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una de estas nuevas empresas que van a poder trabajar nuestros fondos", lo que debe ir de la mano con una "fuerte educación financiera, que esto pueda ser bajado a todas las personas, para que puedan tomar una buena decisión a la hora de imponer este nuevo porcentaje".
El proyecto también termina con la figura del retiro programado como mecanismo de pago de las pensiones mensualmente, dejando solo a las rentas vitalicias. "Trabajar directamente con rentas vitalicias no deja mucha opción a la persona y todos sabemos que va a depender de la situación económica de la persona en particular, la que quiera tomar una opción u otra, la cual está hoy en día, pero cambiando con esta nueva reforma no podría tener esa opción", estima el docente
Incluso, Leal echa en falta en la reforma una mención al envejecimiento de la población: "La edad de jubilación, al parecer, se estaría manteniendo en 60 y 65 años, esto es mujeres y hombres, mientras que en otros países en Europa claramente ya ha estado cambiando y están aumentando sus edades de jubilación. Incluso, se están acercando la edad de jubilación entre hombre y mujer, y se están aumentando alrededor de dos a tres años".
Se atienden los puntos más complejos
Por su parte la profesora Ana María Vallina, de la Escuela de Negocios y Economía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), comenta que "la propuesta del gobierno logra atender a los puntos más complejos que se presentan hoy en día en el tema de pensiones".
"Encuentro muy adecuado el separar las funciones de manejo administrativo de las cotizaciones de la parte de las decisiones de inversión financieras de los fondos. Son funciones muy diferentes, por lo tanto, con la especialización de los organismos encargados se esperaría un funcionamiento más eficiente del sistema", complementa la docente.
Además al existir un ente público exclusivamente a cargo del cobro de las cotizaciones, dice Vallina, éste "tendría mayor poder o interés para fiscalizar el pago de las mismas, que algunos empleadores descuentan al pagar las remuneraciones, pero no realizan el trámite del pago de cotizaciones, y ese es dinero de los trabajadores".
Otro elemento que destaca es "la parte solidaria basada en el número de cotizaciones, que la encuentro un excelente mecanismo para ir disminuyendo diferencias, junto con la PGU, y comportamientos de mercados que crean discriminaciones en el monto de las pensiones que obtienen hombres y mujeres"
Y sobre el seis por ciento de cotización adicional con cargo al empleador, Vallina plantea que no se debió asociar a los trabajadores en forma individual, sino que sobre la nómina salarial. "Con esa mirada la parte solidaria podría ser mayor y no habría discusión sobre si son heredables o no, porque nunca son parte de los ingresos del trabajador. Además, si quedan fondos heredables implica que le podrían haber pagado una mayor pensión a quienes se jubilaron", sostiene.
"una reforma bien pensada"
El diputado Luis Cuello (PC), parte de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara, comenta que "es una reforma bien pensada, un diseño integral que tiene un objetivo central que es mejorar las pensiones actuales. Cuando vemos que la mediana de la pensión que reciben las mujeres de las AFPs es de 30.000 pesos, vemos que el actual sistema fracasó completamente para las personas. No así para las AFPs que tienen utilidades de sumas impronunciables".
"Creo que un sistema mixto es necesario para hacernos cargo de reemplazar un negocio financiero por un sistema auténtico de seguridad social que signifique dar dignidad a los chilenos y chilenas", añade el legislador, quien pone énfasis en el nuevo Fondo Integrado que se crearía con el seis por ciento de cotización adicional.
A juicio de Cuello, "el nuevo 6% de cotización de cargo del empleador introduce un mecanismo que da lugar a una pensión del seguro social y además a otros beneficios, como el reconocimiento de las labores de cuidado, que corrige las brechas de género, y garantiza un piso". A ello suma que "la reforma fortalece la libertad de elección", porque "en el futuro podrán elegir que el ahorro individual sea invertido por un gestor privado o por la institución pública que se crea".
Su par Ximena Ossandón (RN), en tanto, considera que el proyecto debe estudiarse con detenimiento, más allá de los primeros detalles difundidos por la prensa. "Es un sistema nuevo, es un sistema mixto, tripartito, con un componente de solidaridad que es bastante nuevo y de una institucionalidad que se crea y es muy novedosa. La idea es que se tiene que ir analizando cada uno de esos nuevos puntos, porque esto realmente tiene que resolver las pensiones que hoy están y que son muy bajas, más tener una continuidad para que todo Chile, el día de mañana, tenga pensiones que sean acordes a todo lo que han impuesto a lo largo de su vida", señala.
En tal sentido la también integrante de la Comisión de Trabajo, junto con reconocer los avances que significaron la Pensión Básica Solidaria (2017) y la PGU (2019), plantea que "existe un nuevo concepto de solidaridad que estaría relacionado con este 6%, que ha causado tanta molestia y tanta discusión, y son aquellos temas los que tenemos que tocar".
De la misma forma, Ossandón espera conocer si las nuevas instituciones "van a ser costosas para el Estado, van a ser rentable para el Estado, va a ser permanente y lo mismo, si esta nueva institucionalidad privada que también se va a crear, si va a tener también los incentivos necesarios para que permanezca en el tiempo y efectivamente los chilenos y las chilenas puedan decidir entre lo privado y lo público".
La PPD Carolina Marzán, por su parte, coincide con la mirada de Cuello: "Me parece que esta propuesta viene a responder una demanda ciudadana que busca justicia frente a la administración abusiva de sus recursos y que ha sido esperada durante muchos años por la ciudadanía, en busca de garantizar el derecho a la seguridad social. Por lo tanto, me parece que es un imperativo social que atiende las vulneraciones que chilenas y chilenos han estado obligados a soportar a través de un sistema que a todas luces es aberrante".
