Sausalito, la cancha preferida de los perros en la historia del fútbol chileno
FÚTBOL. La noche del martes un can entró al campo durante el partido entre Everton y Ayacucho por Copa Sudamericana. En el Mundial del '62 pasó lo mismo en el duelo de Brasil e Inglaterra.
Cuando se jugaba el minuto 76 del partido entre Everton y Ayacucho por Copa Sudamericana, en el estadio Sausalito, el árbitro argentino Facundo Tello detuvo el juego de forma inesperada. En la mitad de la cancha, un perro café perseguía de cerca a Juan Cuevas, seguramente buscando un compañero de juego.
El capitán oro y cielo no le dio demasiada atención al episodio y fue Cristian Techera, delantero del cuadro peruano, quien tomó en brazos al can y se lo entregó a un funcionario del recinto deportivo, que lo sacó del campo.
Hechos como el ocurrido el martes no son tan poco frecuentes en el coliseo viñamarino.
Ernesto Rives, quien durante décadas trabajó como electricista de Sausalito, señala que era muy tradicional que ingresaran perros a la cancha por el sector de la puerta cantera, ubicada entre la galería cerro y la tribuna bajo marquesina.
"Esa reja, en el antiguo estadio, siempre debía mantenerse semiabierta porque por ahí circulaba la ambulancia que se estacionaba detrás del arco para atender emergencias", recuerda el popular "Alicate".
Además, afirma el exfuncionario municipal, circulaban muchos perros por el sector de Sausalito debido a que a unos metros del recinto estaban las caballerizas donde los dueños de las victorias dejaban a sus animales.
El mítico "bi"
El más conocido de los canes que invadieron la cancha del estadio viñamarino tuvo su momento de fama el 10 de junio de 1962.
Ese día Brasil le ganó 3-1 a Inglaterra por cuartos de final de la Copa del Mundo organizada por nuestro país. En medio de la brega un perro negro saltó al césped y comenzó a juguetear con los futbolistas. El árbitro francés Pierre Schwinte detuvo el juego.
En ese minuto el arquero de los europeos, Ron Springett, trató de tomarlo, pero el animal se escapó; luego Garrincha intentó atajarlo, pero le hizo una finta. Finalmente el goleador británico Jimmy Greaves se agachó, lo miró, comenzó a gatear en el pasto y logró agarrarlo. El delantero, fallecido el 19 de septiembre del año pasado, recordó en una entrevista de 2014 el episodio.
"Me puse de rodillas y llamé al perro. Recibí una ovación masiva cuando levanté al perro, pero mientras lo abrazaba me orinó en toda la camiseta", señaló el exseleccionado de Inglaterra, campeón del mundo en 1966.
Ese día en el estadio también estaba el exdirigente de Everton Óscar Padró, quien integraba el comité organizador local del Mundial.
Y recuerda que después del partido la selección brasileña adoptó al can como mascota, pues lo consideraron una cábala. De hecho Garrincha, una de las máximas estrellas del Scratch, se lo llevó a Rio de Janeiro como mascota y lo bautizó "Bi", en honor al bicampeonato conseguido por su selección en nuestro país.
"Ese perrito que se metió al campo en la Copa del Mundo tiene una historia, era conocido, vivía en la calle Quillota donde está la subida hacia Santa Inés, después lo vinieron a buscar y se lo llevaron a Brasil. Ya no es novedad que se metan perros al Sausalito, fíjese usted que desde el año 1962 que están entrando a la cancha", dice Padró, quien revela que después de ese episodio, el primer amo de "Bi" llegó hasta sus oficinas en el municipio con una queja.
Según rememora el exdirigente evertoniano, "ese perro era de la subidita para el estadio, tenía familia, cuando salieron artículos en la prensa que decían que era de la avenida El Bosque, el dueño fue a hablar conmigo para decirme que era de la calle Quillota, subiendo para los Lirios. Me contó que el perro, cuando estaba en la calle, se iba siempre con la gente que subía al estadio, se iba detrás de ellos. Él fue a decirme que estaba molesto porque decían que el perro era de otro lado y estaba orgulloso de su mascota, cuando llegaron los brasileños a pedírselo se los regaló inmediatamente".
Padró también fue administrador del coliseo municipal viñamarino y asegura que los funcionarios que estaban de turno durante los partidos ya estaban entrenados para este tipo de "invasiones", que se repetían a menudo.
"Su misión cada domingo era vigilar para sacar a los que entraran, el problema es que algunos perros corrían más rápido que el funcionario que los perseguía, así que el público tenía un espectáculo aparte, porque no los podían pillar y pifiaban cuando los sacaban", explica.
Rives, por su parte, asegura que un funcionario en particular sufría cuando lo enviaban a expulsar a un perro desde el pasto: "el 'Guatón' Zubicueta sudaba la gota gorda para poder pillarlos".
"Ya no es novedad que se metan perros al Sausalito, fíjese usted que desde el año 1962 que están entrando a la cancha".
Óscar Padró, Exadministrador del estadio
1995 en un Everton vs. Colo Colo, un perro entró a la cancha de Sausalito y recibió una patada del oro y cielo Héctor Roco.
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