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Puerto de Ideas homenajea a "Gabo" como periodista y escritor

LITERATURA. Al cumplirse 40 años desde que el autor colombiano recibiera el Nobel de Literatura se hará conversatorio sobre su figura el domingo 13.
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Entre las actividades que se desarrollarán en el Festival Puerto de Ideas Valparaíso 2022, se encuentra un homenaje al destacado escritor colombiano Gabriel García Márquez titulada "Del periódico a 'Cien años de Soledad'". La idea del conversatorio es ahondar en su trabajo tanto como narrador como periodista, profesión que desarrolló por varias décadas en distintos medios de su país. Todo esto enmarcado en el aniversario número 40 desde que ganase el Premio Nobel de Literatura.

En la actividad, que se desarrollará en el Parque Cultural de Valparaíso el próximo domingo 13 (10.30 horas), participarán los periodistas colombianos Jaime Avello, actual director general de la Fundación Gabo -entidad que fundó el propio autor en 1994 con el fin de establecer fuentes de intercambio y colaboración entre periodistas de la región-, y Nelson Padilla, profesor de crónica, reportaje y de narrativa literaria en la Universidad de la Sabana, quien además ha dictado talleres de periodismo y literatura en la Universidad de los Andes, la Universidad Central y en la propia Fundación Gabo.

PERIODISMO Y LITERATURA

El conversatorio relevará la figura de uno de los periodistas y escritores más importantes de Latinoamérica, quien decía "no quiero que se me recuerde por 'Cien años de soledad', ni por el premio Nobel; sino por el periódico", cita con la cual dejaba en claro que el periodismo siempre fue su principal pasión.

A lo largo de su prolífica trayectoria como reportero, la tensión narrativa entre crónica y literatura siempre estuvo presente. Reportajes desde Roma, retratando a las élites políticas y artísticas de Europa; perfiles y apuntes sobre personajes históricos como Fidel Castro o Juan Pablo II; casos impactantes como la trata de blancas desde París hasta Latinoamérica y un sinnúmero de artículos con su aguda mirada de la política, la sociedad y la cultura, forman parte de la gran obra periodística de García Márquez, quien siempre será considerado un maestro para quienes practican lo que él llamó "el mejor oficio del mundo".

Precisamente Nelson Padilla, protagonista de este conversatorio-homenaje y quien trabajó con "Gabo", comenta desde Colombia que la idea a la hora de abordar la figura del escritor "será primero que todo un gusto, porque reencontrarnos en un diálogo sobre periodismo y literatura a nivel latinoamericano, siempre ha sido enriquecedor".

"Para nosotros, también, a nivel literario, Chile es muy importante y cuando aquí en Colombia hablamos de García Márquez, no olvidamos ni a Neruda, ni a Gabriela Mistral, ni a Roberto Bolaño, por citar algunos. Entonces, creo que la idea es encontrarnos en esa frontera de periodismo y literatura, a propósito de los 40 años del premio Nobel para García Márquez", añade.

Padilla explica que "el objetivo que hemos venido manejando este año en Colombia a través de la Fundación Gabo y, que me parece importante sobre todo para las nuevas generaciones, es encontrarle la utilidad a la lectura y a la revisión de los métodos de trabajo de escritores como Gabriel García Márquez".

"Hace poco publiqué en 'El Espectador' unas memorias donde le preguntaba a los lectores qué aprender de él hoy en día, porque García Márquez sólo hubo uno, entonces en los talleres de escritura uno no pretende que los estudiantes de hoy escriban con la misma técnica que él, no, la idea es aprender de su disciplina y especialmente de esa visión multimedia que tenía. Porque él siempre pensó en periódicos, en revistas, tuvo noticieros de televisión, hizo cine, era inquieto por las artes plásticas, y varios de sus mejores amigos eran pintores, de manera que cuando hablamos de García Márquez en el siglo XXI estamos hablando de un cerebro multimedia del que todavía podemos aprender mucho", sostiene.

- ¿Cómo fue la faceta de periodista de García Márquez?

- Yo creo que fue vital en la vida de él. Ya era, siendo joven, un escritor reconocido porque había ganado el Premio Nacional de Cuento en Colombia, pero sentía que debía abandonar el caribe colombiano y trabajar en Bogotá haciendo periodismo, precisamente para entender desde el diario "El Espectador", en qué país había nacido y en qué mundo le había tocado vivir. Y eso fue lo que le permitió el periodismo desde el diario "El Espectador", donde yo trabajo hoy en día. Creo que sin esa formación que tenía que ver con poner los pies sobre la realidad, pues toda su tradición oral del Caribe no se hubiera consolidado en las novelas, en la forma en que las hizo y también en los libros periodísticos.

- Siendo un personaje tan conocido, ¿interfería esa 'fama' en su vida de reportero cuando salía a cubrir alguna noticia?

- Eso lo frustraba un poco, porque era la persona más informada, sobre todo lo que ocurría en Colombia y en América Latina. Estuviera en la ciudad que estuviera, estaba llamando a la revista "Cambio", para decirnos cosas que estaban sucediendo. Pero, a la vez, quería seguir siendo el reportero de base que fue en "El Espectador". Recuerdo que en febrero de 1999, cuando empezó el proceso de paz del gobierno de Andrés Pastrana con la guerrilla de las FARC y organizamos el trabajo de cobertura de la instalación de la mesa de negociaciones en la selva del Caquetá, él dijo que quería ir y se fue para la selva con su grabadora y su libreta e hizo toda la reportería de la instalación de los diálogos. El día que el comandante de la guerrilla de las FARC no llegó y dejó sola la silla y el presidente de Colombia sí llegó, él hizo toda esa crónica y pidió no firmarla, porque lo que quería era cubrir el evento, mostrar lo histórico que era eso y lo importante que era para el país buscar la paz. Finalmente se publicó todo el reportaje, pero él no quiso que saliera firmado con su nombre, solo quería reportear.

- Finalmente, ¿cómo fue trabajar con él?

- Lo conocí cuando llegué a trabajar a la revista "Cambio" (a finales del 95). LLegué a hacer investigaciones sobre la guerra en Colombia y en los consejos de redacción me di cuenta de que él llamaba a la directora de la revista y le sugería temas para investigar. En el año 98 compró la revista y llegó formalmente, nos dijo que él ya había hecho todo lo que había querido en literatura y que su objetivo en los años que le quedaran era terminar su vida en el periodismo, que para eso había comprado la revista "Cambio" e iba a estar ahí el tiempo que fuera necesario. Y así lo tuvimos, nos acompañaba desde la mañana hasta la madrugada del siguiente día, podían ser las 3 o 4 de la mañana y estaba revisando textos, por ejemplo, de la sección de farándula, con el mismo compromiso con el que me corregía los escritos que yo hacía sobre la guerra en Colombia. Trabajamos con él como si fuera nuestro editor general hasta el 2001, cuando se enfermó y se acabó esa conexión que duró 6 años y fue muy prolífica, muy especial.

"El objetivo que hemos venido manejando este año (...) es encontrarle la utilidad a la lectura y a la revisión de los métodos de trabajo de escritores como Gabriel García Márquez".

Nelson Padilla, Periodista y académico

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