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SIN TIEMPO PARA MANIOBRAS

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Respecto de la pertinencia de que el gobierno lleve a cabo estas acciones sin haber digerido adecuadamente el traspié electoral, el académico de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez, Fernando Wilson, expone que pese a lo que marcaban las encuestas, en la izquierda se negaban a creer que el Rechazo podía ganar y cuando caen en cuenta de ese escenario "normalmente padecen del fenómeno del horror vacui (temor al vacío) y llenan ese espacio con actividad. Por lo tanto, pueden tratar de precipitar una dinámica que, en una etapa original, buscaba llegar a un acuerdo antes del 11 de septiembre, por el valor simbólico de la fecha".

Así las cosas, el doctor en Historia subraya que desarrollar un nuevo proceso constituyente "implica una necesidad urgente de coherencia, cuidado y prudencia. Ya gastamos la bala de plata, no podemos volver a incurrir en un segundo chasco, un verdadero desperdicio como resultó el primer proceso. Por lo tanto, esto requiere necesariamente un periodo de consenso -no importa el tiempo que tome, pero debe ser el más amplio posible- y ya sea Convención o el mecanismo que se decida, debe tener un gran acuerdo político transversal, para que se implemente de manera impecable".

Por su parte, el cientista político Nicolás Freire enfatiza en que el Gobierno debe hacerse cargo no solo de guiar, sino además de facilitar y poner las condiciones necesarias para llevar a cabo esta primera etapa de conversaciones del proceso constituyente, sin pretender interferir en él, pero comprendiendo que "es un elemento de la agenda, es lógico que esté el Gobierno más allá de que sea un tema relevante para el país y facilite un poco estas discusiones que se estén dando".

En la misma línea, el doctor en Estudios Americanos enfatiza que el Ejecutivo está trabajando para este objetivo no solo desde el punto de vista comunicacional o como facilitador del diálogo, poniendo de ejemplo el cambio de gabinete, que a su juicio "no es exclusivamente para que el Gobierno ponga en práctica la administración del Estado, sino que además pretende desbloquear ciertos elementos, favorecer, ciertas conversaciones de cara al proceso constituyente". 2

(viene de la página anterior)

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Pero Edwards no fue el único que puso trabas sobre su participación en la primera cita ampliada del mundo político. Desde Renovación Nacional, particularmente, dieron señales bastante erráticas: en un primer momento, Francisco Chahuán dijo que participaría en la reunión, pero el mismo martes dio un paso atrás en su decisión, luego de la polémica suscitada por el ajuste ministerial que realizó el Presidente más temprano ese mismo día.

Finalmente y ante las críticas de varios sectores, el secretario general de RN, Diego Schalper, junto a la senadora Paulina Núñez, dieron cuenta de que tras dialogar con la nueva titular de la Segpres, Ana Lya Uriarte, esta les dio garantías necesarias de que las conversaciones podrían llegar a buen puerto. Al respecto, la parlamentaria pidió que "ninguna acción ponga en duda que Chile va a tener una nueva Constitución, pero una buena y para aquello todos tenemos que estar disponibles para ir cediendo, tener equilibrio y escucharnos".

Así las cosas, durante la tarde del martes se llevó a cabo la primera de lo que esperan sean una serie de reuniones y en la cual los dirigentes políticos expresaron un compromiso transversal para concretar la redacción de una nueva Carta Magna. "Hemos asumido todos la responsabilidad política del momento histórico que nos toca conducir para efectivamente dar certidumbre al país y para hacer un buen proceso, para no farrearnos esta segunda oportunidad que probablemente va a ser la última", dijo Raúl Soto tras la cita.

Terremoto en el gabinete

En la misma jornada en que se llevó a cabo la junta entre los partidos y atendiendo los rumores que circulaban antes del plebiscito, el Presidente Gabriel Boric concretó el tan esperado cambio de gabinete, donde los ojos de la opinión pública estaban puestos particularmente sobre la ministra del Interior, Izkia Siches, y el ministro Secretario General de la Presidencia, Giorgio Jackson, que en sus casi seis meses como parte del Gobierno motivaron críticas y polémicas, incluso desde la misma coalición oficialista, sobre todo por parte de integrantes de Socialismo Democrático.

Así las cosas, todo estaba dispuesto para lo que sería un importante cambio no solo de nombres, sino también en los equilibrios dentro de la coalición gobernante, donde la centroizuierda tendría un rol preponderante. Muestra de aquello es que en reemplazo de la titular de Interior asumió la exalcaldesa de Santiago y exvocera de Gobierno en el primer mandato de Michelle Bachelet, Carolina Tohá (PPD), quien llega a la cartera en un momento en que las manifestaciones de estudiantes secundarios y los actos de violencia han ido en aumento en la capital.

Eso sí, la polémica se instaló al momento de definir al sucesor de Jackson, quien terminó haciéndose cargo de Desarrollo Social. Es que cuando todo parecía indicar que el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, llegaría a la Segpres, sorpresivamente se terminó haciendo cargo del ministerio Ana Lya Uriarte (PS), que hasta entonces era jefa de gabinete de Siches y antes había sido jefa de gabinete de la expresidenta Bachelet.

