta el minuto, (el gobierno) no lo ha comprendido".

Uno de los problemas del gobierno en materia legislativa es que están condicionados por sus opiniones y decisiones de cuando eran oposición".

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¿CUÁNTO PODRÁ DESMARCARSE EL GOBIERN0 DE SU ESTRECHO lazo CON LA CONVENCIÓN?

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A los problemas directos de conducción política que ha tenido el Ejecutivo en estas primeras semanas, se suman las evidentes discrepancias con algunas de las materias que se han visado en la Convención Constitucional, órgano con el cual el gobierno ha explicitado un estrecho lazo y donde, además, el oficialismo está bien representado. El mismo ministro Giorgio Jackson, por ejemplo, planteó hace un tiempo que el rechazo al proceso constituyente los dejaría "sin herramientas para ejecutar nuestro programa".

Una de las últimas diferencias fue que en la discusión del informe de la Comisión de Derechos Fundamentales, se rechazó una indicación que buscaba establecer la inexpropiabilidad de los fondos previsionales, algo que va en la línea contraria a lo planteado por la administración Boric, que presentó el lunes un proyecto que justamente buscaba establecer esta medida.

Por lo mismo y ante el grado de injerencia que debiera existir por parte del gobierno sobre la Convención, José Francisco Lagos retoma este estrecho lazo al que apuntaron algunos ministros de Estado, aseverando que "la dificultad que eso plantea es que, tal como hemos visto, el gobierno no tiene el control de lo que pasa en la Convención Constitucional. Como por ejemplo cuando fracasaron en su intento de poner a Beatriz Sánchez como presidenta de la Convención o con el rechazo a la declaración de inexpropiabilidad".

Mauricio Morales, en tanto, repone que "el gobierno ya se amarró a la Convención. Se salvan juntos o se hunden juntos. El problema es que los convencionales del propio pacto de gobierno no reconocen en Boric un liderazgo respetable. De hecho, cuando él dijo que debía existir mayor transversalidad en los acuerdos, varios convencionales salieron a contradecirlo. Por tanto, y dado que la Convención se siente depositaria de un poder extraordinario y alejado del poder constituido, es difícil que el gobierno pueda incidir más allá de los apoyos generales que ha esbozado hacia esta instancia". 2