"Una Convención Constitucional como la conocimos en la primera etapa, la veo poco viable"
La senadora Paulina Núñez cree que el debate que ya comenzó en los pasillos del Congreso Nacional y en La Moneda es una buena oportunidad para que la clase política recupere su prestigio perdido. Reconoce que le sorprendió la diferencia con la que ganó su opción Rechazo en el plebiscito del domingo pasado ("Tenía la certeza de que íbamos a ganar, pero nunca que iba a ser por tanto", dice), y que tras el contundente fracaso de la propuesta redactada por la Convención Constitucional, son los políticos quienes deberán ahora dar respuesta a las demandas que estaban en el origen del proceso constituyente.
Como militante de Renovación Nacional, parlamentaria y además porque su esposo fue convencional constituyente (el exministro Cristián Monckeberg), conoce de primera fuente sobre los entretelones del proceso y tiene muy claro lo que a su juicio debería suceder de ahora en adelante.
- ¿Cuáles serían a su juicio las principales razones del triunfo del Rechazo?
- Primero, no me gusta cuando algunos dicen que las personas no leyeron el texto o votaron desinformadas, al contrario, yo creo que hubo de todos lados distintas campañas para que las personas se informaran bien y no tengo ninguna duda de que leyeron el texto o al menos los temas que les importaban. Las personas votaron informadas y por eso rechazaron el texto. Eso es, sin perjuicio de que efectivamente hay varios factores que terminaron inclinando la balanza. Por un lado, el contenido, y dentro de aquello me atrevería a decir que a las personas no les gusta que nos definamos como plurinacional, que tengamos varios sistemas de justicia. También caló bien profundo que no haya quedado establecida o garantizada la vivienda digna en propiedad, y esto dio para muchas interpretaciones. Por otro lado, me parece también que hubo una relación entre el Rechazo y cómo el Gobierno ha ejercido el poder. Y, más allá de que sean múltiples factores, creo que hubo una derrota cultural. Hay medidas que los constituyentes enarbolaron creyendo que eran las que mayoritariamente representaban a la ciudadanía y es evidenteque eso no fue así. Por lo tanto, hubo un rechazo al contenido, pero también a la forma. El resultado del plebiscito es un llamado de atención a que no se puede seguir avanzando sin prudencia, sin moderación, sin acuerdos ni menos de la manera que avanzaron los constituyentes, creyendo que representando a una mayoría circunstancial iban a ser capaces de instalar una especie de programa de gobierno con una constitución que los representara a todos y todas. Eso no ocurrió.
- Usted trabajó mucho en terreno. ¿Cuál fue la clave de trabajo territorial?
- La mejor campaña es la pega bien hecha y creo que el mal trabajo que se hizo desde la Convención fue gatillante para que en el plebiscito de salida, con voto obligatorio, votando todo Chile, las personas se inclinaran por rechazar la propuesta. Fueron los constituyentes o un grupo importante de ellos los que dinamitaron la posibilidad de haber cerrado el proceso constituyente el domingo pasado. Ellos se farrearon el mandato de la ciudadanía para poder armar un texto que lograra grandes acuerdos, representar a la inmensa mayoría, que fuera un texto de sentido común. El hecho de que no haya quedado un Estado constitucional de emergencia cuando el propio Gobierno del Presidente Boric lo está ocupando y cada 15 días viene a solicitar (al Congreso) que se renueve, es sinceramente una ausencia de sentido común y de prudencia con la que debió haber actuado la Convención. Fue una buena decisión y una buena estrategia el que por ejemplo los líderes de partidos políticos estuvieran en una segunda línea, de que se notara que había una campaña transversal de la sociedad civil organizada, llámense los Amarillos, Ciudadanos, Con mi plata no, los regionalistas, que estuvieran con grupos transversales haciendo campaña para rechazar la propuesta. Y también que dentro de la franja los espacios estuvieran destinados precisamente a la sociedad civil e incluso con más tiempo para personas de centroizquierda, si es que las podemos situar en algún lugar. Era muy importante transmitirles a las personas, y así lo entendieron, que esta no era una elección entre la izquierda y la derecha. También estamos muy conscientes de que es no es un resultado de nuestro sector político.
- No estuvieron los políticos en primera línea, pero ahora sí deben estarlo, y ya partió el debate en la centroderecha y no se vislumbra unanimidad en torno al camino a tomar.
- Lo primero es que desde nuestro sector todas las acciones deben estar encaminadas a cumplir el compromiso que hicimos, que Chile tenga un nuevo pacto social y político, una nueva Constitución. Asistimos a la reunión con el Presidente de la República en La Moneda, a las reuniones que han estado convocadas por el presidente del Senado y la Cámara para que la conversación se radique en el Congreso Nacional, para poder tener un acuerdo mayoritario y transversal que le entregue certezas al país y que permita aclarar cuál es la instancia que va a conocer o a redactar este segundo borrador, qué tiempo se va a demorar esta instancia, en cuánto más se tiene que constituir esta instancia, si vamos a tener nuevamente un plebiscito con voto obligatorio o no. Es muy importante que desde nuestro sector transmita con claridad, para cumplir el compromiso que hicimos no solo frente a nuestro electorado solamente, sino que frente al país. Al final del día somos los políticos los que estamos llamados a encontrar las vías de salida en circunstancias de tensión y crisis en el país. Por lo tanto, esta no va a ser la excepción.
- El jueves un grupo de parlamentarios de su partido señaló que no quieren elegir una nueva Convención Constitucional. ¿Cuál es su posición al respecto?
- Estamos en plenas conversaciones en el Congreso Nacional para tomar una buena decisión sobre esa instancia u organismo que tenga participación ciudadana, con presencia de expertos y un tiempo no tan extenso de trabajo, ya que hay de dónde empezar. Se deben recoger temas de la actual, el trabajo de la constituyente e incluso la propuesta de la ex presidenta Bachelet. Será el Congreso Nacional, al igual que el
"No me gusta cuando algunos dicen que las personas no leyeron el texto o votaron desinformadas, al contrario (...) No tengo ninguna duda de que leyeron el texto o al menos los temas que les importaban. Las personas votaron informadas y por eso rechazaron el texto".