Cuánto pesó la región en cierre de Ventanas
Hasta el minuto, todo indica que la decisión fue demasiado rápida para tomar en consideración a los pequeños mineros o a las autoridades locales. Existe un notorio silencio adoptado por el gobernador regional, Rodrigo Mundaca, quien aún no se pronuncia sobre este relevante tema, pese a su estrecha relación con las comunidades en la bahía de Quintero.
Cada día resulta más transparente que, pese a ser una idea que rondaba La Moneda desde la época del Presidente Sebastián Piñera, la decisión de cerrar la Fundición Ventanas fue un movimiento rápido, temerario y, por ello mismo, impreciso en muchos detalles importantes. Ni el levantamiento de los trabajadores de Codelco, que están ad portas de iniciar un paro total en el país para revocar la medida, pudo desviar al Gobierno del rumbo que tomó el viernes pasado, cuando respaldó con argumentos y un plan de apoyo la decisión adoptada poco antes por el directorio de la estatal. Desde ese día, el Presidente Boric y sus ministros han logrado mantener un relato consistente sobre las razones que justifican una clausura inevitable de la planta ubicada en Puchuncaví, aunque esa explicación es insuficiente para calmar los ánimos y la incertidumbre que en estos días cunde entre las personas vinculadas a la pequeña y mediana minería.
El impacto económico y social excede los límites de la Región de Valparaíso y alcanza a productores afines en las regiones de Coquimbo, Metropolitana, alguna cantidad de O'Higgins y también del Maule. Dirigentes del gremio han dicho que nadie se ha acercado a informarles sobre los próximos pasos, tampoco se sienten parte de ningún catastro y menos se cuentan en el grupo de 348 empleados de la Fundición que serán reubicados en otros puestos de Codelco, sin detrimento de su situación, según el compromiso expreso del presidente del directorio, Máximo Pacheco.
Desde la Asociación Gremial Nacional de la Pequeña Minería de Chile hasta la más pequeña agrupación de pirquineros artesanales en Cabildo reconocen que el problema de contaminación en la bahía de Quintero debía ser abordado de forma urgente, pero lamentan no haber participado de esa solución. Sus preocupaciones van desde cómo podrán enfrentar un traslado a otra fundición -algo que puede significar mayores costos- hasta qué explicación pueden dar a sus propios empleados y contratistas. Todos se sienten sobre ascuas y esperan una respuesta de las autoridades.
Lo que lleva a la siguiente pregunta: ¿de qué autoridades vendrán las respuestas? El fin de semana fue notorio el silencio que tomaron respecto de este tema el gobernador regional, Rodrigo Mundaca, y la delegada presidencial, Sofía González, ambos totalmente ausentes en los puntos de prensa que desde La Moneda informaban sobre las novedades del proceso y sin presencia conocida en la propia zona de Ventanas. Los trabajadores de Codelco ya anunciaron que en el primer turno de mañana iniciarán su paro de actividades. En la misma jornada, sus dirigentes deberían reunirse otra vez con representantes del Gobierno, para negociar alguna salida al tema. ¿Considerarán en esa mesa a las autoridades regionales, a los pequeños mineros, a los subcontratistas mencionados sólo al pasar por algunos ministros?