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ENTREVISTA. gabriel aldoney (PS), exintendente regional y actual presidente de la Empresa Portuaria Austral:

"Hoy la política regional hace mucho abuso de la retórica y tiene pocas propuestas concretas"

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Equipo Crónica

Durante las últimas semanas, el Consejo del Sistema de Empresas Públicas (SEP) designó al nuevo directorio que encabezará la Empresa Portuaria Austral (Epaustral) durante los cuatro años de administración del gobierno de Gabriel Boric. Así, el cargo del nuevo presidente del directorio recayó sobre Gabriel Aldoney, ingeniero mecánico de la Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y exintendente de la región durante el segundo mandato de Michelle Bachelet y también durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Con dilatada trayectoria en política y el servicio público, el también militante del Partido Socialista (PS) deberá liderar una empresa que, según precisó, "es tremendamente importante para la proyección de Chile hacia la Antártica, territorio que hemos ido recuperando de a poco, principalmente por la competencia que significa el puerto de Ushuaia. Dicho eso, este es un gran desafío, pues la conectividad de la zona austral es el sostén de la economía local y regional por los servicios que entrega, y por lo mismo, es una zona con mucho futuro por los proyectos que se buscan ejecutar".

- Entre 2021 y 2022 usted elaboró la versión final del plan maestro y calendario de inversiones de la Empresa Portuaria Austral con un horizonte de cinco años. ¿Qué se priorizó?

- En primer lugar, yo creo que no hay que cometer errores como los que se cometieron en Atacama con la industria del hierro, donde el borde costero fue consumido por esta actividad, impidiendo que se desarrollasen otras actividades que también son muy importantes, tales como el uso ciudadano del borde costero y el desarrollo del turismo local. Así que nuestra misión es poder colaborar en los procesos de descentralización que se vayan consolidando a través de un periodo de aprendizaje, para así acumular las experiencias necesarias para que este factor se traduzca en un elemento positivo para el desarrollo del país y las regiones.

-Actualmente una sentencia del Segundo Tribunal Ambiental puso en pausa el proyecto del Terminal 2 en Valparaíso, que considera US$500 millones en expansión portuaria. ¿Cómo analiza ese proceso?

- Yo creo que en el tema del Terminal 2, en relación a los sectores que normalmente se oponen a estos proyectos, cuando la institucionalidad les rechaza sus propuestas salen a hablar en contra de estos procesos, pero cuando la institucionalidad les funciona, guardan un silencio absoluto, y eso a mi juicio le hace mucho daño al país, pues tenemos una estructura jurídica que no podemos tirar al tacho de la basura, y si bien todos los proyectos tienen aspectos que se pueden mejorar, hoy en día la justicia ambiental funciona en este país. En el caso del T2, lo que ha hecho el sistema es decir que el proyecto no ha cumplido con todos los procedimientos, cuestión que tendrá que ser evaluada por la autoridad correspondiente, pues ha dejado a Valparaíso en una situación compleja, ya que los tiempos para el desarrollo de proyectos de esta envergadura se demoran y lo mismo ocurrirá con el Puerto a Gran Escala (PGE) de San Antonio, donde también se necesitará un estudio de impacto ambiental. Por lo mismo, creo que acá se requieren medidas y decisiones con niveles de velocidad mucho mayores, pues Valparaíso ha perdido una posición y ha quedado relevado en la discusión sobre el futuro portuario del país.

- ¿Se extrañan proyectos de gran envergadura en la Región de Valparaíso?

- Sí, porque cuando uno mira la región en su conjunto, se echan de menos proyectos de inversión que incluyan el desarrollo económico de la región, ya que hoy más bien existe una actitud de poner freno a los proyectos, y con esto no quiero decir que hay que saltarse los lineamiento y normas, porque hay que cumplirlos a cabalidad, pero es evidente que en la Región de Valparaíso hace falta una mayor generación de proyectos que incluyan una mayor colaboración entre el sector público y privado, pues las finanzas públicas están en una situación compleja, y eso solo se solventa haciendo buenos proyectos.

- ¿Y qué falta para llegar a concretar buenos proyectos en la región?

- Mire, durante muchos años en la región se hizo un esfuerzo muy importante para aunar criterios en temas relevantes, tales como la sequía, la movilidad, el desarrollo patrimonial y la seguridad. Dicho eso, pretender ahora que se puede partir de cero, es no darle continuidad a una serie de gestiones y de trabajo que se estaban haciendo bien, sin mencionar que además el tiempo nos juega en contra. Por lo mismo, sería bastante oportuno que se volvieran a retomar iniciativas bien relevantes sobre, por ejemplo, el proyecto del tren Santiago - Valparaíso, pues no nos vaya a pasar que finalmente ese proyecto dificulte el desarrollo regional y que, por ejemplo, después dificulte el poder generar redes de metro por falta de coordinación entre todos los actores.

- Finalmente, ¿cómo ha visto la figura del gobernador regional?

- Creo que el diseño por el cual se optó es incompleto, pues sus atribuciones son bastantes limitadas y además debe convivir con la existencia de una autoridad paralela, que es el delegado presidencial, ya que ambos forman parte del gobierno central. En este punto, tengo la impresión de que, en general, la política regional hace mucho abuso de la retórica y tiene pocas propuestas concretas, porque la política, y así uno le percibe desde la ciudadanía, cada día requiere más de acción de gestión, no basta solo con hablar en términos generales, sino que también hay que ser precisos y concretos con las soluciones a los problemas regionales, los cuales hoy se miran desde el eslogan, cuando lo que se tiene que hacer es buscar proyectos que permitan resolverlos.

"Se requieren medidas y decisiones con niveles de velocidad mucho mayores, pues Valparaíso ha perdido una posición y ha quedado relevado en la discusión sobre el futuro portuario del país".

"Cuando uno mira la región en su conjunto, se echan de menos proyectos de inversión que incluyan el desarrollo económico de la región". "Pretender ahora que se puede partir de cero, es no darle continuidad a una serie de gestiones de trabajo que se estaban haciendo bien".