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"Siempre pensé que había una carencia de color en Chile"

Desde Peñablanca ha desarrollado una marca que ya lleva 15 años y que se distingue además de su saturado colorido, también por sus adornos y tacos. Esta es su historia.
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Mientras estudiaba Diseño de Vestuario, Loreto Gaytán se dio cuenta de que tendía a "no preocuparme tanto por la ropa y más por las partes inferiores del cuerpo. Era muy intuitivamente. A veces me daba cuenta de que perdía mucho tiempo en dibujar o en pensar la solución final de lo que estaba diseñando, que eran los pies", reconoce la dueña y creadora de la marca Calzados Gaytán.

Esta intuición se acentuó cuando comenzó a trabajar en vestuario para ópera, donde hizo un proyecto de época y había que conseguir modelos de los años '50. Allí comenzó a trabajar con un zapatero de una reparadora de Villa Alemana: "Él me empezó a mostrar cómo se hacía y me di cuenta de que era algo que me gustó mucho. Fue así como me encontré con algo que me encantó y ahí tomé la decisión", cuenta.

La complicación fue que en Chile el rubro, hace 20 años, estaba "muy maltratado, muy decaído y era muy masculino. No había gente que enseñara", asegura. Además, su objetivo era conocer todo el proceso, por lo que terminó aprendiendo en Argentina, en la cátedra de Diseño de Calzado de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y luego en el taller de Omar Magurno: "Él me enseñó prácticamente todo lo que sé", manifiesta.

Saturación de color

"Nunca pensé en desarrollar el diseño en otro lugar. Siempre pensé que había una carencia de color en Chile", sostiene Gaytán, quien manifiesta que en un principio fue difícil y hacía todo sola, pero "la gente fue viendo lo que iba haciendo y se fue encantando con lo que iba proponiendo, y fui avanzando junto con eso".

En ese sentido, dice que "mi diseño ha ido complejizándose y sobrecargándose con el tiempo, porque ha ido madurando conmigo; y creo que cada vez me he ido adornando más, también". Y aspira a más, pues "quiero avanzar en cuanto a diseño en eso. Cada vez quiero que seas más saturado, más colorido. Como que tengo ganas de que la gente le pierda el miedo al color, a la decoración, a la mezcla", afirma.

La marca este 2022 cumplió 15 años y actualmente Loreto Gaytán cuenta con un equipo de nueve personas -solo mujeres- trabajando con ella. Así como una clientela fiel, que la ha seguido todos estos años. Su público objetivo lo tiene claro: "Yo pienso más en una mujer adulta cuando diseño, no en una adolescente o una mujer muy joven. Pienso en una mujer más resuelta". "Creo que social y culturalmente hemos ido perdiendo la importancia del qué dirán (...), no 100%, pero sí un poquito. Pero también creo que las mujeres, mientras van cumpliendo años, les va importando menos. Entonces, se van atreviendo, y yo quiero ir madurando con esta clienta".

Su sueño, sin embargo, es que llegue un momento en que a las mujeres no les importe nada. Sobre todo, porque todavía hay personas que se acomplejan, por ejemplo, con el uso de pulseras en los tobillos, porque tienen las piernas gruesas. De allí que las modelos que utiliza tienen diferentes tamaños.

Lo otro interesante es que si bien el diseño no se transa, sí puede haber cambios para personalizarlos, ya sea en el tamaño de los tacos o en los colores. "Yo propongo siempre en tacos muy altos porque me encanta como se ven estilizados, pese a que no uso tacos. Creo que proyecto el cómo me gusta que se vean las mujeres. Pero el mismo modelo en un taquito cuatro o un taco de tres y medio resulta, porque cuando diseño también hago una proyección de tacos altos y tacos bajos; y hay modelos, por ejemplo, que no se ven bien en taco bajo y no los hago porque se pierde la línea de diseño o pierde la estética que tiene, se ve tosco", comenta la diseñadora, quien además lleva 16 años haciendo clases.

Destaca, a su vez, que en lo que va del año ha salido bastante del stock que tiene en tienda. "Eso es súper bueno, porque cuando presento los stocks soy súper colorida y si después quieren personalizar en algo más discreto, más sobrio, está bien. Entonces, igual me pone muy contenta que se venda el stock, porque eso quiere decir que la gente se está atreviendo y no le parece que va a interrumpir en su look del día a día".

Desde Peñablanca

Hace 12 años Loreto Gaytán tomó dos decisiones importantes. Por un lado se asoció con su colega de vestuario Leonora Musri para crear una iniciativa que funciona como showroom, es decir, hay que pedir cita para visitarlo y que se llama Vestidor Santiago (Gertrudis Echeñique 340-B, Las Condes). "Nos miraron con cara de cómo te va a funcionar este modelo de negocio, porque eso no es un modelo de negocio", recuerda.

"Creo que fuimos muy visionarias", añade. "De hecho-continúa- no hemos auto felicitados y nos felicitamos entre las dos, porque creo que fue una muy buena apuesta". Se trata de un espacio en el que reconoce que han "resistido", porque también ha sido complicado mantenerlo, pero como todo en la vida, han pasado "periodos complejos y otros amables como el de ahora".

La segunda decisión relevante en su historia fue instalar su taller en Peñablanca, de donde se siente profundamente arraigada. Luego abrió una tienda en Viña del Mar que duró ocho años hasta que decidió dejarla producto del covid-19. "En Santiago pese a la pandemia resistimos igual, pero en Viña no era posible, porque es otra conducta la del cliente de la Quinta Región", relata la diseñadora.

Fue en ese momento que "abrí la posibilidad de atender en mi taller". Éste se emplaza en calle Baquedano 702, a tres cuadras de la Estación Peñablanca de EFE Valparaíso; y según dice "yo no quería" usarlo para la venta del calzado, "porque es el taller. Obviamente mi taller está ordenado, porque tratamos de mantener el orden. Pero es un taller, tampoco puede estar tan perfecto porque hasta yo de repente tengo desordenado el escritorio".

Finalmente montó un espacio donde las mujeres se pudiesen probar y que fuese bonito. "Al principio dijimos quién va a venir para acá y hasta las mismas clientas nos dicen, pero si está a 25 minutos o está a 30 minutos de Viña", cuenta.

Y reconoce: "Fueron las clientas que me ayudaron a decir 'no me equivoqué' por la decisión de haber cerrado Viña y de haber abierto el taller; porque yo era la que estaba así como quién va a venir, no creo que se peguen en el pique, bla bla bla".

En el recinto, incluso, han hecho ventas especiales con Leonora Musri y con otras diseñadoras invitadas, y donde las clientas comparten una experiencia. Algo que han pensado que podría ser una buena oportunidad de negocios para el sector. "Creo que es una oferta que quizás el pueblo (Peñablanca) no lo tiene tan adquirida. Hay buenas clientas en este pueblo y hay gente haciendo bonitas cosas también; hay gente súper preocupada de generar productos y servicios", destaca la diseñadora que se siente profundamente peñablanquina.

"Pese a que soy bastante citadina, creo que soy una muy buena citadina de visita, pero en realidad creo que mi esencia tiene que ser con que es más pueblerina y me encanta. Me encanta tener la posibilidad de ir al supermercado y que uno la conozcan", finaliza. 2

Flor Arbulú Aguilera

flor.arbulu@mercuriovalpo.cl