"Estoy amargado por la derrota, los días lunes son todos malos, y eso que ahora jugamos un jueves", dice Reinaldo Sánchez, apelando al humor negro para pasar el trago amargo por el mal momento deportivo de Santiago Wanderers.

La derrota con San Felipe le pegó fuerte al presidente de la S.A. porteña, quien realiza una dura autocrítica por las decisiones futbolísticas que tomó su directorio para esta temporada. Pese a que el empresario autobusero resalta que el club está sano en términos administrativos, reconoce que "en lo deportivo estamos mal".

Los números son claros: el Decano terminó la primera rueda del torneo de Ascenso con 15 puntos en 16 partidos, ocupando la casilla 13° en la tabla de posiciones. Más grave es su situación en la clasificación de promedios, que define uno de los dos descensos a Segunda Profesional: ahí los verdes son penúltimos, con 0,938, superando solo a Deportes Recoleta.

El rendimiento del cuadro porteño en la mitad inicial del certamen es de un 31,25%, porcentaje de efectividad cercano al que tiene el técnico Miguel Ponce desde que asumió en la banca verde. El "Chueco" tiene un 38,09%.

Por eso los juicios del timonel de la S.A. son duros y parte señalando que "uno espera algo mejor".

"Le ganamos a Iquique, pero hasta ahí nomás llegamos, hablé antes con el entrenador y le advertí que si San Felipe le hacía el primer gol, después no se lo iba a poder sacar. ¡Justo lo que pasó! Más encima nos convierten con una jugada estúpida, de cabros chicos. No anda bien nuestra defensa, somos uno de los equipos más batidos, cuando nos llega la pelota al arco estamos todos temblando", señala.

El expresidente de la ANFP reconoce que "estoy decepcionado, no estoy contento con lo que pasa, a pesar de que no he querido meterme mucho porque estoy con problemas de salud. Ni siquiera quiero ir al estadio, porque es peligroso. A mi edad debo cuidarme, ya tengo 77 años y voy para los 78, ya estoy cerca de los 80 y capaz que a esa altura esté en otro lado y no aquí".

La decepción de Sánchez con el fútbol lo lleva a cuestionarse constantemente su regreso a la dirigencia: "a veces me digo a mí mismo a qué diablos volví si yo estaba tan tranquilo en mi parcela. Antes tenía días lunes agradables y ahora tengo puros días lunes desagradables. Me amargan la semana. Mucha gente que me ve en la calle me pregunta 'y el Wanderers', yo les respondo 'y qué quiere que haga'. Yo no puedo meterme a la cancha".

Pese a su postura, le cuesta poco al presidente caturro retomar su estilo y desmenuzar lo que ocurre con el equipo.

Parte diciendo que tomaron determinaciones erradas a la hora de conformar el plantel y que la política de contrataciones fue pésima.

"Esta división es especial, mira tú a César Cortés, de Magallanes, que tiene 39 años y juega todos los partidos. Incluso a nosotros nos hizo dos goles. Ahora más encima se trajeron a Carlos Villanueva que tiene 36 años. Todos en Segunda División están buscando gente de experiencia, nosotros nos equivocamos con los jóvenes que tenemos, como le habían ganado varios partidos a equipos de Primera el año pasado en la última fase, pensamos que esa era la fórmula, pero al final nos equivocamos. Nos equivocamos harto, y los argentinos bien malitos los que trajimos, no dieron el ancho", señala.

Las esperanzas del presidente wanderino están puestas en Jaime Valdés, aunque reconoce sentir temor a posibles lesiones de "Pajarito".

"A mí me gustan los jugadores de calidad, mira a Valdés, que pese a su edad mantiene su calidad. Es diferente su juego al del resto, aunque falta alguien que lo acompañe, alguien que lo cuide. Contra San Felipe se notó al tiro que el entrenador mandó a un par de jugadores a marcarlo, eso le va a pasar en todos los partidos, como ya saben que es el que arma el poco juego que tenemos, van a mandar a marcarlo. Con Iquique tuvo más espacio porque estaban con uno menos, pero con San Felipe le costó mucho. Así y todo mostró más que varios, incluso se tiró hasta al suelo, con 41 años. Me gusta como juega, al menos da una satisfacción", enjuicia el dirigente.

Respecto a los refuerzos, Reinaldo Sánchez afirma que intentan cumplir con los requerimientos de Miguel Ponce y reconoce que su hijo Andrés, presidente de la comisión fútbol, es quien se encarga del tema.

"Ojalá esto se arregle con la gente que va a llegar, vamos a incorporar a los jugadores que pidió el entrenador, él es quien tiene que decidir, con la gente que conoce. Siempre es mejor traer a conocidos que a desconocidos, ya nos caímos con los argentinos", asegura.

Y a reglón seguido se lamenta por la mala suerte que han tenido con las lesiones: "Justo estaba jugando bien el cabro que venía de Limache, el 'Popín' Castro, y se nos fractura. Nadie daba un peso por ese jugador y al final estaba rindiendo mejor que todos los otros".

"Nos equivocamos con los jóvenes que tenemos, como le habían ganado varios partidos a equipos de Primera el año pasado en la última fase, pensamos que esa era la fórmula, pero al final nos equivocamos".

Reinaldo Sánchez, Presidente de Wanderers

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Especialmente crítico con la postura de la ANFP se mostró el presidente de Wanderers en el caso de la denuncia contra el jugador de Ecuador Byron Castillo. Según Reinaldo Sánchez, la presentación que cuestionaba la nacionalidad del jugador debió realizarse con anterioridad, "esto debieron haberlo parado antes, no estar ahora. La FIFA es la que decide al final, aunque Milad haya hecho lo que sea, la determinación se toma en Suiza. Milad contrató al abogado nomás, que nos chamulló a todos". Y sobre el fondo del tema, el expresidente del fútbol chileno manifestó que "los puntos se ganan jugando, no hay que esperar los regalos".