Casa Blanca reconoce "riesgo" de recesión por elevada inflación
ECONOMÍA. El Gobierno de Estados Unidos admitió que se vive un periodo de "transición" económica. En tanto, Joe Biden continúa su gira por Asia.
El Gobierno de Estados Unidos reconoció que hay "riesgo" de recesión, en medio de la elevada inflación que vive el país y subrayó que la economía está en un periodo de "transición" tras el impacto de la pandemia.
Así lo indicó el director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, Brian Deese, en una entrevista con la cadena de televisión CNN.
"Nuestra economía está en transición de lo que ha sido la recuperación más fuerte en la historia moderna de EE.UU. a lo que puede ser un periodo de crecimiento más estable y resistente que funcione mejor para las familias", señaló.
Acerca de la posibilidad de una recesión, Deese reconoció que "siempre hay riesgos" dados los desafíos globales y las medidas monetarias adoptadas para encarar la elevada tasa de inflación en EE.UU., la mayor desde comienzos de la década de 1980.
La Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, mantuvo durante dos años los tipos de interés en la horquilla entre el 0% y el 0,25% para estimular la economía; pero ya aprobó en lo que va de 2022 dos subidas consecutivas para contener el auge de precios.
Así, el tipo de interés oficial de la mayor economía del mundo se sitúa ahora en una horquilla de entre el 0,75% y el 1%, y se prevén subidas adicionales en el precio del dinero en EE.UU.
En este sentido, Deese insistió en que es necesario dar a la Fed "independencia" para hacer su trabajo, al remarcar que "tiene las herramientas para combatir la inflación".
Según datos del Departamento de Comercio, la inflación en Estados Unidos sigue en niveles históricos no vistos desde hace cuarenta años, aunque se moderó ligeramente en abril al colocarse en el 8,3%, dos décimas menos que en marzo.
Mientras tanto, el desempleo se ubicó en abril en EE.UU. en el 3,6% de la fuerza laboral, el más bajo en los dos últimos años.
Biden aterriza en japón
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, concluyó ayer domingo su visita oficial a Corea del Sur y llegó a Japón, nueva parada de su gira asiática, centrada en abordar los desafíos armamentísticos de Pionyang y en ampliar la cooperación frente al auge económico y militar de China.
Biden se reunirá hoy en Tokio con el primer ministro nipón, Fumio Kishida, y tiene previsto anunciar el mismo día la creación del Marco Económico del Indopacífico (IPEF), una nueva iniciativa a la que se sumará Tokio y cuyo objetivo es reforzar lazos comerciales entre EE.UU. y sus principales socios en Asia.
El martes, el mandatario de la Casa Blanca participará en la capital nipona en una cumbre de líderes del grupo Quad, donde además de Japón y EE.UU. se integran Australia e India, con los que aspira a reivindicar la defensa común de "un Indopacífico libre" y "abierto al comercio".
Ambos esquemas multilaterales fueron ideados por Washington con el objetivo de contrarrestar la influencia creciente de Pekín en Asia-Pacífico, y cuentan con el respaldo de Tokio como socio clave en la región aunque están a la espera de cristalizar en medidas más concretas.
Biden dedicó sus tres días de visita oficial a Corea del Sur a profundizar la cooperación económica en sectores estratégicos como los semiconductores o los vehículos eléctricos, y a entablar una relación de confianza con el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol.
La reunión entre ambos mandatarios se produjo solo once días después de que Yoon asumiera el cargo.
Visita a una base aérea de Tokio
Joe Biden visitó la base aérea de Yokota junto al resto de la delegación de EE.UU., y tras ser recibidos por el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Yoshimasa Hayashi, y otros altos cargos diplomáticos y militares estadounidenses y nipones, se dirigieron a la capital japonesa. Hoy se espera que ambos mandatarios muestren su unidad ante el aumento de la actividad militares de Pekín en la región, y que preocupa en especial a los aliados en la zona del estrecho de Taiwán y en torno a las islas Senkaku, administradas por Tokio pero reclamadas por el gigante asiático.