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Los riesgos del consumo nocivo de alcohol

OMS INDICA QUE CADA HAY 3 MILLONES DE MUERTES EN EL MUNDO DEBIDO A ESTA PROBLEMÁTICA, FACTOR CAUSAL EN MÁS DE 200 ENFERMEDADES.
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El alcohol bebestible en fermentados y destilados es una sustancia psicoactiva con propiedades causantes de dependencia, con importante consumo en muchas culturas a lo largo de los siglos. En esa línea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que su uso nocivo causa una alta carga de morbilidad y tiene importantes consecuencias sociales y económicas.

Cada año hay 3 millones de muertes en el mundo por consumo excesivo de alcohol, lo que representa un 5,3% de todas las defunciones. También es un factor causal en más de 200 enfermedades, traumatismos y otros trastornos de la salud, y está asociado con el riesgo de desarrollar trastornos mentales y comportamentales -incluido el alcoholismo- y enfermedades no transmisibles como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.

La OMS recuerda que una proporción importante de la morbilidad atribuible al consumo de alcohol consiste en traumatismos intencionales o no intencionales, en particular los debidos a accidentes de tránsito, violencia y suicidios. En general, el 5,1% de la carga mundial de morbilidad y lesiones es atribuible al consumo de alcohol, calculado en términos de años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD). Las lesiones mortales relacionadas con el alcohol suelen ocurrir en grupos de edad relativamente más jóvenes; entre las personas de 20 a 39 años, aproximadamente el 13,5% del total de muertes son atribuibles al alcohol.

El porcentaje de defunciones atribuibles al consumo de alcohol entre los hombres asciende al 7,7% del total a nivel planetario, comparado con el 2,6% entre las mujeres. En 2016, el consumo mundial de alcohol per cápita fue, en promedio, de 19,4 litros entre los hombres y de 7 litros entre las mujeres.

OTRAS CONSECUENCIAS

Por otro lado, se ha establecido una relación causal entre el consumo de alcohol y la incidencia y el desenlace de enfermedades infecciosas como la tuberculosis y el VIH/Sida. A lo anterior se agrega que la ingesta durante el embarazo puede provocar síndrome alcohólico fetal y complicaciones prenatales.

La OMS, frente a esta problemática, alienta a los encargados de la formulación de políticas gubernamenatles a adoptar medidas sobre estrategias que han demostrado ser eficaces y costoeficaces. Entre ellas se incluyen regular la comercialización de las bebidas alcohólicas (en particular, la venta a los menores de edad), sensibilizar a la población sobre los problemas sanitarios y sociales causados por el uso nocivo del alcohol, y garantizar el apoyo a políticas eficaces en la materia.