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El 2023 será un gran desafío para el Congreso, y ojalá el Gobierno y los parlamentarios lo comprendan, pues los riesgos de irrupción de liderazgos caudillares populistas, que se sustenten precisamente en estos espectáculos tóxicos son la principal amenaza que comienza a perfilarse a nuestra democracia".


de tomar decisiones

Los últimos eventos, asociados a la elección del presidente de la Cámara de Diputados confirman el fracaso del sistema electoral relativo a esa rama del Congreso. La fragmentación extrema de la representación política ya resulta tóxica. No solo existen 22 Partidos Políticos, sino que 15 de ellos tienen representación parlamentaria, y donde muchos de ellos incluso acogen a liderazgos sin mayor conexión ideológica y solo buscando capturar votos. No se trata de volver al antiguo sistema binominal, que tenía sus propios defectos, pero ciertamente esta forma de sistema proporcional "corregido" solo ha conseguido la fragmentación e ingobernabilidad de la Cámara y la generación de dinámicas políticas que sencillamente impiden la conducción coherente de la política.

En este caso en particular, el establecimiento de un acuerdo administrativo que se repartía los cargos de la mesa con prescindencia explícita de la oposición solo generó una reacción orientada a su desarticulación, y el punto de gravedad de esa acción fueron partidos nuevos sin consistencia ideológica o parlamentarios tradicionales que han convertido en el "turismo electoral" una rutina para mantenerse en la Cámara saltando de un partido a otro, ofreciendo su caudal de votos ( y recompensa económica asociada) y convirtiéndose en verdaderos caudillos locales que solo actúan por el tráfico poder.

El quiebre del Partido de la Gente era, en muchos sentidos, predecible. Lo mismo que la Democracia Cristiana, considerando su crisis interna y que muchos ven ya como terminal. El problema es que el resultado, más allá de que el oficialismo haya retenido la testera, es que el escenario político esta aún más polarizado y fragmentado, cortesía de las expulsiones desde el PDG. Ciertamente una victoria pírrica pues el resultado es hacer aún más difícil la obtención de acuerdos ante proyectos de reformas de gran calado como es el caso de la Reforma Tributaria o de Pensiones. Una escena en la que los saltos de alegría de la ministra Ana Lya Uriarte difícilmente son comprensibles. La amenaza del flamante presidente de la Cámara, de "pegarles a los díscolos donde les duele", es decir, en sus remuneraciones, resulta incomprensible, pues parece buscar profundizar el problema en un momento donde la oposición persiste en su intento de erosión de la primacía del oficialismo, buscando sacar su liderazgo en media docena de Comisiones apenas termine la tramitación del Presupuesto 2023. Un choque de trenes anunciado.

Es claro que en un ambiente así de tóxico, difícilmente podrán tener éxito la tramitación de las reformas antes mencionadas sin un ambiente de tensión y múltiples recursos dilatorios. Una situación así se vuelve intolerable a mediano plazo, y se hace urgente corregir el sistema electoral Parlamentario. Son muchos los ámbitos que mejorar, desde los nuevos distritos electorales, que son gigantescos, hasta los estímulos para el turismo electoral ya mencionado, y una revisión del financiamiento estatal a los partidos políticos por el caudal de votos que consiguen en cada evento electoral. Pero, todo eso será inútil mientras se mantenga el ambiente político donde lo que ya es evidente es la minoría política e ideológica del Gobierno siga buscando imponerse como mayoría con proyectos poco compartidos socialmente, solo se continuara con un ambiente de fuerte tensión en la Cámara. El 2023 será un gran desafío para el Congreso, y ojalá el Gobierno y los parlamentarios lo comprendan, pues los riesgos de irrupción de liderazgos caudillares populistas, que se sustenten precisamente en estos espectáculos tóxicos son la principal amenaza que comienza a perfilarse a nuestra democracia. 2

Académico Facultad de Artes Liberales

Universidad Adolfo Ibáñez

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Oh, Karol,

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En definitiva, que un comunista no presida la Cámara es una buena noticia para el Congreso, para Chile y la democracia. Una cosa es aceptar la presencia de un partido y no proscribirlo, pero otra muy distinta es querer disfrazarlo de demócrata y ponerlo a cargo de la dirección de los asuntos que conciernen a la mayoría de los chilenos".


we are not fools

La Cámara de Diputados ha elegido a un nuevo presidente, Vlado Mirosevic. Aunque se había pronosticado que iba a ser presidida por la diputada comunista Karol Cariola, la Democracia Cristiana y el Partido de la Gente terminaron desestimando el acuerdo inicial.

