Bajo es el nivel de recuperación de los barrios comerciales de Valparaíso gravemente afectados por los hechos de violencia que azotaron la ciudad en octubre de 2019. Hay planes oficiales de apoyo pero de parte del comercio se aprecian resultados "de dulce y agraz", según declara a este Diario Evelyn Henríquez, presidenta de la Cámara de Comercio y Turismo de la ciudad. Afirma que en los sectores emblemáticos como Condell, Cumming, Victoria y Pedro Montt la renovación comercial se expresa en locales con "máquinas de juego, 'chumbeques', que están tomándose los espacios donde antes había comercio más tradicional".

Grave afirmación pues ese tipo de locales, de dudosa legalidad, no aportan a la ciudad y, por el contrario, incentivan un gasto ilusorio que afecta a los grupos de menores ingresos, especialmente a la juventud. Confía la dirigente en que los incentivos focalizados en recuperación "ayuden a abrir nuevos negocios" y plantea a la vez "la necesidad urgente de algunas medidas que tienen que ver con otro tipo de afectaciones como, por ejemplo, deudas tributarias, laborales, multas, etc., para tratar de apoyar este proceso de reactivación". Insiste en la necesidad de ayuda para "recuperar el tejido comercial de la ciudad".

Ese tejido es fundamental, pues retroalimenta a toda la economía y, en especial, a la generación de fuentes de trabajo estables.La ayuda oficial que debe tener una expresión económica, también es posible que aparezca en los vericuetos de la Reforma Tributaria que inicia su andar legislativo. Pero además para una efectiva recuperación del comercio local es esencial establecer un marco permanente de seguridad, teniendo a la vista el nivel de violencia que ha alcanzado la delincuencia.En esa materia específica aparece el capítulo del comercio callejero que se toma espacios importantes de la ciudad afectando a locales establecidos.

Un apoyo importante para el comercio podría ser la entrega de apoyo jurídico al sector cuando es víctima de ilícitos variados, esos que van desde el robo hasta la violencia que acompaña a ciertas manifestaciones "pacíficas". Hasta ahora las víctimas quedan en una especie de limbo y en ese contexto resulta casi una burla la disposición del borrador constitucional que da derecho a sufragio a casi 11 mil condenados por delitos graves. Hay que entender, usando una manoseada palabra, que el comercio en todos sus niveles es parte del patrimonio de la ciudad y, en la medida que ese comercio desaparece o se precariza, la ciudad retrocede en oportunidades y en calidad de vida para la población.

Bienvenidos son los planes de ayuda económica, pero el apoyo no se puede quedar solo en lo contingente, debe mantenerse en el tiempo con medidas que van desde la mencionada seguridad hasta la capacitación buscando el desarrollo y la innovación de cada actividad.

El 30 de junio ha sido instituido como "Día Nacional del Bombero Voluntario", en homenaje a la fundación de la "Asociación contra Incendios de Valparaíso", que dio origen al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso. Esta institución, primera en su género en el país, ha sabido mantener la llama de la tradición, pero no ha guardado las cenizas, puesto que, por una parte, el centésimo septuagésimo primer aniversario de su fundación, el 30 de junio de 2022, lo encuentra con un programa de actualización de todos sus activos tangibles e intangibles, lo que le permite renovarse para responder a los caleidoscópicos retos de la vida moderna.

Por otra, el inexorable paso del tiempo le hará rememorar que, en la aciaga madrugada del 1 de enero de 1953, el sonar de las sirenas hizo que bomberos, impulsados por sus sentimientos pletóricos de amor al prójimo, corriesen raudos a cumplir con su deber, voluntariamente impuesto, dejando a la zaga a sus familiares y a las celebraciones que engalanaban la llegada del Año Nuevo.

Las crecientes y desafiantes llamaradas brotaban de unos castillos de madera depositados en la barraca Schutze. Un batallón de combatientes del ejército de paz emprendía su homérico trabajo, desplegándose por las calles Brasil, Freire y Blanco. Sin escatimar esfuerzos y tras casi dos horas, cara al fuego, comenzaron, paulatinamente, a vencer a su despiadado enemigo. Nada hacía presagiar que se produciría una explosión de enormes magnitudes, con una onda expansiva que lanzó a las personas a más de una cuadra de distancia y que, desde todo Valparaíso, se vio como un hongo ciclópeo de color rojo y negro.

Amigos, hermanos, primos, padres e hijos, compañeros de ideal todos, ascendieron hacia el umbral de la eternidad, cumpliendo la más hermosa misión voluntaria de servicio público: ser bombero. Incontables civiles que contemplaban el épico trabajo acompañaron a los treinta y seis voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso en su viaje supremo hacia el Cuartel Eterno. ¡Gloria para ellos!

Siete nonagenarios caballeros de hacha y pitón actualmente sobreviven, milagrosamente, al incendio y explosión del 1 de enero de 1953. Como noveles bomberos entregaron lo mejor de sí en el incendio. Con hachas y ganchos de mano abrieron el portón de la barraca, arrastraron las "tiras" y apuntaron el pitón hacia el fuego y con sus toallas mojadas atendieron a los heridos, hasta que quedaron obnubilados y sordos producto del estampido.

En la actualidad, a ellos no les agrada referirse a esta terrible tragedia, porque no han podido borrar de sus memorias la horrorosa visión de la inmensa cantidad de personas que yacían en el suelo, heridas, quemadas, sin piernas, sin brazos, sin ojos, gimiendo de dolor, gritando "¡sálvame!". Su estado de desolación les hacer verter lágrimas de hombres. Fueron íconos del servicio público que no retrocedieron ante el llamado de auxilio.

Cuando el próximo 1 de enero de 2023, se cumpla el septuagésimo aniversario de esta pavorosa tragedia, hombres y mujeres que han tomado el hacha y el pitón, bien podrán parafrasear el antiguo aforismo griego que dice: "No se puede vivir de recuerdos, pero enséñenme a vivir sin ellos". Enséñenme a vivir sin rememorar a estos grandes héroes del deber cumplido. Enséñenme a vivir como bombero/a para gloria de nuestra patria y honra de nuestra Institución. ¡Gloria para ellos!