Dra. Sandra Iturrieta

Olivares

Escuela de Trabajo Social

Pontificia Universidad

Católica de Valparaíso

En marzo de 2020, cuando el covid-19 irrumpió en nuestro país, fue necesario adaptarnos a largos periodos de confinamiento, a nuevas formas de interrelacionarnos, de comunicarnos, de desarrollar nuestras actividades diarias, de trabajar, estudiar y recrearnos. Pero por sobre todo debimos buscar modos de enfrentar el manto de incertidumbres con el que se cubrió cada una de nuestras vidas en pandemia. En ese escenario, el trabajo de profesionales de la salud y del ámbito de la intervención social ha sido central para contribuir a sobrellevar los efectos adversos de la situación sociosanitaria por la que aún atravesamos, lo que sigue exigiendo de este tipo de profesionales una excepcional capacidad de adaptación y de juicio evaluativo dinámico.

Las indagaciones del Núcleo de Investigación sobre las Profesiones en las Sociedades Contemporáneas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) muestran que en comunas que se encuentran muy cerca de los principales centros urbanos de estudio y de trabajo, pero que a su vez, por ser una comuna diferente, tienen sus propios índices de contagio por covid-19, los niveles de incertidumbre se multiplican toda vez que las restricciones y posibilidades debido a la pandemia podrían ser diferentes entre la comuna de residencia y la de trabajo, estudio o esparcimiento.

En el caso de quienes trabajan en el campo de la salud y de la intervención social, tal incertidumbre se acrecienta porque la irrupción del covid-19 les obligó a adaptar sus formas de trabajo en un primer momento a una modalidad virtual, para luego volver paulatinamente a la presencialidad, debiendo hoy enfrentar la posibilidad de que se les exija formas híbridas de trabajar, es decir, en ocasiones online y otras de modo presencial, ya que la pandemia ha acelerado la tecnologización de procesos que hasta antes de su irrupción eran solo presenciales.

Las urgencias por preservar la vida, por gestionar las incertidumbres provocadas por la pandemia, por construir las posibilidades de acceder siempre al territorio y volver a encontrarse cara a cara con las personas con las que trabajan, incrementan la incerteza profesional en un contexto en que las cifras de contagio aumentan en el país. "Volver a encontrarnos" es hoy el modo como profesionales del campo de la salud e intervención social llaman a su anhelo de volver al trabajo y a la vida como "era antes de la pandemia".

Sin embargo, el covid-19 no solo trajo enfermedad, muertes e incertezas, sino que también aceleró el uso de tecnologías para desarrollar los trabajos, incluso los realizados por profesiones que tienen lo humano como elemento central, tales como las vinculadas a la salud y ciencias sociales. De modo que el actual contexto demanda a este tipo de profesionales el desarrollo de una excepcional capacidad de adaptación al cambio y de juicio evaluativo dinámico. Es decir, de ser capaces de reconocer que la realidad puede cambiar de un momento a otro, y de evaluar que una propuesta que en una situación ha demostrado su pertinencia en el mismo escenario, en otro momento puede no ser válida; por lo tanto, cada profesional debe encontrar nuevas alternativas viables y efectivas para desarrollar sus quehaceres, convirtiendo la incertidumbre, que hoy es motivo de desolación y congoja, en un espacio de libertad para crear y compartir nuevas formas de pensar y de hacer.

Los avances que se prevén en el futuro cercano en nuestras sociedades permiten sostener que las habilidades de adaptación al cambio y de juicio evaluativo dinámico se verán cada vez más exigidas a este tipo de profesionales, por lo que las posibilidades certeras de "volver a encontrarnos" en distintos contextos y realidades estarán mediadas por estas capacidades, que se desarrollan no solo en las aulas universitarias, sino también en los diferentes espacios en que se desenvuelve la vida humana. Eso corresponde a nuestra invitación a la comunidad del Gran Valparaíso y al país en su conjunto.

"Las indagaciones del Núcleo de Investigación sobre las Profesiones en las Sociedades Contemporáneas de la PUCV muestran que en comunas que se encuentran muy cerca de los principales centros urbanos de estudio y de trabajo, pero que a su vez (…) tienen sus propios índices de contagio por covid-19, los niveles de incertidumbre se multiplican toda vez que las restricciones y posibilidades debido a la pandemia podrían ser diferentes entre la comuna de residencia y la de trabajo, estudio o esparcimiento".

emv