Ayuda a la comunidad recibe el duro golpe de la inflación
Alza de precios de los alimentos, insumos y servicios básicos afecta el financiamiento de fundaciones y corporaciones sin fines de lucro que prestan invaluable aporte social, desde atención de salud hasta control de emergencias, pasando por acogida a los más vulnerables.
Si el 12,5% de inflación de los últimos doce meses afecta el bolsillo de todos, con mayor razón representa un golpe para el presupuesto de las instituciones sin fines de lucro que brindan atención a personas vulnerables, o bien proveen servicios de inestimable valor a la comunidad, que pueden o no contar con determinadas subvenciones estatales, pero cuyos gastos por lo general exceden, y a veces por mucho, el monto de aquellas.
Se trata de corporaciones y fundaciones de distinto origen, religiosas o laicas, que incluso han surgido al alero de iniciativas municipales para luego quedar bajo dependencia de alguna de estas organizaciones, y que apelan también al sistema de socios cooperadores para completar el presupuesto que requieren.
Alimentar a 200 personas al día
Una de ellas es el Refugio de Cristo, que está celebrando 70 años de su creación por el sacerdote René Pienovi, con el fin de acoger a niños, niñas y adolescentes en grave riesgo social otorgándoles cariño, amor y protección en el proceso de restitución de sus derechos.
Actualmente cuenta con dos liceos técnicos profesionales y seis residencias en la región interior, donde atiende a más de 120 niños, niñas y adolescentes, a quienes se suman 70 adultos mayores en el establecimiento de larga estadía ubicado en Playa Ancha.
"Con el aporte de la subvención de Sename, hoy servicio Mejor Niñez, podemos pagar casi, no todos, los sueldos de los trabajadores, y la Fundación tiene que aportar lo que falta", comenta su director, el sacerdote Enrique Opaso, quien agrega que el Refugio busca operar con excelencia "y por eso tenemos trabajadores por sobre la línea de flotación que se nos exige".
Lo mismo vale para la alimentación. "La gente sabe cuánto se gasta en una casa, de 4 ó 5 personas. Bueno, nosotros tenemos que entregar alimentación a alrededor de 200 personas, todos los días, cuatro veces al día. Todas las semanas vemos cuánto ha ido subiendo el gasto en alimentación, y tenemos que buscar maneras de defendernos", relata el párroco de la iglesia de San Miguel de Recreo.
Por eso adquieren los productos básicos al por mayor. "Compramos un tambor de aceite y lo vamos traspasando a botellas que llevamos a los hogares. Eso nos ha ayudado para bajar un poco el gasto en alimentación y en todos los insumos para lavado y cocina", detalla el padre Opaso.
"Pero claramente nuestra cuenta va subiendo cada vez más, superamos el 12% de inflación y no se sabe a cuánto vamos a llegar. Tenemos claro que no vamos a cambiar el estilo de comida de los niños, porque ellos son los primeros de la fila y no podemos ahorrar en materias vitales", subraya y no deja de reconocer que el fortalecimiento de la campaña de captación de aportes "nos ha permitido que muchos socios se hayan sumado a la tarea de ayudarnos", y que en ello incide el conocimiento de la comunidad respecto de una obra que ya cumple siete décadas.
"Tenemos que salir a buscar que nos ayuden. Como son platas extraordinarias, no las que se usan para sueldos y gastos fijos, a veces llega más y otras veces menos, y también podría ser -cosa que no ha ocurrido- que un día no tengamos. Estamos alerta, estamos preocupados".
Inclusión de adultos con discapacidad cognitiva
La Asociación de Padres y Amigos de Personas con Discapacidad (Aspade), con sede en Quilpué, cumple 36 años trabajando por el desarrollo social y laboral de adultos con discapacidad cognitiva una vez que terminan su proceso educativo formal.
La principal fuente de financiamiento de esta corporación sin fines de lucro es la recepción de fondos para el cumplimiento de la Ley 21.015 sobre Ley de Inclusión Laboral en las empresas, para lo cual posee proyectos aprobados por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
El arquitecto Martín Rojas, director ejecutivo de Aspade, dice que para el financiamiento de sus programas la institución también tienes socios que aportan mes a mes, así como la venta de productos de Dulces Aspade, la empresa social de la corporación, que son elaborados en los talleres de capacitación y que se pueden comprar a través de la página www.aspasde.cl.
Y aunque los fondos vinculados a la Ley de Inclusión les ha mitigado en parte los sobresaltos financieros, "sí nos ha afectado el aumento de los costos en general, tanto de los servicios básicos como de los insumos de los talleres de repostería", señala el directivo.
Que todo está saliendo más caro lo ejemplifica con los costos de ese programa, una de las líneas de capacitación de Aspade, cuyas materias primas se han disparado: harina, aceite, chocolate, azúcar, aparte del gas y la electricidad. Un botón de muestra es que el depósito de gas cuyo llenado equivalía a $150 mil ahora vale el doble.
"Nos hemos tratado de ajustar usando todo con mayor cuidado, desde las luces hasta el gas. También hemos reforzado las campañas de captación de socios y de comercialización de los productos. Tenemos que ver cómo vamos a seguir financiando nuestro trabajo para que no afecte en el desarrollo de los talleres", expone Martín Rojas, quien, consciente de que "la vida se nos ha encarecido a todos", pide a los socios cooperadores que mantengan sus aportes.
Costo del combustible golpea a bomberos La situación del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso es representativa de la que experimentan sus congéneres. El aporte
el aporte estatal a bomberos de valparaíso se reajustó en 4% el año pasado, pero el ipc fue superior a eso. A ello se suma que el precio del combustible es un dolor de cabeza permanente.
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercurio valpo.cl