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"Fue un golpe en la línea de flotación para el Apruebo"

Formado políticamente en el Laguismo, no suscribe todas las críticas del exmandatario y apoyará la propuesta, a pesar de sus dudas sobre el diseño del sistema político. Dice que un triunfo del Rechazo dejaría al gobierno con poca o nula capacidad de liderar lo que viene.
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Como un golpe en la línea de flotación para el Apruebo, que le allana el camino al Rechazo, califica el abogado y columnista Jorge Navarrete Poblete la carta que publicó el martes 5 el expresidente Ricardo Lagos, quien planteó que el desafío político es continuar con el debate constitucional hasta alcanzar una Carta que interprete a la mayoría, porque "ninguno de los dos textos que puedan resultar del plebiscito" genera consenso.

Si bien coincide con el exmandatario en que "no se logró un gran consenso y que, desde esa perspectiva, este proceso no cumplió su principal objetivo", como también en que "cualquiera sea el resultado, continuará el debate y se requiere una reforma más profunda", suscribe "solo parcialmente" sus críticas a la propuesta de la Convención Constitucional.

Pero es categórico al declarar que no entiende que Lagos "desconozca el alcance y efecto de sus palabras", por tratarse "de alguien que todavía ejerce una influencia muy relevante en muchas personas". Criado y formado políticamente en el Laguismo, prefiere "pasar" y no abundar en la decisión del expresidente, en cuyo gobierno se desempeñó, entre otros cargos, como subsecretario del Ministerio Secretaría General de Gobierno.

Navarrete, socio del estudio jurídico Del Río Izquierdo, ha planteado públicamente que apoyará el Apruebo, a pesar de los reparos y dudas que le merece la propuesta de la Convención, donde su mayor incertidumbre radica en el diseño del sistema político, pues "hay cuestiones sobre las cuales preferiría no experimentar, más todavía con los niveles de fragmentación política a los que asistimos y de desconfianza ciudadana hacia las instituciones".

No obstante, destaca que se trata "de la primera Constitución en nuestra historia republicana elaborada de forma democrática, por una Convención elegida por sufragio universal, de forma paritaria, y que representa la diversidad de nuestro país", como también "que se instalen las bases de un Estado social y democrático de derecho, con mayor reconocimiento y rol del aparato público en la regulación y provisión de bienes y servicios esenciales", y que incorpore temáticas fundamentales para estos tiempos y los que vienen, como "la cuestión medioambiental, las políticas de género, el reconocimiento a los pueblos originarios y la descentralización".

LA CUESTIÓN DE LOS QUÓRUMS PARA REFORMAR

- Señaló que el principal objetivo del proceso constitucional era lograr un masivo proceso de relegitimación institucional, y si todo indica que el resultado del plebiscito será estrecho, "es que fracasamos". ¿A quién responsabiliza?

- Efectivamente, el principal objetivo, si no el único, era recuperar una legitimidad institucional extraviada, para así lograr mayores niveles de inclusión, afecto, lealtad, compromiso y responsabilidad de los ciudadanos para con nuestra arquitectura institucional y las normas del contrato social. Un resultado estrecho frustra ese propósito y, cualquiera sea el resultado del plebiscito, mantiene abierto y pendiente este debate. Y aunque las responsabilidades son compartidas, y todos tendremos que revisar qué hicimos para llegar a esta coyuntura, me decepcionó el rol que debían jugar ciertas fuerzas políticas, partidos y personas que -por su experiencia, poder, influencia y capacidad de modelar y corregir- no interpretaron bien el escenario político posterior a la elección de la Convención. Lo he dicho en otras ocasiones, pero después de creerse algunos los padres de la nueva Constitución, pudieran estar a punto de ser los rostros de una farra histórica.