EN LA VIÑA DEL SEÑOR
POR JAIME ARNAIZ ARDILES Director Ejecutivo Distrito de Innovación V21
En los últimos 10 años, Chile bajó del lugar 25 al 44 en el Índice de Competitividad Global. El panorama interno y externo muestra bajas (o negativas) proyecciones de crecimiento. A eso se suman profundos cambios en las industrias tradicionales a una velocidad impresionante, y las que no se adapten, desaparecerán. En un escenario como éste, claramente debemos revisar la estrategia. No podemos seguir haciendo lo mismo porque los resultados no serán distintos.
El Distrito de Innovación V21 es una iniciativa que viene a romper esa inercia. Tomando la experiencia de referentes mundiales como el 22@ de Barcelona, V21 es un proyecto transformador que marca esa diferencia.
En el desarrollo urbano, un distrito de innovación es un área urbana de al menos 200 hectáreas, que se caracteriza por la diversidad de usos. Conviven empresas, espacios públicos, viviendas, colegios, universidades, centros culturales y comerciales para conformar un área donde las personas trabajan, estudian, hacen deporte y todas sus actividades con un tiempo de desplazamiento de no más de 15 minutos. En cuanto al desarrollo económico, un distrito tiene una especialización productiva para competir globalmente, basándose en las capacidades disponibles, las tendencias tecnológicas y económicas globales. Apoyando a las empresas existentes e impulsando la creación de nuevos emprendimientos: fondos de inversión; centros de I+D, acceso a clientes y redes de colaboración para apoyar emprendimientos con potencial de competir en el mercado global.
En lo científico y tecnológico, se genera la colaboración Universidad-Empresa, para acercar el conocimiento y las capacidades creativas de universidades y centros de I+D a los requerimientos y desafíos de la industria, conectando estos desafíos con la formación de los técnicos y profesionales que requerirán las industrias del futuro. Desde el punto de vista social, el distrito genera espacios de participación ciudadana para incorporar las distintas miradas y facilitar que todas las personas sean parte de los beneficios del desarrollo.
Esta es la figura de la cuádruple hélice: Gobierno-Universidad-Empresa-Sociedad Civil. Un distrito de innovación rompe con la desconfianza y la competencia para instalar un nuevo paradigma, basado en la colaboración. Ello requiere método, estrategia y mecanismos para obtener y medir los resultados buscados. El desarrollo de nuestra región depende de la capacidad que tengamos para co-construir un proyecto basado en una visión común, que incorpore a todos los actores para abordar seriamente los desafíos que la sociedad nos exige.
Distrito de la innovación, paradigma de colaboración
un grupo de empresarios está empeñado en transformar el barrio de el salto en una zona de alta tecnología.