Desafíos internos de la alcaldía porteña
El municipio debe resolver con transparencia los conflictos que afectan al ámbito patrimonial y las direcciones de unidades consistoriales.
Momentos turbulentos ha vivido el municipio de Valparaíso en los últimos días, pese a que la ausencia del alcalde, Jorge Sharp, resta algo de foco mediático a lo que pasa en las siempre movedizas oficinas consistoriales. Para partir, los coletazos de la visita que hizo la semana pasada la directora general de la Unesco, la francesa Audrey Azoulay, golpearon también en la Comisión de Patrimonio, que preside el concejal Daniel Morales. El edil tuvo que enfrentar el reclamo airado de su par Zuliana Araya, quien pedía explicaciones y mostraba frustración porque en la cita con la comitiva de Azoulay no fueron convocados todos los representantes del Concejo Municipal. Morales trató de explicar que no dependían de él las invitaciones, aunque no quedó claro el punto de si correspondía pasar ese encuentro por la Ley del Lobby, a la cual deben someterse algunas autoridades, con el fin de llevar un registro transparente de las gestiones y reuniones que se sostienen con terceros. La protesta de Zuliana Araya expone la opacidad con la cual se llevó adelante la visita de Audrey Azoulay, pero equivoca el blanco.
La misma opacidad criticó el concejal Morales en la implementación de la nueva Corporación Municipal para la administración del Sitio Patrimonio Mundial, anunciada en enero de este año, luego de un acuerdo histórico entre la Subsecretaría del Patrimonio Cultural del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y la Municipalidad de Valparaíso. Conformada por representantes del comercio, las universidades, los vecinos, la propia Subsecretaría y el alcalde de la comuna, la instancia aún no tiene estatutos y por ello no ha podido iniciar el trabajo para el cual fue convocada: dar un giro a la forma cómo se cuida el patrimonio de Valparaíso.
Pero las dificultades mayores están, al parecer, puertas adentro de Condell 1490. A la salida del jefe de Emergencias, Ezio Passadore, por los resultados de un sumario que estableció irregularidades en un contrato suscrito durante el periodo de pandemia, se deben sumar los cambios reiterados en Inspectoría Urbana -el último encargado, Eduardo Andrade, fue trasladado a otra unidad municipal- y la renuncia de Claudio Venegas a la jefatura de Parques y Jardines por lo que considera un detrimento laboral el nunca haber sido formalizado en su puesto como funcionario de planta. Respecto del primero, la concejala de Convergencia Social (CS), Camila Nieto, advirtió que "preocupa que en menos de un año se haya cambiado en dos oportunidades la jefatura de un departamento que desempeña funciones relevantes". Respecto de Andrade, la misma edil plantea que "veo con preocupación que no es la primera vez que la alcaldía es interpelada por este tipo de situaciones".
La implementación con la mayor transparencia posible del funcionamiento de la nueva corporación patrimonial -el concejal Morales recordó en comisión los problemas de financiamiento que afectan a la corporación a cargo de la salud porteña- y la solución a los conflictos internos que mantienen en vilo el trabajo de algunas direcciones municipales, son dos de los desafíos que deberá enfrentar la alcaldía en los días por venir.