"Hay que buscar un liderazgo para que Jorge Sharp no siga siendo alcalde de Valparaíso"
Repasa el abrumador triunfo que obtuvo el Rechazo y las repercusiones que ello tendrá a nivel nacional y local. Sostiene que las fuerzas que quieren a la ciudad "deben unirse y buscar una solución para tener una alcaldía que dialogue y trabaje por su recuperación".
Dispuesto a colaborar en la búsqueda y consolidación de un liderazgo representativo, capaz de enfrentar con éxito en las urnas al alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, porque "la comuna no resiste más tiempo con él a la cabeza", se manifiesta el dirigente de la Democracia Cristiana, Gianni Rivera Foo.
"Es una decisión primordial que las fuerzas que quieren a la ciudad y entienden que está mal, nos unamos y busquemos una solución para tener una alcaldía que dialogue, que trabaje, que recupere Valparaíso", señala el exgobernador provincial de Marga Marga.
Para Rivera, la posición del alcalde "representa lo peor del octubrismo", corriente que además, subraya, fue derrotada en el Plebiscito. "Lo que ocurrió el 4 de septiembre debe volver a suceder en la próxima elección, donde se termine con lo que significa Sharp en la comuna", agrega.
En otro aspecto, el séptimo vicepresidente de la DC admite que siempre tuvo fe en una amplia victoria del Rechazo en el referéndum. Ahora, remarca, "lo importante es que entendamos de verdad que necesitamos trabajar entre todos por una nueva Constitución. Pero nadie puede tratar de arrogarse la bandera del 62% por el Rechazo, votación que le corresponde a la gente prefirió que no se materializara una mala Constitución".
Por otra parte, Rivera no escapa al complejo momento que atraviesa la Falange, que en las últimas semanas vivió una profunda crisis en su mesa directiva, la cual se profundizó este miércoles, cuando Felipe Delpin decidió dar un paso al costado de su cargo de presidente, en medio de una serie de críticas a su gestión y apoyos a los "descolgados" que decidieron respaldar el Rechazo.
"La renuncia del presidente es una muestra de realidad política, porque significa que reconoce el error suyo y de todos los que estuvieron con la opción del Apruebo, entendiendo que era una alternativa riesgosa y quisieron llevar al partido a aquello", sostiene.
Opina que la colectividad debe tener un nuevo lineamiento, "que es el que se impuso y que nosotros defendemos, que vaya de la mano de la moderación, de los consensos, del acuerdo y las amplias mayorías, de consensuar los grandes temas que el país requiere", a lo que agrega que "el centro político está huérfano y necesita un partido fuerte, robusto, con ganas, que lo lidere y acompañe, y la Democracia Cristiana tiene todo un espacio para hacerlo".
Rivera enfatiza que "necesitamos conducción de personas que quieran conversar con todos y que no excluyan. Nuestro partido tiene vocación de mayoría, y por eso debemos apuntar a tener consensos amplios, que estén tanto la derecha como la izquierda. Aquí nadie puede quedar fuera y no podemos ser parte de grupos partisanos que entienden que acá hay que tomar revancha".
Proceso más acotado
- Pese a haber apoyado la opción del Rechazo en el plebiscito de salida, ¿se esperaba que dicha apuesta tuviera un triunfo tan avasallador como el que registró?
- No quiero ser un triunfalista, pero siempre pensé que íbamos a ganar por 12 ó 14 puntos. Siempre dije, en base a las encuestas que uno iba recibiendo y también por la percepción ciudadana, que el Rechazo iba a estar en torno al 56%. Quedamos cortos, en buena hora y tampoco nos preocupamos o cundió el miedo cuando vimos la gran manifestación del Apruebo en Santiago, que era lógico, porque dicho sector moviliza mucha gente en esos eventos; lo raro hubiera sido si no hubieran llenado los lugares que convocaron. En cambio, la gente que votaba Rechazo, más que salir triunfadora, eran personas que no querían la propuesta, porque digamos las cosas como son: el texto era muy malo y por eso obtuvo la votación que obtuvo; no hubo región en Chile donde no ganara el Rechazo, incluida la Metropolitana, donde dijeron que el Apruebo iba a ganar y a compensar lo que perdió en el resto del país. Aquí lo que ocurrió es que la gente reaccionó a un texto partisano, malísimo, que no había forma de trabajar.
- La noche del 4 de septiembre, desde Chile Vamos aseguraron que "no se puede disociar al Gobierno de esta derrota". ¿Cuánto se complica la administración de Gabriel Boric luego del revés que sufrió la opción que respaldó el oficialismo?
