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DEBATES & IDEAS Chile: retomando la ofensiva en el Asia-Pacífico

POR FRANCISCO CRUZ Y JORGE HEINE, ABOGADOS Y EXEMBAJADORES
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La participación del Presidente Boric en la Cumbre de la Apec en Bangkok, Tailandia, y la reunión con su contraparte china, el Presidente Xi Jinping, puede significar un punto de inflexión en la política exterior de Chile. Esta reunión entre ambos líderes reflejó la madurez de la relación Chile-China, la más antigua de Sudamérica, con más de medio siglo, y el grado de seriedad con que Chile es tomado en la región más dinámica y de mayor crecimiento en el mundo.

Por una parte, el gobierno chino subrayó el papel pionero de Chile en las relaciones China-América Latina. Por otra, solicitó el apoyo de Chile para ingresar al CPTPP ( más conocido como el TPP11), y la Asociación Económica Digital ( DEPA, en la sigla en inglés). A su vez, China le ofreció a Chile apoyar el ingreso de Chile a la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), el mayor acuerdo comercial en el mundo.

El Presidente Xi también le extendió una invitación al Presidente Boric para que visite China en 2023, invitaciones que son administradas con gran parsimonia por Beijing.

Ello se da en un contexto en que nuestra Cancillería ya ha tomado una clara posición en favor del CPTPP, y se aleja del discurso anti-TLC que permeó algunos sectores bajo el diagnóstico que parte importante de los males de Chile estaría en la llamada "globalización neoliberal". Este diagnóstico se ha sido quedando en el ostracismo, conscientes nuestras autoridades de la importancia del Asia Pacífico. La realidad es que entre 1990 y 2007 se dio una gran expansión del comercio internacional y la apuesta de Chile por una política comercial internacional "lateral" (esto es, firmar TLC con la mayor cantidad de mercados posibles) y por definir la "globalización como asianización" (apuntar al Asia-Pacífico como región prioritaria) fueron apuestas acertadas.

En aquellos años, Chile firmó TLs con la Unión Europea ( AAE), con Estados Unidos, con Corea del Sur, con China e India (un AAP), entre otros, y las exportaciones de Chile aumentaron de 9 mil millones de dólares en 1990 a 81 mil millones en 2007.

¿Por qué Chile no se industrializó en esos años ? La respuesta tiene dos vertientes, la primera es que la gran desindustralización de Chile tuvo lugar en los setenta y ochenta durante la dictadura militar. La segunda es que, de los noventa en adelante, no se aplicaron políticas industriales, no porque los TLC las prohibiesen, sino porque el término era tabú en ciertos círculos de economistas donde el dogma neoliberal campeaba por su respeto.

Pero ello es distinto a echarle la culpa al comercio internacional. Y es que, en los años de más crecimiento de Chile, en que se hablaba del "jaguar de América Latina", y gracias a lo cual Chile llegó a posicionarse como el país mas desarrollado de la región, las exportaciones jugaron un papel clave. Hoy, un 60 % de las exportaciones de Chile van al Asia y un 38% a China. Desde que Chile firmó el TLC con China en 2005 durante el gobierno del Presidente Lagos (el primero que China firmase con país individual alguno) el comercio bilateral se ha septuplicado, de US$ 8 mil millones a US$ 55 mil millones en 2021.

La posibilidad de ingresar al RCEP (Chile sería el primer país latinoamericano en hacerlo) significaría un salto cualitativo en nuestro liderazgo en el Asia Pacífico y consolidaría la posición expectante que Chile ha tenido en esa parte del mundo.

Firmado en noviembre de 2020, y formado por 15 países de Asia y Australasia (los diez miembros de Asean, más China, Japón, Corea, Australia y Nueva Zelandia), el RCEP representa un 30% de la población mundial ( con 2.300 millones de personas) y un 30% del PIB global (con 27 billones de dólares) y constituye el mayor acuerdo de libre comercio en la historia. El estar sentado en esa mesa le permitiría a Chile participar en la confección de las nuevas reglas que regirán el comercio mundial, en las que el RCEP jugará un papel clave.

Nada de esto es fácil, y el mero apoyo de China para ingresar al RCEP no es suficiente. Esto requiere gestión, consenso y una visión al más alto nivel para materializarse. Pero se trata precisamente del tipo de proyectos de política exterior que Chile necesita en esta nueva etapa, cuestión que el Presidente Boric ha reafirmado en esta última gira, señalando que vamos a seguir trabajando por potenciar los vínculos con esa parte del mundo, en un siglo que muchos señalan será el de Asia.