La parlamentaria considera también como importante el aumento en la cotización y el nuevo fondo colectivo. "Destaco también el sistema solidario que considera y que urge implementar para el incremento inmediato de las pensiones, además de la incorporación de la libertad de elegir si los fondos son administrados por un ente público o privado y por supuesto la instalación de la perspectiva de género", dice Marzán.
Lo que se tiene que cambiar
De cara a la tramitación del proyecto de ley, los consultados plantearon diversas posturas si debe tener modificaciones o no. Ximena Ossandón, por ejemplo, pide que el aumento de la PGU sea tratado de forma independiente a la reforma, pues "es un instrumento, una llave maestra para realmente mejorar las pensiones actuales de las personas más vulnerables. Ya se ha hecho, se está haciendo, la gente lo percibe, lo siente y lo agradece; además es un instrumento que transversalmente es considerado como bueno". A su vez, considera que "lo demás que está en veremos es qué pasa con ese 6% (de cotización adicional), porque si se separa con la PGU, creo que lo mejor sería que efectivamente ese 6% vaya a cuentas individuales".
En las antípodas está Luis Cuello: "Creo que el diseño completo del proyecto es armónico. Quienes pretenden separar la discusión muestran una defensa incondicional del actual sistema, pretenden empantanar el debate para que las AFPs le sigan metiendo la mano en el bolsillo a los chilenos".
A juicio de Ana María Vallina, "el monto máximo del sueldo que se considera para la previsión se debería eliminar. La única razón sería para que paguen más impuestos, pero acarrea una serie de problemas en otras áreas como la salud y también al jubilar, el sistema sin modificación estaría creando adultos mayores con bajo poder adquisitivo. En este proyecto al menos se está subiendo". Esto porque la propuesta busca aumentar el tope imponible en un 50%, de 81,6 a 122,6 UF (de $2,8 millones a $4,2 millones aproximadamente).
Por su parte, Danilo Leal, vuelve su foco en la cotización adicional. "Hay una gran cantidad de personas que quieren que ese 6% sea para el fondo individual de las personas y obviamente, al parecer también, lo que va a estar en discusión es si ese 6% va a terminar siendo el 6% para este pilar común o va a ser un porcentaje menor y también respecto de la heredabilidad sobre ese mismo porcentaje", explica.
Los efectos en la economía
Una reforma como la de pensiones, en medio de un complejo escenario económico que se avizora para el próximo año, despierta preocupación en vista de sus efectos, específicamente de la cotización adicional, en la generación de empleos, una de las caras visibles en una eventual recesión. Según Leal, "si es que esto se aprueba rápidamente y ya sabemos que no va a entrar en vigor el 6% directamente el próximo año, porque es un punto porcentual por año, entonces estaría en régimen de aquí a los próximos seis años, sí o sí va a traer un problema en el mercado laboral".
"Anticipo que esto es básicamente un impuesto a los trabajadores, que la empresa finalmente lo va a tener que pagar. Varias empresas van a tener que ajustarse respecto a su capacidad productiva, algunas quizás van a tener que hacer algunos despidos, otros van a tener que bajar los montos a pagar respecto a sus remuneraciones, yo creo que va a haber algún tipo de ajuste que sí o sí va a afectar al mercado laboral", detalla.
Un juicio en el que coincide la profesora Vallina, al plantear que "va a impactar en el costo de contratación, por eso se implementa el seis por ciento de manera paulatina, con lo que podría afectar el empleo. Pero se esperaría que el escenario económico internacional empezara a mejorar, por lo tanto, sería una fuerza que tendería a mejorar el empleo".
La académica considera también que "el aumento en el poder adquisitivo con el incrementar las pensiones debería contrarrestar en parte el efecto del aumento del costo de contratación. En todo caso, va a subir los costos de futuros proyectos, pero con población con mayor poder adquisitivo, pueden existir otros proyectos que se vuelven rentables", por lo que llama a seguir con el apoyo estatal en la contratación en pequeñas y medianas empresas.
Por último, Leal también pone su acento en otra iniciativa que está en trámite, la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales y los bajos índices de productividad de Chile, en comparación con los países de la OCDE. "Si tenemos baja productividad y esto lo juntamos con que va a salir más caro contratar a un trabajador, y más encima le sumamos que está el proyecto de las 40 horas semanales, se están conjugando todo para que no sea muy bueno el escenario en el mercado laboral", asegura el académico UNAB al augurar un encarecimiento de la contratación y verificar la ausencia de planes para aumentar la productividad.
"Se están viendo temas en forma aislada, pero que si lo vemos en su conjunto, van a afectar fuertemente el mercado laboral y creo que, más que una mirada aislada respecto a ciertas cosas, van a tener o hay que armar un plan de forma conjunta, integral y que pueda hacerse cargo de lo que viene en los próximos años", finaliza Leal. 2
La propuesta del Gobierno logra atender a los puntos más complejos que se
presentan hoy en día en el tema de las pensiones".
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Es una reforma bien pensada, un diseño integral que tiene un objetivo central, que es mejorar las pensiones
actuales".
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Si es que esto se aprueba rápidamente y ya sabemos que no va a entrar en rigor el 6% directamente (...) sí o sí va a traer un problema en el mercado laboral".
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"Es un sistema nuevo, es un sistema mixto, tripartito (...) La idea es que se tiene que analizando cada uno de esos nuevos puntos".