Lo anterior se debió a que el nombramiento del sucesor de Monsalve, Nicolás Cataldo (PC), fue modificado a último minuto, pese a haber aparecido en una minuta oficial de gobierno. ¿El motivo? La viralización de antiguos comentarios en contra de Carabineros, a los cuales calificó de "torturadores", provocando la molestia de una oposición que no solamente puso el grito en el cielo cuando se conoció su ascenso, sino que además sumó críticas por la "improvisación" en lo que debía ser un traspaso de mando más prolijo. De todas formas, el hombre en disputa terminó asumiendo como subsecretario de Desarrollo Regional.

Además de Jakcson, Tohá y Uriarte, los otros cambios fueron en Salud, con la llegada de la expresidenta de la Comisión Nacional de Respuesta Pandémica, Ximena Aguilera (Ind), reemplazando a María Begoña Yarza; el arribo de Silvia Díaz (Ind. cercana al PPD), exdirectora científica de Fundación Encuentros del Futuro, en lugar de Flavio Salazar (PC) en el ministerio de Ciencias; y, finalmente, Diego Pardow (CS), asesor del segundo piso de La Moneda y amigo cercano del Mandatario, se hizo cargo de la cartera de Energía.

Reformas en entredicho

Luego del agitado martes, se esperaba que las aguas estuvieran más calmas en el mundo político. Pero nada estuvo más alejado de la realidad. Es que pese a los supuestos consensos que se habían alcanzado para continuar con el proceso constituyente y el buen sabor de boca que dejó la mayoría de los movimientos en el gabinete presidencial, desde la oposición plantearon inquietudes con respecto al paquete de reformas que pretende concretar Gabriel Boric durante su mandato, algunas de las cuales están en discusión legislativa.

El primero en advertir esto fue Francisco Chahuán, quien en entrevista con CNN Chile, instó al Presidente a dejar de lado "el anclaje ideológico del programa inicial" para que lograr entendimiento en el Congreso y sacar adelante sus proyectos. Y aunque deslizó un eventual respaldo a la reforma tributaria, aseveró que la iniciativa en salud "no tiene ningún piso" y, además, dejó entrever que podría ser rechazada en la comisión respectiva, la cual él mismo preside.

En la misma línea, Javier Macaya enfatizó en que no podían fracasar en un nuevo proceso constituyente, "pero si las cosas siguen como están en temas tributarios y pensiones, es bastante factible que esas reformas no salgan adelante". Asimismo, el diirgente afirmó que le comunicaron al Presidente sorbe esta situación y que el éxito o fracaso de estos proyectos "está asociado a tener la capacidad de flexibilizar y negociar, porque no vamos a tener una tercera oportunidad en el tema constituyente".

Como era de esperarse, desde el Gobierno dejaron en claro su postura y aun cuando se abrieron a discutir ciertos aspectos, apuntaron a mantener los cambios estructurales. "Si de verdad se cree que tenemos que modificar el sistema de pensiones para mejorar la condición en que viven las personas mayores en nuestro país, todos sabemos que eso no es posible sin cambios profundos. Tenemos que acordar, dialogar, pero no cambiar, no es una alternativa", subrayó Carolina Tohá, flamante ministra del Interior.

¿tambalean los acuerdos?

Varias semanas antes del referéndum, Gabriel Boric remarcó que en caso de ganar el Rechazo, no solo no debía repetirse el plebiscito de entrada, sino que además habría que insistir en la realización de una nueva Convención Constitucional, dichos que generaron bastante ruido en su momento y que ahora, en plena búsqueda de acuerdos para continuar con el proceso constituyente, parecen haber encontrado una piedra de tope, pese a la disposición mostrada por dirigentes de oposición.

"La sensación que tengo, según lo que he consultado en mis bases, por los correos que llegan al Congreso y por la misma encuesta en redes sociales que hice, es que no hay ánimo en la gente para la elección de una nueva constituyente", señalaba el jueves el diputado Rubén Oyarzo, lo que terminó siendo una premonición de lo que vendría al día siguiente, cuando La Tercera dio cuenta de que al menos siete senadores de RN no querrían insistir con una nueva Convención.

Al respecto, Juan Castro (Ind pro RN) confesó en diálogo con Radio Futuro que "olvidémonos de elegir convencionales, la gente del sentido común dicen que no quiere un proceso nuevo de gente incapaz, nosotros decimos ¿por qué no lo hacen especialistas?". Sus palabras encontraron cierto matiz en su correligionaria Paulina Núñez, quien pidió no cerrarse a ningún mecanismo para redactar una nueva Constitución, a la vez que subrayó la importancia de que sea la ciudadanía quien participe en la elección de estas personas.

Y aunque este aparente cambio de postura en Chile Vamos generó reacciones de molestia en otros sectores políticos, como fue el caso de la senadora Ximena Rincón, quien solicitó que explicaran el "viraje" en sus declaraciones, lo cierto es que la idea de una comisión de expertos incluso ha rondado entre figuras oficialistas.

El diputado y presidente del Partido Liberal, Vlado Mirosevic, quien además fue uno de los voceros de la campaña del Apruebo, deslizó la posibilidad de crear un órgano de estas características para acompañar la labor de una Convención, como una suerte de entidad consultiva. Incluso, el legislador fue un paso más allá y entre los posibles nombres postuló a la expresidenta Bachelet.

Por si fuera poco, en los últimos días volvió a aparecer la figura del expresidente Ricardo Lagos, quien en entrevista con TVN dijo estar dispuesto a participar del proceso. 2