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2016 a 18.000 con 3.500 ó 3.700 en 2020. Disminuye la matrícula y aumenta la dotación.
Ejecución presupuestaria del 92%
- ¿De qué dimensión es la sobredotación existente?
- En la práctica llegamos a establecer que había cerca de 10.000 horas sobredotadas en el sistema. Lo que decidimos en acuerdo con los gremios, que fue muy valorado por ellos -cosa que tampoco dicen en sus declaraciones-, es que aun cuando la ley nos amparaba para desvincular a más de 270 personas que estaban en excedencias, íbamos a restringir los otros recursos, en el entendido que tendríamos menos fondos para mantenimiento, recursos pedagógicos y otros. Porque habría sido muy lamentable, después de casi dos años de pandemia, dejar a esas personas en la calle, cesantes. Me parecía preferible pensar en que a mediano plazo podíamos recuperar la matrícula e ir equilibrando el financiamiento. Y con el Servicio Local la tendencia a la caída se empieza a revertir con una recuperación del 3% al 4% de la matrícula. Mi apuesta fue mejorar más a 3 ó 4 años plazo. Entonces llama la atención este olvido de quienes se manifiestan reclamando por falta de recursos.
- ¿Se puede entender en ese contexto el reclamo de los gremios que protestan denunciando "el estado precario de la infraestructura de los liceos y escuelas del SLEP"?
- Ese es el contexto. Nosotros disponemos de un programa adicional, el Fondo de Apoyo a la Educación Pública (FAEP) para mantenimiento y proyectos de inversión de largo plazo. En mantenimiento ejecutamos el 82%, fuimos uno de los SLEP que más lo usó. Por ejemplo, destinamos un poco más de $70 millones a nuestros 11 jardines infantiles, que hacía 10 años no tenían una inversión. Y el 18% que no usamos fue por el problema de escasez de materiales que había en ese momento de la pandemia. Sí hubo un porcentaje bajo en proyectos de conservación, pero los que nosotros lideramos fueron aprobados para este año. Los que quedaron pendientes fueron los que llevaba la Dirección de Educación Pública, que era el grupo mayor. Nuestra ejecución presupuestaria fue de un 92%, una de las más altas, y de hecho en el Convenio de Desempeño Colectivo, que es el que evalúa el ministro, obtuvimos en 2021 un 99.5% de logro, en el primer tramo de los Programas de Mejoramiento de la Gestión. Desconozco las razones para hablar de mala gestión cuando los instrumentos objetivados para calificarla dicen otra cosa.
Ingresos fijos, gastos variables
- La estructura de gastos fijos con ingresos variables data de los 80, cuando la educación pública empezó a financiarse con subvención por asistencia niño/día en lugar de recursos fijos. ¿Por qué cree que nunca se cambió este mecanismo que está en la base de los déficit?
- Tiene que ver con una lógica del modelo. A comienzos de los 80, la visita de Milton Friedman marca un antes y un después no solo en educación, sino también salud, previsión y otras áreas. Gran parte de sus intervenciones en relación a estos temas se implementan en forma prácticamente textual. Parte de eso significaba reducir la función de Estado benefactor o protector y entregarla a manos privadas pensando que la "libre competencia" iba a forzar a la mejora.
- Pero como no dio resultado y hubo décadas para darse cuenta, ¿por qué no se cambió entonces?
- Creo que por una parte ha existido presión, pero también ha sido difícil porque son transformaciones muy profundas. Recién en los 90 comienzan a generarse innovaciones que empiezan a frenar, por ejemplo, la caída de las remuneraciones en el trabajo docente, que fue más de un 400%. Se produjo un aumento en la cobertura educacional, pero se deterioró enormemente la calidad, salvo los proyectos que fueron reinvirtiendo en los propios establecimientos y después se transformaron en iniciativas muy interesantes, pero la medida general fue mantener la dinámica de una educación particular subvencionada con una lógica de voucher. No se cambió, creo yo, porque muchos de los que después fueron gobierno también lideraron proyectos de educación subvencionada; han existido intereses de por medio. Algunos han aportado enormemente, pero hay otros más bien que han sido pensados como una fuente de ingresos. Pero hay que reconocer que desde los 90 ha habido avances importantes, como la Subvención Escolar Preferencial (SEP), las duplas sicosociales o los proyectos de integración escolar y el reconocimiento de la carrera docente a través de la evaluación de desempeño. En contraposición, otros aspectos se fueron olvidando, como la infraestructura y el mantenimiento de los establecimientos.
- ¿Usted, que procede del mundo académico, está arrepentido de haber postulado a este cargo por ADP?
- Arrepentido no, mi intención siempre fue -ya en una etapa de cierre de mi trayectoria profesional-poder volver a contribuir a la educación pública de la cual soy hijo, y recuperar lo que fue no solo a nivel nacional, sino también latinoamericano, la valoración de la educación pública que vivimos hasta fines de los 70. En mi caso particular, al igual que mi padre, un hermano y uno de mis hijos, yo estudié en el Liceo de Aplicación. Esa convicción y también nostalgia me llevó a abandonar la zona de confort en la que estuve en la gestión universitaria por décadas y arriesgarme en esta gran y desafiante aventura -y a veces desventura- de centrar todos los esfuerzos en una educación pública pertinente, democrática, innovadora, inclusiva y con un enfoque de derechos social. Lo que sí, no esperaba constatar tantas y variadas resistencias a instalar un proceso que se demandaba desde la sociedad civil, pero a su vez se obstaculizaba, y en especial desde actores claves que debieran tener una escucha activa más que un monólogo intransigente. 2