Una verdadera tormenta se desató en Quilpué, una vez que se conoció públicamente la contratación por parte de la Corporación Municipal de esa ciudad de la exdirectora de Educación de la Corporación Municipal de Valparaíso ( Cormuval), Silvana Sáez Valladares, en el Departamento de Participación Intersectorial. Como bien lo dijo este longevo Diario el domingo pasado, es la nueva repartición administrativa que reemplazó a la cuestionada Oficina Constituyente de Quilpué, que además lleva varias denuncias en Contraloría por posibles actos de intervencionismo electoral en favor de la opción Apruebo del plebiscito del 4 de septiembre pasado.

El reclamo amplio de los concejales ha llevado a que la relación dentro del municipio se haya ido deteriorando. Incluso los ediles quieren ir más allá y comenzar a realizar una revisión completa a las nuevas contrataciones, ya que sospechan que estarían otros nombres del Frente Amplio, específicamente de Convergencia Social, en las nóminas municipales.

Luego de su abrupta salida del municipio porteño, una vez destapado el escándalo del fallido concurso de directores de la Cormuval, Sáez se fue muy molesta con el alcalde Jorge Sharp, acusándolo de traición y anunciando que se cobraría revancha. Fue tal la molestia de Sáez que incluso se comunicó con los líderes de la Acusación por Notable Abandono de Deberes en contra de Sharp, para ponerse a disposición de los acusadores e incluso ser parte de los testigos que lo acusaban.

Mientras estaban a la espera de los alegatos en el Tribunal Electoral de Valparaíso, Sáez decidió postular al concurso que se realizó en Olmué para el cargo de jefe de Departamento de Administración de Educación Municipal, más conocido como DAEM, que es el símil de las Corporaciones Municipales -los municipios más pequeños no tienen corporación, sino un departamento-, pero no le fue bien, no siendo seleccionada para el cargo. Pero no todo quedó ahí, la molestia de Sáez fue mayor, tanto que comenzó a realizar una serie de reclamos, ya que consideró injusto que no la hayan nombrado, y como a su juicio el municipio no le dio motivos válidos, decidió interponer un recurso de amparo ante el Consejo Para la Transparencia. Pudimos tener acceso al documento del CPLT, donde se puede observar en el reclamo lo siguiente: "Amparo: El 19 de julio de 2021, doña Silvana Sáez Valladares dedujo amparo a su derecho de acceso a la información en contra de la Municipalidad de Olmué, fundado en que la información entregada no corresponde a la solicitada. Asimismo, alegó que "se señala que la información no está disponible en el DAEM, cuestión que no es así, son ellos quienes contratan a las empresas evaluadoras y reciben todos los informes correspondientes. Me responde la solicitud la jefatura DAEM que estaba concursándose, por lo cual se entiende es la nueva administración o comprometida con la información".

Finalmente se falló en contra del municipio, por no haber derivado la información: "Se acoge el amparo interpuesto en contra de la Municipalidad de Olmué, respecto de información sobre el concurso de Alta Dirección Pública que indica, solo en cuanto a que el municipio no derivó la solicitud al organismo competente, de forma inmediata, al tenor de lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley de Transparencia, sino solo ocasión de sus descargos en esta sede. Finalmente, se representa al organismo por no haber derivado de inmediato la solicitud de información al organismo competente".

Pero lo más llamativo fue que el día que Sáez debía ir a declarar como testigo contra el edil porteño, no llegó y avisó el día anterior que no lo haría, causando extrañeza por el cambio en su posición.

Una de las versiones que suenan fuerte es la intervención de la consejera regional Nataly Campusano, quien habría mediado entre ella y Sharp. Para reforzar su acción, le pidió a una antigua colega en el Core, la alcaldesa Valeria Melipillán, que contratara a Sáez en Quilpué, de manera de ayudarle en su gestión. Esta versión ha recobrado fuerzas, ya que la mala relación entre Campusano y Sharp ha quedado en el paso y ahora se muestran en público en varios eventos, incluso se le ubica en lugares destacados de los eventos del municipio porteño.

El huracán Sáez

Fascinación y angustia existencial en apenas dos páginas. Quizá La casa de Asterión de Borges o algún cuento de Albert Camus se acerquen a la devastación metafísica que recorre Ante la ley, relato del escritor checo Franz Kafka, uno de los grandes videntes del siglo XX.

Publicado en 1914, Ante la ley presagia los oscuros e intrincados laberintos de El proceso, una de las novelas más famosas de Kafka. En ambos casos asistimos a un juego perverso, una especie de broma infinita que engendra horror precisamente porque no es una broma, sino una contienda desigual entre el individuo y la superestructura.

El argumento es simple. Un humilde campesino desea acceder a la ley para lo cual debe entrar por una puerta abierta. Sin embargo, hay un obstáculo: la puerta está custodiada por un guardián de aspecto severo e intimidante.

El campesino pregunta al guardián si puede entrar y este le contesta "es posible, pero ahora no".

El campesino se aproxima a la puerta para mirar qué hay detrás de ella y el guardián agrega: "Si tanto te atrae, intenta entrar pese a mi prohibición. Pero ten presente que soy poderoso. Y solo soy el guardián de menor rango. Entre sala y sala hay más guardianes, cada cual más poderoso que el anterior. El aspecto del tercero no puedo soportarlo ni yo mismo".

Hasta aquí los spoilers. Invitamos al lector a terminar por su cuenta este inquietante relato que deja más preguntas que respuestas. ¿No es el campesino también un guardián? ¿Qué hay detrás de la ley? ¿Se puede entrar a algo que está totalmente abierto?

Dentro de las muchas interpretaciones del cuento (Arendt, Borges, Benjamin, Lukacs) hay una idea que destaca: el individuo atomizado y fragmentado no es más que una criatura insignificante, un cuerpo sujetado por la omnipotencia del aparato burocrático. Igual que en el estado de naturaleza de Hobbes, el miedo invade al campesino, pero también al guardián. Solo el sistema, la estructura y el laberinto son la absurda, artificial y omnisciente divinidad.

En este sentido, Ante la ley evoca a otro gran cuento de la literatura universal -Un oscuro día de justicia- de Rodolfo Walsh. La alegoría del héroe en el relato de Walsh es una de las posibilidades abiertas que tiene el campesino en Ante la ley.

Esperar el arribo del héroe o convertirse en uno, lo mismo da. Porque, al final del día, ningún héroe puede salvar a la humanidad de su destino.

El mensaje kafkiano (uno de ellos) tiene la forma de un imperativo categórico: no hay caudillos ni populistas ni héroes trágicos. Es cierto que un héroe no deja de serlo por fracasar en el intento. Pero la verdad, la terrible verdad que se esconde tras el velo de Maya es que solo el pueblo puede salvar al pueblo.

Si algún sentido tiene la existencia humana es que únicamente la cooperación, el compromiso y la solidaridad se transmutan, cual piedra filosofal, en identidad, comunidad e historia.