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Finlandia avisa a Putin que pedirá entrar a la OTAN y Rusia advierte que esa decisión sería "errónea"

CONFLICTO. Sergei Lavrov, en tanto, afirmó que Occidente "nos ha declarado una guerra híbrida" con sanciones a Moscú.
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Efe/Redacción

Las tensiones entre Rusia y Occidente han crecido durante los últimos días mientras las fuerzas ucranianas han tenido éxito en repeler la invasión de Moscú en varias de sus ciudades y el conflicto se traslada hacia el norte, luego de que Finlandia anunciara que abandonará su histórica posición neutral y pedirá su ingreso a la OTAN, camino que pretende seguir Suecia y cuyo antecedente directo, Ucrania, fue uno de los detonantes del ataque hacia su territorio en febrero.

En este marco, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, emitió un encendido discurso cuando se cumplieron 80 días del inicio de las acciones militares sobre su país vecino y rechazó las sanciones que ha recibido su país: "Occidente nos ha declarado una guerra híbrida total y es difícil predecir cuánto durará todo esto, pero está claro que las consecuencias las sentirán todos sin excepción".

"Hicimos todo lo posible para evitar un enfrentamiento directo, pero ahora que el desafío ha sido lanzado, por supuesto que lo aceptamos. No somos ajenos a las sanciones: casi siempre estuvieron ahí de una forma u otra", añadió.

Factor Finlandia

Ayer también se concretó una reunión telemática entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo finlandés, Sauli Niinistö, quien le comunicó formalmente que pedirá el ingreso de su país a la OTAN, lo que podría concretarse en junio, tras lo cual el jefe del Kremlin le dijo que la renuncia a la neutralidad sería una decisión "errónea".

"Putin subrayó que la renuncia a la tradicional política de neutralidad militar sería errónea, ya que no existe ninguna amenaza para la seguridad de Finlandia", informó Moscú en un comunicado.

Destacó que dicho cambio en la política exterior de Helsinki "puede influir negativamente en las relaciones ruso-finlandesas, que durante muchos años se caracterizaron por un espíritu de buena vecindad y cooperación entre socios, y tuvieron un cariz mutuamente beneficioso".

"Al unirse a la OTAN, Finlandia fortalecerá su propia seguridad y asumirá sus responsabilidades. No es en perjuicio de nadie. Finlandia quiere seguir abordando los problemas prácticos generados por la vecindad fronteriza de manera correcta y profesional", señaló por su parte Niinistö en un comunicado.

Corte de energía

La reunión entre ambos líderes se produjo luego de que la compañía energética rusa Inter RAO cortó el suministro eléctrico a Finlandia a través de su filial RAO Nordic Oy, alegando "problemas para recibir pagos por la electricidad vendida", informó Fingrid, la empresa finlandesa que gestiona la red eléctrica.

RAO Nordic Oy había advertido el viernes de que se veía "obligada a suspender la importación de electricidad a partir del 14 de mayo", en un momento en que las tensiones entre Rusia y Finlandia crecen.

RAO Nordic Oy aseguró que "ha estado importando electricidad de Rusia a Finlandia y vendiéndola a la bolsa Nord Pool durante muchos años", y señaló que las ventas efectuadas desde el 6 de mayo aún no se han acreditado con fondos en su cuenta bancaria.

Peligro nuclear

En medio de estas tensiones, el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Alexander Grushkó, alertó sobre el posible despliegue por parte de la OTAN de armas nucleares en Finlandia y Suecia, una vez ambos países ingresen formalmente en la OTAN.

"Basta con mirar al mapa para entender qué importancia tiene la ampliación aliada para los intereses de seguridad de la Federación Rusa", destacó.

Admitió que, por el momento, la Alianza Atlántica no ha modificado su política nuclear, pero su secretario general, Jens Stoltenberg, sí ha afirmado que "las armas nucleares pueden ser emplazadas más cerca de la frontera de Rusia y los dirigentes polacos aseguraron que están dispuestos a recibirlas".

G7 no reconocerá "fronteras impuestas"

Los ministros de Exteriores del G7 advirtieron ayer en un comunicado conjunto tras su reunión en Berlín que "no reconoceremos un cambio de fronteras que Rusia ha tratado de imponer a través de la agresión" a Ucrania. La ministra alemana, Annalena Baerbock, reiteró esa postura y precisó que "lo que hagamos o lo que dejemos de hacer como comunidad internacional ahora definirá nuestras relaciones en el futuro". La ministra dijo además que el G7 establecerá un mecanismo para desenmascarar la propaganda rusa, especialmente allí donde está tenga "un suelo fértil".

80 días se cumplieron ayer de la invasión ruda a Ucrania, iniciada el 24 de febrero.

Kiev y alrededores comienzan a vivir normalidad tras invasión

GUERRA. La capital de Ucrania ya cuenta con agua y electricidad y los buses y trenes nuevamente la recorren.
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La capital ucraniana y los municipios de la región de Kiev que estuvieron ocupados por los rusos tratan de recuperarse de la invasión: volvieron los servicios de la luz y el agua, el tren entre Bucha y Kiev reanudó sus recorridos y también hay ya buses que operan desde el bombardeado Gostomel.

En la ciudad de Kiev, según su alcalde, viven ya 2,5 millones de personas, y una vez pasado el 9 de mayo y sus días previos en los que las calles estaban desiertas, ya se ven autos, incluso tacos y gente que toma algo en los bares cuando suenan las sirenas antiaéreas. Eso sí, sin alcohol desde las 16:00 horas y con toque de queda a las 22:00.

Nikolai tiene 65 años y volvió a trabajar. Sus compañeros le llaman "el Abuelo". Es el conductor del bus que une el municipio de Gostomel con Kiev y está feliz.

No hay tantos pasajeros en su bus ni coches en la vía como antes, pero cree que es un buen síntoma que se recupere la conexión con la ciudad. Ahora los vecinos pueden ir al médico, a trabajar o visitar a sus familiares.

Olena es la vendedora de tickets en la estación de tren de Bucha, el municipio junto a Kiev donde se investigan cientos de crímenes de guerra por parte de Rusia. El servicio cerró el 24 de febrero, al estallar la guerra, y reabrió el 8 de mayo, pero con solo un viaje en cada sentido.

"No me puedo quitar de la cabeza lo que ha pasado en mi pueblo", explica Olena. "Nada volverá a ser como antes. Por ahora el tren cuesta lo mismo que antes, pero subirá. No creo que pongan otra vez todos los que teníamos antes", admite.

El mall Lavina, el más grande de Kiev y de Ucrania, cuyo techo fue destruido por un misil, esta semana reabrió, aunque lo siguen reparando.