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El museo como espacio que sorprende y alienta la curiosidad

Acaba de presentar su libro "Mesa Redonda de Santiago de Chile: un hito revolucionario de la museología", al tiempo que coordina un proyecto para el Museo Santiago Wanderers.
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Curiosa por naturaleza, callada y observadora, Javiera Cádiz Pinares tiene la arraigada sensación de que el museo se le parece, y ella a él. No por nada, además de ser la coordinadora de las actividades culturales de la Universidad Viña del Mar (UVM), colabora en varios museos de la región, formulando proyectos de diversa índole, aunque las iniciativas que más le interesan y a las que se ha dedicado en el último tiempo tienen que ver con edición y publicaciones.

Gestora cultural titulada en la Universidad de Valparaíso, magíster en Arte mención Patrimonio de la Universidad de Playa Ancha y actualmente alumna del Magíster en Comunicación Digital y Transmedia de la UVM, donde se orienta en el conocimiento de nuevos lenguajes y plataformas en torno al trabajo museístico, a ella la cautivaron los museos desde que era niña.

Después estudió un año arquitectura y cree que esa experiencia marcó su vida profesional, ya que en un momento se dio cuenta de que "no me interesaba la construcción de una obra arquitectónica, sino conocer a las personas del pueblo y saber más de su cultura", de modo que fue natural que derivara hacia la gestión cultural y a la museología.

El hito de la mesa redonda de santiago

Fue de una investigación que realizó para el magíster en Arte en la UPLA de donde surgió el tema central de su libro Mesa Redonda de Santiago de Chile: un hito revolucionario de la museología (RIL Editores), que presentó recientemente en el Museo Universitario del Grabado del cerro Alegre.

La "Mesa redonda sobre el desarrollo y el papel de los museos en el mundo contemporáneo", efectuada en mayo de 1972 en nuestro país y luego conocida como Mesa Redonda de Santiago de Chile, fue "un acontecimiento muy importante para los museos y particularmente los latinoamericanos", señala la autora.

En ese encuentro, "museólogos y expertos en otras materias discutieron sobre el rol que cumplen estas instituciones en la vida de las personas y cómo era necesario que tuvieran conciencia sobre su entorno, territorio y problemáticas sociales. El museo no debía, no debe y no deberá estar en una burbuja, debe ser un espacio significativo, tolerante e innovador y en ese camino estamos", subraya.

En ese sentido, su libro es "una sistematización de diversas fuentes de información sobre este acontecimiento y sobre la evolución de los museos. Siempre digo: si usted quiere saber más sobre los museos y hacer una revisión concisa, fácil de leer y entretenida, lea este libro. Yo creo que por ese motivo RIL Editores confió en esta propuesta y también el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Patrimonios (Mincap) a través del financiamiento desde el Fondo del Libro y la Lectura".

Una vida de pasantías y voluntariados

Su relación con los museos se forjó en la infancia y es como si ellos se hubieran fijado en su ADN. Recuerda "con mucha ilusión" sus visitas de entonces al de Historia Natural de Valparaíso (MHNV), donde "siempre había algo nuevo que ver y el recorrido siempre era muy entretenido, pero no fue hasta la edad adulta cuando realmente me maravillé con este mundo".

Le parece muy interesante y desafiante el trabajo en grupos de personas adultas. "Creo en el museo como un espacio que sorprende y que estimula la curiosidad, y me parece que las personas grandes a veces olvidamos esa parte. Estamos tan envueltas en los compromisos y responsabilidades que nos olvidamos de jugar y dejarnos sorprender", plantea.

Javiera Cádiz ha realizado pasantías y voluntariados en buena parte de los museos de la zona. Ha colaborado en el Marítimo Nacional, en proyectos con el Baburizza, el Universitario del Grabado, el Histórico de Placilla. "Siempre estoy al pendiente de lo que están ofreciendo y, por supuesto, me saco el sombrero frente al trabajo que hace cada uno de ellos".

Piensa que junto al Rioja, el Artequin y el MHNV "hacen un increíble trabajo de conservación, difusión y valorización de estos espacios. Por ese motivo, también soy socia de la Red Viva y de la Red de Museos de la Región de Valparaíso" que agrupa a los del interior, como los de Quillota, La Ligua o Casablanca, "entre tantos otros que admiro muchísimo".

Museo de santiago wanderers

Pero a la hora de hablar de su proyecto más querido en la actualidad, no duda en mencionar la primera parte de una propuesta museográfica para la Corporación Santiago Wanderers, de la que es coordinadora y que califica como una gran experiencia.

Esta iniciativa no solo "me ha permitido ver a los museos desde otra perspectiva", sino además la impulsa junto a cinco mujeres: Wanda Olea, diseñadora; Andrea Aburto, museógrafa del proyecto, e Isabel Pérez, encargada del relato; la presidenta de la Corporación, Angélica Escudero, y la directora Francisca Burgos.

"Nos hemos puesto la camiseta", asegura Javiera en relación a este desarrollo. "Llegar a públicos nuevos desde este tema tan relevante para la ciudad es un desafío grande, poder hablar de este coloso porteño nos llena de orgullo y nos hace ver el patrimonio cultural desde una mirada más amplia".

El proyecto, que se formuló en conjunto con la Corporación Club de Deportes Santiago Wanderers y que es financiado por el Fondo de Mejoramiento Integral de Museos del Mincap, consiste en la habilitación de una sala introductoria del museo, en la sede de la calle Independencia, "donde se dará a conocer los inicios del club y se considerará el fuerte vínculo de Santiago Wanderers con la ciudad de Valparaíso, y la idea es poder concretarlo este año pensando en los 130 años del club". 2

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercuriovalpo.cl