COMPRA PÚBLICA de iNNOVACIÓN
ECONOMÍA. En Chile no se aprovecha el poder de compra del Estado para fomentar la innovación.
Es sabido que la tasa de innovación de las empresas en Chile es baja. ¿Qué factores lo explican? Estudios recientes muestran que, además del financiamiento, una gran dificultad para las empresas que venden a otras empresas (y no a consumidores finales) es asegurar la demanda por sus innovaciones. Por diversos factores, incluyendo la desconfianza y la aversión al riesgo, las empresas chilenas son reacias a comprar innovación desarrollada por empresas chilenas, frenando muchas veces el ímpetu de posibles proveedores que ofrecen soluciones novedosas.
PODER DE
COMPRA ESTATAL
Incentivar no solo el desarrollo de innovaciones (a través de subsidios e incentivos tributarios), sino la demanda por éstas, es un aspecto que ha estado ausente en las políticas públicas en Chile. Y uno de los principales demandantes puede ser de hecho el Estado, que el año 2021 invirtió más de US$ 15.000 millones a través de ChileCompra. Muchos países han utilizado este poder de compra para promover la innovación en sus empresas mediante la denominada Compra Pública de Innovación (CPI).
La CPI puede tener varias formas. Una es la compra funcional: en vez de licitarse un producto específico, se licita la necesidad de solucionar un problema. Por ejemplo, un hospital polaco en vez de licitar equipos nuevos de aire acondicionado, solicitó "soluciones para reducir la temperatura". La escogida fue instalar paneles solares en las ventanas, generando sombra sin oscurecer. Se redujo la temperatura y la generación eléctrica de los paneles ayudó a financiar la inversión.
La compra funcional, que promueve tanto la innovación como la competencia, puede traducirse en mejoras en el funcionamiento interno del Estado, y en la calidad de los bienes y servicios que entrega a la ciudadanía, sin que necesariamente haya un costo mayor. Es posible desarrollarla con la legislación actual, pero es necesario promoverla y capacitar a los compradores públicos, ya que es más difícil de implementar que la compra pública tradicional.
COMPRA
PRE-COMERCIAL
Una forma más "fuerte" de compra de innovación, denominada compra pre-comercial de innovación, involucra el financiamiento de la investigación y el desarrollo necesarios para generar prototipos de bienes o servicios que todavía no están disponibles en el mercado, pero que pueden entregar una mejor solución a una cierta necesidad que las soluciones existentes. Por ejemplo, la ciudad de Dublín, con el aumento de las lluvias, estaba sufriendo frecuentes anegamientos. Se abrió un concurso que financió el que distintas empresas desarrollaran soluciones para mejorar el monitoreo y la velocidad de respuesta ante estas situaciones. Además de las mejoras en Dublín, una de las empresas participantes empezó a vender su solución a otras ciudades. En Estados Unidos, las agencias públicas con presupuestos de I+D importantes deben asignar un porcentaje de éste de forma competitiva a las PYME que desarrollen I+D para resolver un desafío planteado por la agencia. Este programa, el "Small Business Innovation Research", ha financiado más de 100.000 proyectos desde su inicio en 1982 y hay amplia evidencia de su impacto positivo en distintas dimensiones de la economía.
EFECTO DEMOSTRACIÓN
La CPI no solo fomenta el que las empresas innovadoras desarrollen nuevos bienes y servicios, también permite generar "efectos de demostración": las empresas van a poder apreciar las capacidades de estos proveedores y las cualidades de sus bienes y servicios, y promueve de esta forma la compra de innovación también desde las empresas privadas. Por otra parte, la CPI puede ayudar a enfocar los esfuerzos de I+D de las empresas en direcciones estratégicas, como por ejemplo, hoy en día, la descarbonización.
La CPI es una figura establecida en más del 80% de los países de la OCDE, y si bien en Chile han existido esfuerzos aislados por promoverla durante la última década, no han logrado traducirse en los cambios normativos y culturales necesarios para que despegue y se convierta en un factor movilizador de la innovación en las empresas nacionales. Actualmente el Ministerio de Economía está trabajando en varias líneas, incluyendo cambios normativos para fomentar la compra pública de innovación; el desarrollo de las capacidades necesarias en el Estado para que pueda ponerse en práctica de forma efectiva; y la implementación de proyectos piloto de CPI; y se espera durante el próximo año trabajar en el desarrollo de la primera política nacional de CPI, con metas e indicadores concretos.