Correo
¿Hasta cuándo?
La muerte de dos personas baleadas en Playa Ancha es algo que, tristemente, sorprende cada vez menos a los porteños, que hasta saben del dolor de vivir ante el crimen organizado.
Solo para ilustrar. A fines de julio murió un hombre mientras compraba cigarrillos. Hace pocos meses, una balacera entre apoderados dejó impávidos a los apoderados del Colegio Murialdo que dejaban a sus hijos para un día de clases. Semanas atrás, un padre y su hija recibieron impactos balísticos mientras conducían un sábado por la noche.
A la violencia y el crimen organizado también podemos agregar un centro vapuleado por el estallido social, una serie de edificios patrimoniales incendiados y rayados a lo largo del plan y una serie de cortinas metálicas que se unen al paisaje urbano, dando cuenta de la normalización de la violencia en la zona.
Revertir la situación es difícil cuando se instala en una ciudad, más aún si las autoridades no están enfocadas en ello. Si mientras existen muertes a mansalva el alcalde pareciera estar más preocupado de hacer campaña que de enfrentar la situación como primera prioridad; si el gobernador regional solo se pronunció para culpar a su predecesor; y si el Gobierno todavía no pisa la comuna, solo nos queda pensar que Valparaíso está por cuenta propia para salir adelante.
¿Hasta cuándo los porteños tendrán que vivir con la inacción de las autoridades y relegados a la suerte de que no les ataque una bala loca? ¿Qué tendrá que suceder en Valparaíso para que se vuelva una prioridad? La otrora Joya del Pacífico sufre y es porque pocos la cuidan. Necesitamos decir basta.
Ignacio Aravena Investigador Fundación Piensa. Ph.D. (c) LSE y Ms. NYU
Inseguridad
La seguridad pública se ha transformado en una utopía para la vida diaria de la ciudadanía. Los hechos delictuales se repiten mañana, tarde y noche en barrios y poblaciones, superando todo lo tolerable. Hoy, la grave situación de inseguridad en el país pasa a ser una amenaza al Estado de derecho y a las instituciones del Estado.
El riesgo que cada uno se transforme en su propio guardián y justiciero parece real. El agotamiento, impotencia y temor de la ciudadanía ante la actual situación puede llevar a medidas extremas y de alto riesgo fuera de la ley, un escenario que nadie desea.
El Estado aún puede evitar que esto ocurra.
Joaquín Ortiz G.
Posverdad
Está siendo reiterativo que cuando a una autoridad nacional se le pregunta por una realidad tangible que está viviendo el país en el último tiempo, ya sea el aumento de la violencia, las cifras de homicidios, los robos de vehículos, las familias en campamentos, la inmigración ilegal, la inflación, la pérdida de poder adquisitivo, entre otras, las respuestas sean rápidas, vehementes y alejadas de la realidad. Con la misma rapidez se me viene a la mente la definición de posverdad de la RAE: "Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales".
Carlos Fanta De la Vega
Robo de madera
¿Qué están esperando Impuestos Internos y la Fiscalía Nacional? ¿Que Llaitul ponga una planta de celulosa?
José Luis Hernández Vidal
Chile dividido
La división que al interior de la Congregación de las Carmelitas Descalzas ha producido el texto constitucional que se nos propone aprobar, es una evidente demostración del daño que esta propuesta está causando a Chile. Hoy, hemos perdido el sentido de unidad que debe guiar a una comunidad de connacionales y estamos enfrentados unos con otros en posiciones que parecen irreconciliables. Lo anterior no sería dramático si se tratara de una elección política más, propia de un sistema democrático; lo que le otorga dicho carácter es que esta desunión y confrontación tiene como fuente la propuesta de un texto constitucional que, por su naturaleza, está llamado a unir en valores y principios fundamentales compartidos a los miembros de una comunidad.
El estrecho resultado que se avizora para el plebiscito de salida nos advierte que nuestro país quedará dividido en dos bandos que se mirarán como adversarios; entonces, sin importar qué opción se imponga, el proceso constituyente y su texto habrán sido un estrepitoso fracaso: no habrá "casa que a todos nos cobije y nos una".
Ante esta realidad, ¿qué hacer? Mi percepción personal es que el triunfo de la opción Apruebo ahondará estas diferencias y la aplicación del texto será fuente de futuros difíciles conflictos. De imponerse, en cambio, la opción Rechazo, se abre una oportunidad de empezar de nuevo, dejar atrás el clima de odiosidad, revanchismo y confrontación que hemos empezado a respirar e iniciar juntos un nuevo camino, pero ahora uno que nos una.
Francisco Bartolucci Johnston
Transporte público
Una lenta y triste agonía sufre el transporte público de la Región de Valparaíso y de varias otras zonas del país, donde se han implementado los denominados "perímetros de exclusión".
El estallido de octubre de 2019 y luego la pandemia profundizaron una crisis que se venía gestando por años y donde la principal causa ha sido la nula voluntad de la autoridad de transportes para enfrentar el problema con una mirada de largo plazo. Los datos con los cuales se calculan los planes operacionales y, por ende, el pago de los mal denominados subsidios, están desactualizados, pues tienen casi dos décadas de antigüedad.
Se exige a los operadores mantener congeladas las tarifas, que no han experimentado un alza desde 2019, pero por otra parte se otorga un subsidio -o compensación tarifaria- completamente insuficiente, muy lejano al aumento que debería experimentar el valor del "boleto".
En regiones seguimos viendo cómo Santiago concentra toda la atención del Ministerio y los recursos estatales. Mientras cada microbús del Transantiago recibe casi seis millones de pesos mensuales por concepto de subsidio, uno en el Gran Valparaíso bordea los seiscientos mil pesos. Es una injusticia que se debe remediar y ahí no se requiere un cambio constitucional ni legal, sino voluntad política y mejor distribución de los recursos existentes a través de la Ley de Presupuestos.
Hoy el sistema literalmente pende de un hilo, que de cortarse causará un gravísimo problema al transporte de pasajeros en el Gran Valparaíso.
Jaime Barrientos Ramírez Abogado Empresa de Transporte Fenur S.A.