En su cuenta de Instagram, la diputada Cariola ha acusado ser víctima de ataques cargados de misoginia, anticomunismo y violencia política: "Una vez más -agregó- nos toca vivir las consecuencias de la persecución y asedio por defender nuestras ideas y convicciones".

Nada justifica los ataques que ha sufrido a través de las redes sociales, sin embargo, culpar a la misoginia por no haber salido electa como presidente de la Cámara me recordó a ese capítulo de "Los Simpson" en que Homero confiesa que lo habían echado de la universidad por sus ideas contra Vietnam... y por haberse robado un retroproyector.

Las razones detrás de su marginación son bastante más profundas. En este sentido, es una lástima que esa misma crítica que hizo la diputada Cariola contra la supuesta misoginia que la privó de presidir la Cámara no la haya hecho luego de las elecciones del comité central del partido, en los que su compañera y hoy ministra, Camila Vallejo, obtuvo la mayor cantidad de votos, 5.923 contra 5.833 de Daniel Jadue. A pesar de la preferencia de sus camaradas y de que Guillermo Teillier obtuvo un millar de votos menos que Vallejo, el patriarca siguió a cargo del PC.

Es el mismo silencio que los comunistas han mantenido respecto de las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Corea del Norte, China, Cuba y, en este último tiempo, en Nicaragua, lo que a estas alturas resulta impresentable. La historia del comunismo en el mundo y en Chile tiene una larga data y explican esa fobia anticomunista de la que se quejaba la diputada Carmen Hertz. Desde el Manifiesto Comunista de Karl Marx y Frederick Engels, se ha validado la violencia como un medio para alcanzar sus fines y las consecuencias de la aplicación de sus doctrinas totalitarias han acabado con la vida de millones de personas.

A la violencia se suma su desprecio por la democracia. Teillier ha dado muestras de su espíritu antidemocrático cuando llamó al Presidente Sebastián Piñera a renunciar la mañana del 19 de octubre del 2019. Asimismo, varios miembros del PC rechazaron el acuerdo por la paz y una nueva constitución de noviembre de ese año. La última joyita fue la "invitación" del mismo Teillier a "salir a las calles a defender" el triunfo del Apruebo en el plebiscito del 4 de septiembre pasado, dando por descontado que podía ganar el Rechazo.

Los dichos de Teillier son coherentes con lo que ha proclamado y hecho el partido a lo largo de su historia. La mayoría de los chilenos mayores de 35 años lo sabe y de la misma forma como rechaza a aquellos a quienes defienden la dictadura, se opone al comunismo, tal como quedó demostrado en las elecciones entre Daniel Jadue y Gabriel Boric.

En definitiva, que un comunista no presida la Cámara es una buena noticia para el Congreso, para Chile y la democracia. Una cosa es aceptar la presencia de un partido y no proscribirlo, pero otra muy distinta es querer disfrazarlo de demócrata y ponerlo a cargo de la dirección de los asuntos que conciernen a la mayoría de los chilenos.

Finalmente, creo que muchos estaríamos dispuestos a financiar un viaje oficial de los parlamentarios del PC para que conozcan el nuevo museo que se abrió en Washington dedicado a recordar a las víctimas del comunismo y que han sido calculadas en 100 millones de personas. Luego de esa visita, la diputada Hertz podrá entender el porqué de la fobia y Cariola, que el rechazo a su postulación no tuvo relación con su género, sí con su ideología. 2

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