Cristina Fernández afirma que los detenidos por intentar asesinarla no son los autores intelectuales
ARGENTINA. Declaró en juicio por corrupción en su contra y vinculó atentado con "clima" judicial.
Agencias
La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, dijo ayer que el juicio en la acusan de corrupción está lleno de "mentiras, calumnias y difamaciones", y vinculó el fallido intento de asesinato que sufrió el 1 de septiembre, por el que hay cuatro detenidos que cree que no son los autores intelectuales, al "clima" judicial y mediático generado en torno a ella.
Por videoconferencia desde su despacho en el Senado, Fernández declaró en su propia defensa en la etapa de alegatos del proceso que enfrenta por la presunta adjudicación irregular de obras públicas durante su mandato (2007-2015), tres semanas después de que un hombre disparó dos veces contra ella, sin que saliera bala, en la puerta de su casa.
"Hasta el 1 de septiembre creía que (la razón de las causas por corrupción) era estigmatizarme, proscribirme, denigrarme, difamarme, calumniarme, pero a partir del 1 de septiembre me di cuenta de que puede haber otra cosa más atrás de todo esto, porque de repente es como que desde el ámbito judicial se da licencia social para que cualquiera pueda pensar y hacer cualquier cosa", sentenció ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de Buenos Aires.
En su discurso, la líder del peronismo kirchnerista, que desde hace varios años sostiene que es víctima de una persecución política y judicial pergeñada por el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), cargó en especial contra el fiscal Diego Luciani, quien en agosto pidió contra ella 12 años de prisión por los presuntos delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos.
La expresidenta hizo referencia al efecto que generó ese "histriónico alegato" -con las cámaras de televisión enfocando la puerta de su casa-, al recordar mensajes telefónicos que, según informaciones aparecidas en los últimos días, intercambiaron dos de los sospechosos del intento de homicidio.
Eso, en su opinión, fue crear un "clima" al que también contribuyó que se hablara en el juicio de "tres toneladas de pruebas" contra ella: "Lo que sí hay en la vida de los argentinos, y especialmente en la mía, son 30 toneladas" de portadas en los diarios y revistas, "donde se va creando y estigmatizando a una persona que no por casualidad es mujer".
Estado de "indefensión"
Hasta ahora, cuatro son los detenidos por el atentado: Fernando Sabag Montiel, de 35 años -acusado de ser quien, durante una manifestación en apoyo a Fernández días después del alegato del fiscal, se acercó a ella y disparó-; su novia, Brenda Uliarte, de 23 años; Nicolás Carrizo, de 27 años, y Agustina Díaz, de 21 años.
"Lo tengo clarísimo, nadie puede pensar que esa banda planificó, ideó, la autoría intelectual de lo que hicieron", aseveró la vicepresidenta, sin revelar explícitamente quién sospecha que pudo idear el plan.
Fernández cuestionó que los abogados de uno de los detenidos fueran "asesores" de parlamentarios de la coalición opositora de Macri: "Yo me siento un tanto en estado de indefensión con este país y este Poder Judicial. ¿Cómo se sentiría usted, doctor (Jorge) Gorini (uno de los jueces del tribunal) si le pasara lo mismo que a mí?", sentenció, poco después de reprochar que "fiscales y jueces" que la juzgan "juegan" al fútbol en la quinta del expresidente Macri "y a nadie parece extrañarle".
Fernández recordó el ataque a pedradas en marzo contra su despacho del Senado, "sin que nadie, ninguna fuerza de seguridad" lo impidiera; y la aparición ese mismo mes de carteles en la calle en los que se le tildaba de "asesina", causa en la que el juez "se negó sistemáticamente" a llamar a declaración a los sospechosos.
En el caso que la sienta en el banquillo, que tiene 13 imputados, se juzgan las presuntas irregularidades, durante los Gobiernos del fallecido Néstor Kirchner y de su viuda Fernández, en la concesión de 51 obras públicas a firmas del empresario Lázaro Báez, estrecho colaborador de Kirchner en la provincia Santa Cruz, feudo del kirchnerismo.
"Los jueces que me juzgan a mí... y el fiscal (...) son amigos y juegan al fútbol en la quinta de Macri".
Cristina Fernández