- Creo que el Gobierno cometió un error al tratar de circunscribir su suerte al Plebiscito, porque además venía un alza en la desaprobación de la gestión del Presidente y al ocurrir aquello, necesariamente iba a tener una votación que iba a ir relacionada con la gestión presidencial. Por lo mismo, creo que más allá de que fue una demostración de castigo al Mandatario en algún aspecto, el gran fuerte de la votación fue de rechazo a un texto malísimo, a un gustito que se dieron algunos y que fueron arrogantes. No nos olvidemos las frases que ocupaban Daniel Stingo, Jaime Bassa o Fernando Atria. Esas cosas tiene que quedar claro que no se pueden repetir en un nuevo proceso, como tampoco podemos aceptar que personas respetadas hayan tenido que defender un texto que sabían que estaba malo, pero votaron a favor; por ejemplo, no entiendo la posición del profesor Agustín Squella sobre esa materia y pienso que cometió un grave error, que esperamos que personas de su altura no vuelvan a cometer.
- También el domingo, el Mandatario se comprometió a poner de su parte para "construir en conjunto con el Congreso y la sociedad civil, un nuevo itinerario constituyente". ¿Se puede repetir la misma fórmula de la Convención para redactar una nueva Constitución?
- No me cierro a ninguna fórmula, lo que sí me parece claro es que la gente quiere escoger a los constituyentes y en eso no nos podemos perder, no nos demos un gustito. Acá la ciudadanía quiere que se escojan nuevos constituyentes. Discutiremos la fórmula y eso es conversable, pero creo que debemos hacer un proceso más acotado y a mi gusto, más reducido en tiempo, personas, y también obviamente en recursos.
"nadie puede arrogarse el 62%"
- La reticencia que mostraron en un principio los dirigentes de Chile Vamos para reunirse con el Gobierno y los partidos oficialistas, ¿deja en entredicho la idea del "rechazar para reformar" que profesó dicho sector?
- Me quiero quedar con las palabras del presidente de la UDI (Javier Macaya), quien durante toda la campaña mostró una posición bien dialogante, democrática y colaborativa en torno a tener un mejor texto. Con eso me quedo y no con los gustitos que se dan ciertas posiciones políticas en la noche del triunfo, porque algunos son muy malos ganadores y buenos perdedores. Entonces, acá lo importante es que entendamos de verdad que necesitamos trabajar entre todos por una nueva Constitución y tenemos los cambios para hacerlo, como la modificación que se hizo por los cuatro séptimos, para tener una Convención mucho más rápida y hay que utilizarlo. Pero nadie puede tratar de arrogarse la bandera del 62% o los ocho millones de votantes por el Rechazo. Esa votación le corresponde a la gente que prefirió que no se materializara una mala Constitución. Por eso los partidos políticos, tanto de derecha como centroizquierda que estuvimos por el Rechazo, debemos buscar entendimiento con el Gobierno para trabajar en un buen texto.
- Por su parte, el ahora expresidente del Partido Republicano, Rojo Edwards, ha desistido de cualquier reunión, ya que la tienda que dirige se encuentra en "periodo de reflexión". ¿Confía en que se puedan sumar a un acuerdo para continuar el proceso constitucional?
- Con el Presidente de la República hay que reunirse siempre, él es el Presidente de todos los chilenos, haya votado uno por él o no, pero a la institución de la Presidencia se le respeta y apoya. Además, todos queremos que le vaya bien al Gobierno; es decir, no soy oficialista, pero quiero que le vaya bien, porque si es así, le irá bien al país. Yo espero que en este acuerdo participen todos, desde los comunistas hasta el Partido Republicano, ojalá nadie se quede fuera de ese esfuerzo por tener una buena y nueva Constitución.
"no desconozco a los amigos"
- El reciente cambio de gabinete, marcado por el reemplazo de Izkia Siches por Carolina Tohá y el paso de Giorgio Jackson desde la Segpres a Desarrollo Social, ¿es una medida que facilita la conducción del gobierno de Gabriel Boric?
- Por supuesto. Se agradece tener liderazgos como el de Carolina Tohá, que son convocantes, dialogantes, que tienen un sentido de
Esa votación (62%) le corresponde a la gente que prefirió que no se materializara una mala Constitución. Por eso los partidos políticos, tanto de derecha como centroizquierda que estuvimos por el Rechazo, debemos buscar entendimiento con el Gobierno para trabajar en un buen texto".
Me alegro muchísimo que algunos que se dedicaron por mucho tiempo a decir que fuimos lo peor, hoy hayan cambiado, se hayan dado cuenta de su error y admitan que representamos algo muy importante para este país. Me siento muy parte y orgulloso hijo de los gobiernos de la Concertación".
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