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ENTREVISTA. Teresa marinovic, convencional independiente con cupo Republicano:

"El nuevo texto constitucional no es una solución, sino la fuente de infinitos problemas"

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Sebastián Mejías O.

Invitadas a nuestra región por el diputado Luis Fernando Sánchez, del Partido Republicano, las convencionales de derecha Teresa Marinovic y Rocío Cantuarias realizaron una serie de charlas y encuentros informativos, todos ellos muy críticos, en torno al borrador de la nueva Constitución que hasta ayer fue debatido por el pleno de la Convención.

Para el legislador, "el sueño de la nueva Constitución terminó con un proyecto que lo empeora todo, desde la educación hasta las pensiones". Una mirada similar tiene Teresa Marinovic, quien desde ya quiere anteponerse a "las campañas de desinformación que están por venir".

- En su visita a nuestra región estuvo de paso por el Congreso. ¿Qué conversó con algunos parlamentarios?

- Si estamos aquí es porque tenemos la sensación de que nos tocará enfrentar una campaña de desinformación tremenda por parte del Gobierno. Ya hemos visto al vicepresidente de la Convención mentir, derechamente mentir, no equivocarse, que es algo distinto, ya que la mayoría de las cosas que ha dicho son evidentemente falsas. Y estamos en plan de no permitir que eso ocurra o, al menos, de intentarlo. Por otra parte, estamos muy molestos por el uso de recursos públicos que ha hecho la Convención; y en ese sentido, como nosotros no tenemos facultades fiscalizadoras, hemos venido con Luis Sánchez a pedirle a los diputados que ejerzan esa función que ellos sí tienen institucionalmente.

Plurinacionalidad

- En la otra vereda están preocupados de lo mismo, tienen la sensación de que la campaña de desinformación por parte del Rechazo será muy dura.

- Bueno, pero para eso tenemos una prensa que espero cumpla con su función y haga el trabajo que le corresponde, que es verificar la información que viene de un lado y otro. Creo que lo principal es corroborar el texto escrito. En el borrador que saldrá de la Convención está la evidencia más indiscutible. Por ejemplo, han aparecido notas donde algunos convencionales se quejan del rechazo a la plurinacionalidad, cuando eso está consagrado en el primer artículo, así como en todos los órganos de las instituciones autónomas y en los sistemas de justicia. Nos parece vergonzoso que salga la Convención a decir que se rechazó ese principio de plurinacionalidad y para que ese tipo de cosas no vuelvan a ocurrir, contamos con el trabajo de la prensa.

- ¿La plurinacionalidad es un tema que le complica?

- El tema más grave es la aprobación de una norma de propiedad indígena. Con ella se les está diciendo a los chilenos que el Estado se obliga a restituir tierras que, supuestamente, serían indígenas. Digo supuestamente porque a lo largo de todo el proceso hemos intentado que nos digan a qué territorios se refieren, cuáles son sus límites y en virtud de qué ellos dicen que les pertenecen. Son preguntas que hemos repetido hasta el cansancio y ante las cuales no hay ninguna respuesta clara.

- De su comentario es posible entender la posibilidad de la agudización de los conflictos territoriales.

- Para nosotros, lo que queda claro es que esas tierras no son las que actualmente los activistas del indigenismo, de hecho, están ocupando, sino que son otras. Están dando a entender que el resto de los chilenos, en su mayoría, no contará con esa "especial protección" en su propiedad. Cualquier abogado o persona con un mínimo grado experiencia sabe de antemano que cuando se crean dos normas, una de propiedad general que queda débil y otra de propiedad indígena que es ambigua y con muchísimas garantías, lo más probable es que habrá un conflicto. Incluso se abre la puerta a una guerra civil o a una guerra de guerrillas, por lo menos. Es la gravedad que le adjudico a esa norma.

- ¿Tiene alguna expectativa de que las normas transitorias medien esas ambigüedades a las que se refiere?

- Es que las normas transitorias básicamente tienen que ver con procedimientos y tiempos. Qué expectativa podría tener sobre las normas transitorias, más allá de postergar la tragedia que vendrá. Claro que es mucho mejor que las malas normas se posterguen, pero no por eso dejarán de ser malas. Esto no va a cambiar sustancialmente, me parece, el resultado del texto. Al final, todo seguirá siendo igual como hasta ahora, con un trato preferente para determinados grupos, mientras nosotros seguiremos siendo minoría e irrelevantes, como lo hemos sido en todo el proceso.

Crisis social

- ¿Cuál debe ser la estrategia del Rechazo, pensando en salir de la polarización izquierda-derecha?

- Para mí, la situación actual no se puede mirar únicamente desde el Apruebo o el Rechazo. Me preocupa cómo vamos a enfrentar esta crisis social que estamos viviendo y, claramente, el nuevo texto constitucional no es una solución, sino la fuente de infinitos problemas. De cómo se enfrentan, el plebiscito de salida será apenas el primer paso, pero no el fin de los problemas sociales que hay que resolver necesariamente. Además, es claro que hay, también, un problema con la Constitución vigente y de eso tenemos que hacernos cargo.

- ¿Reconoce algo de ese "hacerse cargo" en la Convención?

- Para nada, porque los convencionales de izquierda, en general, llegaron con ánimo de aplanadora. No tuvieron la intención ni de debatir o de abrirse a propuestas y lo que es más grave, a querer oír lo que tiene que decir la evidencia en determinadas materias. Cuando tienes experiencias internacionales fracasadas, uno esperaría que por lo menos eso fuera un factor determinante en las normas que se aprobaron.

- ¿Qué fue lo que primó?

- Hay convencionales que sostienen que la evidencia es oligárquica y ya, frente a ese tipo de argumentos, no hay ninguna posibilidad de discusión o de entenderse en ese elemento común que tenemos que es la razón. Acá lo único que contó fue la identidad como único principio y fin de los discursos políticos. De aprobarse, la Constitución solo consagrará derechos identitarios para verdaderas castas.

- ¿Se arrepiente de haber sido parte de este proceso?

- Creo que no, era necesario informar. Me hubiese gustado incidir de otra manera. No esperaba haber incidido de la manera en que lo hice. Siempre supimos que esta sería una Constitución hecha a gusto y medida de la izquierda, pero imaginábamos un trabajo un poco más serio, en el que íbamos a poder hacer ver ciertos puntos o la relevancia de determinadas cosas, que por lo menos estuviera levemente incorporada nuestra visión.

"Qué expectativa podría tener sobre las normas transitorias, más allá de postergar la tragedia que vendrá".

"Para mí, la situación actual no se puede mirar únicamente desde el Apruebo o el Rechazo. Me preocupa cómo vamos a enfrentar esta crisis social que estamos viviendo".